Día 1:

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Compré este diario el día de hoy en un mercado que queda en las calles que están detrás de mi casa, dudo mucho escribir varias cosas en el, ¿Debería empezar escribiendo cosas como ''Querido diario''? No, ya no tengo 5 años. Ah si, en la parte de atrás dice que tengo que contarle sobre mi el día en el que escriba sobre ti, ¿Por donde empezar? Pues, mi nombre es Antonio Villalobos, tengo 18 años, mido 1.78 y estoy gordo, muy gordo, tengo piel que comúnmente es catalogada como ''prieta'' y vivo en lo que es catalogado como un barrio bajo. Supongo que es todo lo que debes saber sobre mi. Leí también por ahí que es bueno darle un nombre a tu diario, así que tu nombre por el momento sera... Darius... Si, Darius. En fin, Darius, es agradable tener alguien con quien hablar, pues vivo solo la mayor parte del día, claro, aun vivo con mis padres y mis hermanos, pero ellos realmente no cuentan. Ahora si, a lo que vienes, Darius:

Mi día empezó de forma... chistosa, si eso es un termino el cual se pueda usar en estos momentos. Al levantarme salí a tomar una caminata, mis padres no estaban, mi hermano estaba ebrio y mi hermana estaba trabajando. Decidí ir al centro comercial, con la esperanza de toparme a algún conocido con el cual platicar, para mi sorpresa, no me encontré con nadie. Tome el autobús para ir al centro, caminar un poco por la plaza, quizás comer en un restaurante relativamente fino... luego recordé que no cuento con dinero, solo con las monedas suficientes para el viaje a casa. Camine durante un rato, y extrañamente, note una cantidad de parejas algo inusual. ¿Cuando fue la ultima vez que me enamore? No enamorarme en un sentido tan superficial, pues es común en estos días enamorarse de la belleza física de una persona. No, yo me refiero al enamorarse de una forma en la que solo tengas ojos y oídos para esa persona especial. Supongo que la ultima vez fue con mi ex novia, Bibiana. Ella era un caso único y original, así como ella se describía. La conocí en un juego de computadora, al principio era una amistad normal, nada de cariño ni cosas por el estilo, hasta que ella se mostró muy cariñosa y, aunque me duela admitirlo, caí por sus encantos. Fui feliz, si, pero era una relación abusiva. Me hacia sentir mal conmigo mismo para luego decirme cosas bonitas, me contaba sobre los tipos que se la querían tirar (y como ella no los alejaba), me contó sobre su prodigioso ex novio, el cual hacia las mismas cosas que yo hacia por ella, y cada noche me hacia llorar para despertarme con un bello mensaje de buenos días. Si, la corte a los dos meses, fue algo incomodo por así decirlo, pues ella empezó a llorar, diciendo que yo era lo mejor que le había pasado en la vida, y que jamas podría vivir sin mi. Unos amigos me contaban como ella decía que tuvo que ir al psicólogo debido a que no podía superarme, mientras les contaba como era el sexo que tenia con un tipo ese mismo día. Contó varios secretos míos, varias de mis inseguridades e inventaba rumores estúpidos sobre mi, incluso una vez quiso jugarme una broma cambiando su nombre de usuario en ese juego, y hacerme creer que era alguien diferente, ''Ese mid no ayuda nada, es un inútil'', había dicho, yo quería contestarle con un ''Si crees que yo soy un inútil, deberías conocer a mi ex novia'', pero solo quedó en mi mente. Hace unos días vi que mi hermano le mandaba mensajes algo melosos, muy similares a los que yo solía mandarle. No le di importancia y seguí con lo mio. En fin, creo que ya cantinflee (Cantinflear: Desviarse de lo que uno esta contando) de mas, el punto es que al ver todas esas parejas felices, no pude evitar sentirme solo, extrañaba ese sentimiento amargamente dulce. El viaje de regreso fue mas interesante, pues alguien se sentó a mi lado y me saludó, casi como si conociera de toda la vida. Me sentí bastante confundido en verdad, y no tuve mas opción que seguir la conversación. Se llamaba Mariana, tenia 16 años y ya era campeona estatal de lucha greco romana. Hablamos hasta que se bajo rumbo a su destino. El autobús continuo su rumbo casi sin detenerse, aunque no pude evitar quedarme dormido. Al despertar estaba a unas cuadras de mi casa, al menos no estaba perdido. Decidí pasearme por el mercado, y ver que ofrecían los vendedores. Tras varios puestos te vi a ti, Darius, y opte por comprarte con el dinero que se supone era para comida (dinero que encontré de mas en mi bolsillo). Al llegar a casa mi hermano me grita, diciendo ''¿Donde chingados estabas?'', no le conteste nada y camine a mi cuarto, a recostarme y despejar mi mente. Al cabo de unas horas desperté (Ni yo me explico porque dormí tanto el día de hoy). Ahí fue donde te vi, y empece a escribir en ti. Mañana iré a inscribirme a la facultad, solo me queda rezar que haya espacios libres para la carrera que quiero.

Algo que he notado últimamente, es que también me siento demasiado solo, siento como si alguien en especifico. Al escribir eso, una voz hizo eco en mi mente, diciendo Brenda, creí que no escucharía jamas ese nombre... ¿Podrá ser que no la he olvidado?

La Balada del Triste Toño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora