Querida Beth:
Sabía que lo sabias.
Pero no me reclamabas ya, pero tampoco me dejabas tocarte.
Decías que te sentías mal, y yo te entendía.
No deje de engañarte, pero tu si te cansaste de esperar que dejara de hacerlo y lo aceptaste.
Me alegra que no seas posesiva, Beth.
Jamás nadie será como tú, pero necesito algo nuevo. Para que lo cotidiano no me aburra.
Sonríes cuando lees mis cartas, pero sé que hoy llorarás. Y no puedo hacer nada para evitarlo.
PD: No me creas soy un mentiroso.
ESTÁS LEYENDO
Querida Beth: Te Mentí.
Historia CortaNadie tiene más posibilidades de caer en el engaño que aquel para quien la mentira se ajusta a sus deseos.