De las miradas y otros mundos.

4. Síndrome de abstinencia.

Quizas no en todo consumidor llega ese punto en donde de alguna razon logran entrar en logica con lo que hacen, con la forma de vida que llevan, con el tiempo que se les ha llevado la droga y entonces deciden cambiar. Deciden hacer un alto muy fuerte en sus vidas para intentar volver a direccionarlas. Algo asi quise intentar, algo asi quise imponer en mi rutina diaria para evitar consumirla. evitar si quiera verla con sus llamativos colores en sus ojos, en sus labios, en su cabello. Colores que resaltan entre las otras pastillas, entre los otros cogollos, entre las otras botellas que contienen otras sustancias. Ella poseia el empaque diferente, apreciable, unico.
Afimo que escribi : "ALGO ASI QUISE" , y lo digo porque lo intente y no se pudo a la primera.
Tal cual le sucederia a un consumidor de alguna sustancia que quizas conoce el daño que esta le esta causando a su vida,pero sin embargo sigue en su consumo. pero no porque el lo quiera, (algunas ocasiones) la adiccion ya se ha despertado y el cuerpo ya lo reclama, lo anhela, lo ancia, lo exige, algo que conocemos como sindrome de abstinencia.
Podria hacer esta relacion con esta patologia, puesto que algo asi me ocurria. No queria de sus labios, no queria perderme mas en las galaxias de sus ojos, ya no queria viajar en las ondas de sus cabellos. Pero aunque asi lo quisiera no lo podia hacer, no podia dar ese paso. Me molestaba el tiempo que mi mente se ocupaba en meditarla, en las fantasias que llegaba a forjarse, en el tiempo que podia desperdiciar buscando su mirada, forzando un encuentro, era bastante mal. Fue entonces que di por hecho, llegaba la fase del sindrome de abstinencia.