Prólogo.

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A pesar de caer sobre Mighty pudo notar la nieve en sus rodillas y en su cola, haciéndola tiritar al sentir el frío.

No tardó en volver a abrir los ojos y levantarse para sacudirse, disculpándose ante su amigo y tendiéndole una mano para que se levantase.

—¿Estás bien? —le preguntó preocupada.

—Sí.

Por primera vez se paró a contemplar el paisaje. Estaban rodeados de altos abetos que aguantaban el peso de la reciente nieve en sus ramas, entre ellas se podía ver un cielo completamente estrellado y hacía delante lo que parecía ser la sombra del tejado de una cabaña.

Pero estaban solos. Se habían encontrado con el Chaotix y con Shadow y Rouge así que no le extrañaba estar con Mighty pero se preguntaba dónde estaban los demás.

—¿Cómo hemos aparecido aquí? No me acuerdo de nada, solo que estábamos todos juntos... queríamos enfrentarnos a Eggman, pero... ¿Por qué?

No pudo contestar a Mighty, se había dado cuenta de que faltaba algo, algo que siempre llevaba con ella. Le faltaba la espada.

Eso era algo extraño, Tails había fabricado una vaina especial para que, al hacer piruetas o saltos, la espada no cayese al suelo, Pero en su espalda no había ni rastro de la espada... ni de la vaina.

—N-no tengo mi espada —se apresuró a decir algo nerviosa.

—Tranquila, seguro que se ha caído.

Mighty se acercó rápidamente a una gran roca e intentó levantarla... no podía hacerlo.

—No puedo, esto es muy extraño. Intenta hacer un escudo.

No necesitaba concentrarse, estaba acostumbrada a hacerlos casi todo el tiempo. Pero tampoco funcionó.

—Genial, no tenemos habilidades ¿Ahora qué hacemos? —preguntó claramente molesta al sentirse indefensa ante la naturaleza que los rodeaba.

—Podemos buscar a los demás, tal vez estén por aquí.

—Eso espero —murmuró.

Los dos comenzaron a andar mirando bien por donde pisaban, tendrían que tener cuidado hasta encontrar a alguien mal.

—No recuerdo nada, estábamos... ¿Sonic y Shadow se estaban peleando? —le preguntó a Mighty, tenía un remolino de recuerdos en la cabeza, ninguno ordenado.

—No lo sé, estoy muy confuso.

Siguieron hacia delante, siempre seguidos por el tejado de la caballa, parecía estar bastante cerca y habían pensado varias veces en esconderse allí, tal vez los demás también la viesen pero no querían arriesgarse.

Hablaban para que el miedo no los invadiese, se acordaban de otras cosas, que habían hecho para llegar hasta allí, con quien estaban y como se habían encontrado, pero no de como habían llegado y lo que había pasado antes.

—¿Y si estamos solos? —preguntó Mighty.

No quería pensar que estaban solos los dos, estaba segura que necesitarían ayuda si querían salir de allí, sin habilidades y solos estaban completamente perdidos.

—Lo positivo es que hemos caído juntos —replicó Kyra intentando sonar menos preocupada.

Sí que era verdad que se encontraba mejor con Mighty, no se podía imaginar si hubiese estado con Rouge.

De repente comenzaron a escucharse gritos y gruñidos que venían de lo más profundo del bosque, eran voces guturales y agudas que clamaban terror y rabia. Los dos dieron un brinco del susto.

—¿Qué es eso? —preguntó la muchacha mirando a todas partes intentando distinguir algo.

—No lo sé —el armadillo miró hacia el frente.

La cabaña parecía estar más cerca de lo que estaba antes, cogió a su amiga de la mano y los dos salieron corriendo en dirección a la cabaña, con el único pensamiento de ponerse a salvo.

Mientas los gritos se intensificaban tanto, que parecía que estaban lejos y cerca a la vez. Tenían miedo y lo único que podían hacer era correr.














"Siempre supiste lo que tenías, pero pensaste que nunca lo perderías"

Dawn.Where stories live. Discover now