Capítulo 6

22 5 11
                                    

*AMELIE en multimedia*

Al sentarnos lo busqué con la mirada sin quererlo.

- ¿Ya lo estás buscando?- mi amiga se burló de mi- está fuera- miré donde me señalaba con la mano y, como ella dijo, estaba al otro lado del ventanal comiendo una manzana y fumando con otros dos chicos que no había visto nunca en la escuela.

- Disculpad- una voz irritante me sacó de mi ensimismamiento. Era la líder de las porristas. Y de las personas más irritantes del mundo.

- ¿Que?- Amelie sonó más seca de lo normal. Detestaba que la mayoría de las porristas se creyeran mejor que los demás por llevar minifaldas iguales y, casi todas, salir con los jugadores de fútbol.

- Estáis en nuestra mesa- su séquito apareció tras ella fulminándonos con la mirada al igual que la líder de las zorras, digo, de las animadoras.

- Oh, perdón. No sabía que las mesas del instituto tuviesen dueño- hice como si buscase algo por la mesa, haciéndome la sorprendida- no, no veo vuestro nombre por ninguna parte- le sonreí haciendo un puchero. Estaba tan roja que parecía que se hubiese echado todo un bote de colorete. Por toda la cara.

- Dejad a las señoritas en paz- Ethan apareció detrás de ellas burlón y Bethany, la líder, resopló yéndose con un berrinche con el ejército siguiéndole de cerca.

Solté el aire- hasta que se fueron- le agradecí a Ethan con la mirada y se sentó entre las dos.

- Por lo que me han dicho, Kendall ya se ha hecho amiga del nuevo- olvidó lo ocurrido hace unos segundos, cambiando de tema y subiendo y bajando rápidamente las cejas en mi dirección.

- Sólo nos cruzamos un par de veces- me defendí- y, ¿cómo te has enterado?- pregunté ceñuda.

- Las noticias vuelan, nena- me guinó un ojo- y un mago nunca revela sus secretos- se encogió de hombros sonriendo.

De pronto, la puerta de fuera se abrió, dejando pasar al odioso de Axe y a sus amiguitos.

- ¿Son todos nuevos?- pregunté a nadie en particular sin apartar la mirada. Debía reconocer que ni estaban mal. Ninguno de los tres. Pude sentir cómo mi amiga suspiraba a mi lado, medio babeando. Los tres eran igual de altos y estaban llenos de tatuajes. Uno tenía el cabello marrón y ojos azules y el otro era rubio de ojos azules.

- Sí, llegaron los tres el mes pasado- respondió Ethan. Asentí y los vi perderse entre la multitud en dirección a las aulas.

- Y regresamos al infierno- se quejó Amelie.

- No pienso volver a llegar tarde a una clase así que mueve tu culo gordo ahora mismo- miré amenazadoramente a Lie y me dirigí a la siguiente clase.

Entré en el salón medio lleno y divisé un asiento vacío al final de la clase. Era de las mejores estudiantes pero odiaba tener al profesor delante de las narices toda una hora. Mi amiga llegó minutos después con Ethan al lado y detrás, averigüen quién, sí, el desodorante parlante. Al verme su sonrisa engreída no dudó en hacerse con su boca.

<<Y qué boca>>

Kendall, cállate. Sacudí la cabeza.
Estás enfadada con él, no sonrías como boba ahora. Ponte seria. Muy bien. Sigue así. No te muevas.
Lo fulminé con la mirada y miré a otra parte.

- Olvidé que aprobaste gimnasia- mi amiga se sentó en la mesa a mi lado. Juro que vi una gota de sudor recorrer su sien. Axe pasó entre nosotras para sentarse a mi otro lado.

- ¿Tanta vuelta para eso?- no pude reprimir la pregunta. No podrás mantener la boca cerrada, ¿no, Kendall?

- Qué pasa- me miró con las cejas alzadas- ¿te molesta?- me miró divertido e hizo una mueca con la boca. No sabía cuánto.

- No- sonreí falsamente- no sabía que te costase tanto orientarte.

Me miró un momento, volvió a soreír descaradamente y sacó una libreta y un bolígrafo justo cuando la profesora se disponía a entrar al salón.
A los pocos segundos de empezar, Amelie ya estaba aburrida y comenzó a lanzarme bolitas de papel. Ni que estuviésemos en primaria.

<<Kendall ligando con el chico nuevo>> levanté la mirada y me estaba observando pícaramente intercalando la mirada entre Axe y yo. La miré asqueada.

<<Preferiría ligar con un pejelagarto a con él>> le devolví el papel con mirada asqueada.

<<Eso dicen todas al principio>> me miró pervertidamente. Abrí mucho la boca sin creer lo que mi amiga estaba pensando: yo. ¿Con éso? Nunca.

<<No va a pasar nada entre nosotros, pervertida de mierda. Ni siquiera lo soporto>> le tiré la bolita a la mesa. Eché una ojeada a la profesora, que seguía escribiendo distraídamente. Miré a Axe, que me devolvió la mirada frunciendo el ceño y con la misma sonrisa estampada en su cara. Este tramaba algo.

Amelie lanzó el papel demasiado fuerte para devolvérmelo y éste cayó en el suelo entre el simio retrasado y yo. Intercalamos una mirada con los ojos muy abiertos pensando lo mismo. Casi me caigo de la silla por la rapidez con la que me impulsé para coger la nota antes que él. Fue más rápido y la agarró antes que yo. Lo miré suplicándole pero no me hizo ni caso y desdobló el papel. Lo leyó y, con una sonrisa traviesa, escribió en él, lo dobló de nuevo y me lo dio en la mano. Preferiría estar a diez pisos bajo tierra a a su lado en ese instante. Abrí el trozo de folio, encontrándome con la letra de mi amiga respondiendo a la mía: <<Eso dicen todas al principio>> Volvió a escribir y, debajo, otra letra diferente:

<<Ya sé que soy tan irresistible que tenéis que hablar de mi hasta en un papel ;)>> Estúpido engreído. Lo mataré algún día. Levanté la vista, humillada, avergonzada y enojada, encarándolo. Él me devolvió la mirada divertido. Le saqué la lengua y no volví a mirarlo en toda la clase.

El timbre de la última hora al fin sonó, a lo que me levanté casi corriendo, dirigiéndome a mi taquilla. Deje y cogí algunos libros, la cerré y fui al coche de mi amiga.

- ¿Me llevas a casa?- le pregunté en cuanto la vi acercarse.

- No puedo, lo siento. Voy al hospital- me miró triste. Su hermano estaba ingresado.

- Es igual- la tranquilicé- salúdalo de mi parte- le sonreí.

Me despedí, me puse mis cascos para escuchar a Vance Joy y comencé a andar hacia mi casa. A los pocos minutos de echar a andar, deducí que no era normal que un coche casi andase a la par que yo durante calles. Me paré en seco y así era.

<<Soy demasiado jóven para morir secuestrada>>

La ventanilla se bajó, dejando ver a Axe tras ella. Al menos hoy no moriría.

- Joder, creí que eras un puto secuestrador- fruncí las cejas mirandolo enfadada. Él rodó los ojos.

- ¿Te llevo a casa, Bella Durmiente?- me sonrió desde dentro del coche.

- ¿Y por qué debería aceptar?- levanté las cejas.

- Porque no soy un puto secuestrador- esta vez él levantó sus cejas.

- No necesito que me lleves- seguí andando, ignorándolo.

- Como quieras- dijo, arrancando. Alceleró y se perdió tras unos edificios. Al menos no insistió hasta irritarme... continué andando hasta llegar a mi casa.

<<La comida está en el microondas>> ponía en una nota que dejó mi madre un la encimera de la cocina. Genial, un día mas comiendo sola.

******

Sé que es un poco caca este capítulo y no sé si seguiré la historia ya que casi nadie la lee y creo que es un poco pérdida de tiempo. But, i don't know.

Nos leemos ;/

KENDALLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora