My Boyfriend, My problem ❤❤【Kleptoshipping】

La noticia

-Joven Thief se lo advertí solo tenía una última oportunidad...

-¡Le digo que no fui yo! -se levantó de golpe de la silla y golpeo el escritorio frente a él, se encontraba en la oficina del director -Todo fue una trampa de Karita-Sensei -gruño.

-¿Y porque Karita-Sensei haría semejante cosa? -arqueo una ceja el hombre de pelo platinado y traje Oxford.

Se mordió el labio inferior -bien... yo...

Suspiro -Joven Thief ya no puedo ayudarle más, ante el robo de los trofeos escolares sumando el historial que tiene en la escuela no me deja con otra alternativa que expulsarlo.

Los ojos del albino se abrieron como platos, sabía que si decía la verdad seria aun peor, ¿Cómo decir golpeé al estúpido de Karita por acosar a mi novio? Sin pruebas de ante mano, cerró los ojos y se dirigió a la salida- Como sea me han corrido de mejores escuelas -dio un portazo al salir, sabía que la había cagado pero no se arrepentía de nada.

(__)

Corría por el pasillo, jadeaba, nunca se le habían dado bien los deportes pero este no era momento para descansar, se dirigió a todo lo que sus piernas le daban hasta dar con el salón, cuando diviso el "2B" abrió sin medir la puerta corrediza, los jóvenes que se encontraban dentro voltearon la vista hacia la persona que había ocasionado tal abrupto.

Su respiración era agitada, coloco una mano en su rodilla mientras la otra la apoyo a un lado de la puerta -Yugi -le llamo, el aludido un joven de cabello tricolor se levantó, al ver a su mejor amigo en la entrada no dudo en ir con él, escucho el murmullo de sus compañeros y el llamado del profesor que le advertía que su comportamiento de ahora iría parar en su historial, poco le importo.

-Ryou ¿Qué sucede?

El albino tratando de recobrar el aliento espero unos segundos para contestar -Bakura -se detuvo- fue expulsado.

Los orbes del tricolor se abrieron como platos, aquello le había caído como balde de agua fría, sin embargo al sentir la mano del albino en su hombro volvió a la realidad.

-Yugi...

Sus orbes se posaron en los orbes cafés de su amigo -¿Dónde está?

-Se acaba de ir, cuando llego al salón y fue por su mochila... trate de detenerlo pero al final se fue.

Se mordió el labio inferior, apretó los puños -le dije que no se metiera -frunció el ceño.

-¿Crees que lo dejaría pasar? -le miró fijamente.

El tricolor resoplo, giro para atrás y sin importarle que el profesor le miraba mal y que sus compañeros seguían pendientes disimuladamente de su conversación grito -¡Jono te encargo mis cosas! -dijo mientras cerraba de golpe la puerta y llevaba de la mano al albino consigo, mientras tanto dentro del salón los murmullos no se hicieron esperar, en la frente del profesor un hombre de lentes, cabello negro, resaltaba una venita, por otra parte un joven de cabello rubio negó con la cabeza mientras sonreía ante la impulsividad de su amigo.

(__)

Se encontraba recostado en el sillón, miraba el techo blanco, estaba molesto, pensó en tomar el bate de metal que tenía en su habitación y dejarle un último recuerdo a su auto como despedida, no dudaba quien había sido el responsable de que lo inculparan, después de la paliza que le había dado era lo mínimo que podría hacer sin meterse en tremendo lio siendo profesor y él un alumno, sin embargo su enojo no se podía comparar con su frustración, ahora estando lejos temía que el cabrón de Karita volviera con su mierda arremetiendo con su novio y ahora sin él ¿Qué pasaría? Además aún tenía el asunto de Akefia, su hermano mayor ya se lo había advertido y sabía que no dudaría en hacer lo que su tío le había propuesto desde un principio por su mal comportamiento.

Nunca había sido un chico bueno, y lo admitía, su sonrisa altanera lo decía todo.

Suspiro con pesadez, se llevó ambas manos al rostro, desde joven le había valido todo pero desde que le conoció, él había sido su objetivo, por suerte del destino ambos se habían enamorado del otro, desde primaria eran novios y desde entonces no se habían separado, sabía que había actuado impulsivamente pero no dejaría que ningún pendejo acosara a su novio estando él presente.

Si bien se lo había ocultado, la mentira no le había durado ante el interrogatorio que le dio a su mellizo quien le había dicho toda la verdad del asunto, cuando supo todo aquello no dudo en plantarle cara al tipejo que bien le ganaba en estatura y podría ser en fuerza pero en algo era muy bueno y esto era en la pelea.

Escucho el timbre sonar, maldijo a sus adentros ¿Acaso Akefia regresaba de improviso? ¿Qué no se tardaría en Egipto por los nuevos hallazgos de la expedición?, se mordió el labio inferior y de mala gana se levantó del sillón para abrir la puerta, recordando de ante mano que a su medio hermano mayor se le olvidaban las llaves de vez en cuando, sin embargo no previo que antes de poder abrir la puerta, su mellizo estuviera al otro lado de ella y detrás de él su novio.

-¿Pero qué...? -fue lo único que pudo decir, ante el abrazo del tricolor que lo tacleo y llevo a ambos al piso, el chico a pesar de contar con la misma edad era más pequeño en proporción siendo a veces confundido por un chico de secundaria o hasta de primaria, si bien pudo tirarlo en el piso fue más que nada por haber bajado la guardia ante tremenda visita que había llegado de improviso.

-¡Idiota! -se separó un poco para plantearle cara -¡Te dije que no hicieras una locura!

-¿Y dejar que te siguiera molestando? Ni hablar -frunció el ceño.

-¿Pero mira lo que paso por ello? ¡De seguro él escondió los trofeos y te inculpo! -sus orbes se encontraban cristalinos por las lágrimas que se acumulaban en ellos mientras fruncía el ceño y hacia puchero.

Acaricio el rostro de su niño, sin lugar a dudas parecía uno y aun que estuviese tan molesto como para llorar por ello no podía evitar pensar que se veía realmente tierno, sin embargo rápido noto algo interesante en lo que había dicho el amatista.

-Espera -se detuvo- ¿Tú me crees?

-¡Por supuesto! -exclamo- ¿Qué ganarías tú además ocultando los trofeos? -una pequeña sonrisa se asomó pero al final desapareció, el tricolor se sentía mal, se acurruco en su pecho, mientras el albino le acariciaba el pelo.

-Vamos no es para tanto -trato de restarle importancia al asunto- solo debo de buscar otra escuela y listo ¿No es el fin del mundo sabes?

El tricolor guardo silencio por unos segundos después se separó del pecho del más alto, aún seguía encima de él, con la manga de su brazo derecho se limpió las lágrimas y sonrió -Muy bien está decidido iré contigo -sus ojos denotaban determinación.

-¡¿Espera que?!

-Que iré contigo -repitió.

El albino quiso decir algo pero no pudo al oír su voz -¿Ir a dónde? -ambos chicos se giraron, vieron a Ryou negar con la cabeza y a un lado al mayor de los Thief con una sonrisa en los labios mientras tenía los ojos cerrados, el tricolor se levantó y abrazo al chico moreno que estaba a un lado de la puerta, él lo recibió con los brazos abiertos, en su rostro reflejaba cariño y amor por él, sin embargo al desviar la mirada al albino que seguía en el piso su mirada se tornó algo pesada y sus orbes cafés mas bien parecían negros -¿Ahora qué hiciste Bakura? -dijo, el aludido solo trago seco, este día no podría ser peor pensó para sí mismo.