Desperté con el sonido del despertador, que supongo había estado sonando hacía por lo menos 5 minutos. Salí disparada a mi cuarto de baño y me bañé en 10 minutos, me peiné y arreglé en 5 y baje a desayunar a mi hora de costumbre. Como siempre, el televisor estaba a todo volumen, esta vez mis hermanas estaban discutiendo por quién sabe qué cosa y mis padres estaban haciendo lo usual. Comí y estuve lista primero que todos. Ya quería ir a la escuela. Hoy iban a asignar el próximo libro de literatura que debíamos leer y estaba ansiosa por llegar.
En la escuela todo se sentía tan normal que por primera vez noté que no había nada interesante de lo que se estuviera hablando. Llegué a mi salón, a mi asiento y me acomodé para empezar mi día. Saqué mi libreta de cosas por hacer y anoté lo siguiente: Hoy haz algo increíble.
Después de esto, el día se hizo monótono. Mis hermanas se iban de excursión con su clase así que mi padre las recogería en el museo. En cuanto a mí, debía encontrar la manera de llegar a casa. Tenía dinero suficiente para tomar un taxi, pero estaba ahorrando para mi próxima visita a la biblioteca así que no quería gastarlo. Estaba considerando la posibilidad de que alguna de mis vecinas me llevara a casa pero casi nunca les hablo así que era un poco extraño pedir tal cosa. De repente, me sentí extraña, observada, vulnerable y salí de mis pensamientos para levantar la mirada y verlo a él. Mirándome como si me conociera íntimamente, me sentí algo incomoda pero luego hizo algo que no esperaba, sonrió.
Me saludó alegremente con la mano y fui hasta él, todo parece que alguien me llevaría a casa después de todo.
-Hola, ¿Qué haces aquí?
-Vine a buscarte. Tu padre me llamó y me dijo que no tenías como irte a casa y estaba preocupado.- ¿¡Es en serio!?
-Dios, mi padre está loco. Apenas te conoce y ya te pide favores molestos.
-No es molestia. No tengo problemas, acabo de salir de clases y mi escuela no queda muy lejos.
-Está bien –solo espero que no se vuelva costumbre, pensé.
Honestamente, esto de que me vean con alguien mayor, en carro tan lujoso y tan seguido debería molestarme pero me siento cómoda con él. De alguna manera, nuestras conversaciones fluyen sin esfuerzo. Su carro huele a perfume y a ese olor particular que tiene su ropa. Huele a él, justo el olor que sentí la noche que bailamos. Confirmé sus gustos musicales que concuerdan con su forma de vestir y su actitud de chico malo, una total contradicción. ¿Qué clase de padre deja a su hija con un chico que parece de todo menos serio? Se ve realmente bien con sus gafas oscuras, sin embargo.
Al llegar a casa el carro de papá estaba parqueado en la vía de entrada y él estaba sentado en las escaleras del porche, esperándome supuse. Para mi sorpresa, Dank aparcó y se bajó del carro para abrir mi puerta, haciendo alarde de sus buenos modales delante de mi padre el cual me dio un besito en la frente y estrechó su mano con él.
-¿Cómo te fue en la escuela preciosa? –me preguntó.
-Bien papá, ¿qué tal tu día en el trabajo?
-Bien princesita. ¿Y tú que tal Felipe? -¿Felipe? Había olvidado su nombre real, se me escapó una risita por el pensamiento y ambos me miraron con caras interrogativas.
-Bien señor Green –dijo Dank
-¿Quieres pasar a comer algo? -¿Qué?
-Seguro, estoy libre.
Los miré a ambos de la misma manera que ellos a mí por la risita. ¿Qué es lo que pasa aquí? ¿A caso yo no tengo derecho a opinar? Sin embargo no dije nada, me gusta estar con él, aunque para ser honesta me gustaría conocerlo un poco más.
Entré a casa, directo a mi cuarto y noté que mi ventana estaba abierta de nuevo. Fui a cerrarla y al acercarme vi que papá y Dank estaban discutiendo sobre algo que no alcancé a escuchar. Luego se rieron sobre algo que papá dijo y confirmé mis sospechas: mi papá y Dank se conocen desde antes. Quisiera saber desde cuándo y cómo. Pero, ¿por qué no me lo dijeron? Me siento algo asustada, ¿mi padre contrató a Dank para vigilarme? Primero la fiesta, luego estaba en la puerta del colegio hablando con papá y hoy fue a buscarme. Little Paranoia
ESTÁS LEYENDO
In my dreams
RomanceHoy he decidido escribir, el dolor me consume y no sé qué debo hacer así que haré lo que mejor me sale: escribirte. Te extraño un montón Issabella, tu vida ha de ser perfecta cumpliendo tu sueño lejos, tan lejos como estás ahora. Necesito un hombro...