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Omake: Vacaciones

Se encontraba con el ceño fruncido, el motivo, su hermano mayor cargando a SU novio mientras le giraba, escucho las risas del tricolor al parecer se estaba divirtiendo pero esa cercanía entre ambos no le agradaba aún menos al ver a Atem a un lado siguiendo los movimientos de ambos con una expresión de preocupación al ver como el amatista seguía arriba entre los brazos del mayor de los Thief.

Escucho un lamentable "Aibou ten cuidado" salir del egipcio, en otras circunstancias le hubiera causado gracia aquel tono de voz cargado de preocupación que opacaba su semblante estoico e imperturbable que le caracterizaba, pero ahora mismo se sentía igual que Atem, entre preocupado y molesto.

Ryou llegaba con una bandeja llena de emparedados y un jarra de limonada –Chicos hora de almorzar –llamo su mellizo, colocando la bandeja en la mesa que estaba cerca de la entrada, se encontraban en el jardín trasero de su casa.

–¿Ryou te ayudo? –dijo el tricolor que seguía entre los brazos del mayor de los Thief

–Oh que amable –sonrió Ryou, el tricolor miro al mayor de los Thief y este asintió para después soltarle, empezó a andar pero casi cae, después de tantas vueltas se sentía algo mareado, por suerte Atem le atajo de la caída con los brazos.

–Aibou ten cuidado –dijo el mayor de los tricolores.

–¿Yugi estas bien? –pregunto el mayor de los Thief pero antes de poder decir algo al más bajo de los tricolores alguien más respondió.

–¿Cómo estarlo después de ser tu muñeco de trapo? –soltó Bakura cruzándose de brazos, ambos hermanos se miraron frunciendo el ceño, Yugi por su parte iba de la mano con Atem hacia Ryou.

Al final el mayor suspiro y rio, –Es que no lo puedo evitar es tan lindo –se llevó una mano hacia atrás de la cabeza, a pesar de la apariencia ruda del mayor era el más relajado de los tres sin embargo cuando ameritaba la situación él podía ser realmente serio.

Resoplo ante la acción de su hermano mayor, no era para nada nuevo su actuar tan cariñoso para con su novio siendo que desde niño le conocía siendo que Yugi visitaba la residencia Thief con frecuencia.

Sin embargo su mirada se giró hacia la puerta que conectaba su casa con el patio trasero al ver dos cabelleras conocidas, una rubia y otra castaña.

Sonrió de lado al ver a ambos hermanos llegar pero no pudo evitar gruñir al ver que detrás de ellos una cabellera negra se asomó.

–Hey chicos –llamo el rubio, Yugi al escuchar su voz se dirigió hacia dónde está provenía, sus orbes brillaron.

–¡Jono! –corrió hacia él quien le abrazo y revolvió el pelo con cariño, por su parte la castaña al verlo se inclinó y le extendió los brazos –Shizuka–Chan –la chica froto su mejilla contra la suya.

–Yu–Chan cuanto tiempo –expreso con añoranza la castaña.

–Cuanto tiempo Bakura –le saludo chocando el puño y con una sonrisa en el rostro, sin embargo su vista se dirigió hacia el otro tricolor sorprendido por el parecido con su amigo– él... –quiso preguntar pero fue interrumpido por el albino.

–Atem Halackti un parásito que se no pego –dijo sin más, mientras el aludido fruncía el ceño, y el rubio negaba con la cabeza y esbozaba una sonrisa en los labios, sabía que su amigo no se cortaba con nadie, se acercó hacia el tricolor y extendió su mano, este le correspondió el gesto.

De pronto la castaña se acercó a saludarle, el albino correspondió el saludo, si bien ya se conocían desde años aun así no era muy expresivo a menos que fuese con su chico o hermanos, el actuar frente a una chica le resultaba complicado, más que nada porque no sabía que tenían en la cabeza, nunca sabía cómo reaccionarían, en cambio con un hombre era sencillo, cuando se enojaban una simple pelea arreglaba cualquier disputa, en cambio con las chicas era más de palabrera siendo que él no era de palabras reconociendo su carácter cínico. Sin embargo sus pensamientos fueron interrumpidos ante la voz que ya conocía.