La solución era clara, un internado había sido la respuesta final, quiso objetar pero al final no pudo, sin embargo no previo que la supuesta escuela fuera de puros chicos, chicos estúpidos y hormonales que no dudaron ante su apariencia abordarlo al instante cuestión que uso a su favor al demostrarle que desde ahora el que mandaba en ese lugar era él.
Agradeció a su mellizo haber detenido a su novio de venir ahí puesto que, el internado no solo era de chicos, estaba separado del mundo exterior, obviamente se lleva una vida horrible dentro por tanta hormona suelta. Y sabia reconocer que ante la apariencia de su novio sería un blanco perfecto para las hormonas desbocadas de los chicos del lugar.
Después de haber demostrado que no sería el muerde almohadas de nadie ya se había conseguido su sequito de ayudantes al haberle fracturado el brazo y dos costillas al matón de la escuela Ushio.
–Thief–Sama un nuevo acaba de llegar, lo vimos por el pasillo –le llamo un chico de pelo verde corte hongo y lentes.
–¿Quiere que lo traigamos ante usted? –pregunto uno de cabello castaño que traía un gorro en la cabeza.
–Naa, iré a ver quién es él –respondió con una sonrisa en los labios al conocer la nueva presa que había llegado, lamentaba la suerte del bastardo si es que su apariencia era del gusto de alguno de los depravados de lugar, si no se sabía defender que mala suerte para él.
Sin embargo se congelo al ver al chico nuevo, lo que menos quería había sucedido, su chico estaba en ese infierno y junto a él dos chicos caminado a su lado, parpadeo tres veces, pensó que solo era su imaginación pero no era así ¿O sí?
–Hey hazlo conmigo –escucho decir un tipo de cabello negro, ojos cafés y que para su gusto tenia cara de idiota por no decir otra cosa.
Ante aquella proposición el albino no dudo de ir hasta ellos pero se detuvo al ver como un tercer chico alto, moreno y pelo cenizo se colocó en medio pasándole el brazo encima de los hombros a su chico.
–Kuroi deja al chico –dijo el peli-cenizo con una sonrisa ladina en los labios – ¿Qué no vez que ya tiene compañero?
–Isthar deja algo a los demás –dijo con molestia un castaño de ojos negros quien frunció el ceño.
–No quiero pelear desde temprano –ante aquel comentario ambos chicos palidecieron.
–Como sea –se giraron para marcharse –si te aburres de Ishtar no dudes en venir con nosotros –dijeron para dar paso a marcharse por donde habían salido.
El tricolor miro la escena con extrañeza, desde que había llegado todos habían sido buenos con él, aun no entendía por qué su novio cada que le llamaba se quejaba, al final le restó importancia, le sonrió al chico más alto quien había sido uno de los que le había ayudado más en su primer día.
Sin embargo sintió una mirada penetrante, miro al frente y le vio, sin duda alguna corrió hacia él con los brazos extendidos, solo había pasado un par de semanas pero para él había sido demasiado ya que siempre habían estado juntos.
–¡Kura! –le llamo mientras corría hacia él, observo a su chico con dulzura, sin embargo miro de reojo al moreno que no hizo amago de detenerlo simplemente le sonrió al haber cruzado miradas, ¿Qué carajos le pasa? Pensó el albino pero al sentir sus brazos rodearle en un abrazo se olvidó de todo para corresponder dicho gesto, sintió como el más bajo ocultaba su rostro en su pecho mientras se acurrucaba, ante su gesto beso su pelo, sin embargo al sentir la mirada del chico moreno quien los veía con una sonrisa en los labios frunció el ceño, nuevamente aquella espina salía a relucir, había tocado como si nada a su novio ¿Quién diablos se creía?, pensó– ¿Kura pasa algo? –se separó un poco y alzo la vista para ver con aquellos ojos amatistas al albino que miraba hacia atrás de él, giro su vista un poco y sonrió, deshizo su agarre y con su mano le invito a venir.
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My Boyfriend, My problem ❤❤【Kleptoshipping】
FanfictionBakura Thief asiste a un internado, ¿La razón? Simple, fue llevado a este después de ser expulsado por un robo que no cometió, más no contó con que su novio fuera tan lejos como para seguirlo en el mismo internado en el que se encontraba él, sin emb...