Harry corrió por los pasillos de Hogwarts con la capa puesta y lágrimas resbalando por sus mejillas. Entro en su sala común y subió las escaleras hacia las habitaciones, abrió la puerta y la cerro tan fuerte que el portazo logro despertar a Ron, pero al castaño no le importó, su mente estaba en blanco, salvo por aquella escena. Camino lentamente hacia su cama y se dejó caer.
-¡HARRY! ¿DONDE DIABLOS ESTABAS?- dijo con tono de enojó y preocupación.
*Sollozos*
-Harry... ¿Estas bien?
- No Ron, no lo estoy... Ahora no quiero hablar de eso. Vuelve a dormir
-Esta bien... Descansa Harry.
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Harry soño con Draco. Con su bello rostro. Con sus ojos plateados. Con aquellos labios tan suaves, tan dulces, tan... Ajenos. Entre sueños el ojiverde derramo una lágrima, le dolía, el engaño de Malfoy le dolía, jamás lo había imaginado. En su sueño el rubio repetía una y otra vez la misma palabra la cual hería más a Harry...Perdóname... Perdóname... Perdóname
Quería hacerlo, quería no tomar en cuenta el único error que Draco había cometido, pero no podía. Estaba tan mal que no iba a clases, ni al gran comedor, ni mucho menos a los entrenamientos de Quidditch. Él sobrevivía gracias a Hermione, quien le llevaba diariamente comida a su habitación.
Pero a pesar de que comía todo lo que Hermione le llevaba, se veía realmente mal, aquellos ojos esmeralda estaban rodeados de ojeras, su sonrisa tan característica ya no existía, su mirada estaba perdida. Harry parecía estar muerto en vida. Pero como no estarlo, aquella persona que lo hacía tan feliz, ahora lo había quebrado, y no es posible que esas piezas vuelvan a juntarse... No por ahora.
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Quedate Potter
Teen Fiction-¡POTTER!, ¡POR FAVOR, QUEDATE!- grito Draco desde el otro extremo de la habitación. -¿PARA QUE?- contesto Harry con lágrimas en los ojos. -¿PARA QUE ME VUELVAS A ROMPER EL CORAZÓN?- salió del cuarto sin mirar atrás. al irse, un leve sollozo se hizo...