Querida Beth:
Luego de dejar la nota en tu casillero, te seguí.
Fuiste a nuestro lugar a leerla, ahí nadie podía verte, nadie excepto yo que sabía de la existencia de ese lugar.
Estabas sonriendo, sinceramente y dijiste en voz alta la frase que dejé al final de que te veías bella.
Estoy tan feliz, de haberte hecho sonreír.
Eso me llena plenamente.
Luego te sentaste y entendiste un cigarillo.
Aquello me dejó perplejo, quería salir corriendo y quitartelo de la boca.
Pero no podía.
¿Desde cuándo lo haces Beth?
PD: No me creas soy un mentiroso.
ESTÁS LEYENDO
Querida Beth: Te Mentí.
Historia CortaNadie tiene más posibilidades de caer en el engaño que aquel para quien la mentira se ajusta a sus deseos.