Las cosas no iban bien para Malfoy, pues ya había encontrado al dueño de aquella voz, era el desgraciado de Potter.
No le cabía en la cabeza el hecho del porque había soñado con ese mal-nacido, era totalmente ilógico. Aunque satisfactorio. En el momento que paso ese pensamiento por su mete, sacudió la cabeza llamando la atención de los Slytherin que se encontraban a su alrededor, se detuvo.-¿Qué miran estúpidos?- todos devolvieron la vista a su comida.
El rubio rodeo los ojos y se dispuso a perderse nuevamente en su pensamientos; entonces, lo recordó, el año anterior él y Potter habían acabado en la enfermería debido al partido de Quidditch, como en la mayoría de las veces ganó Gryffindor.
A la media noche un ruido logro despertar a uno de los chicos, claramente a Potter. Quien algo asustado cogió su varita, !!IMMOBULUS!! De la misma mesa de la que tomo la varita, agarro sus anteojos. -¿Malfoy?, ¡Oh, mierda!-
Paso un rato para que Malfoy volviera a la normalidad; maldiciendo a diestra y siniestra al ojiverde, el cual se resigno a escuchar y callar, pues sabía que había tenido la culpa...
-¡ERES UN IDIOTA POTTER!, PARA LA PRÓXIMA PREGUNTA ANTES DE DISPARAR ¿QUIERES?- a Malfoy le hervía la sangre, quería matar al mal-nacido, algo en él se lo impedía. No le dió importancia, sólo bufo y tapo su cuerpo con las sábanas para volver a dormir. Harry hizo lo mismo.
A la mañana siguiente los dos ya habían mejorado y vuelto a sus clases, ambos se tiraron unas cuantas miradas de odio para luego marcharse. Al acabar clase de posiones, los chicos se dirigieron al gran comedor para la cena, del lado izquierdo la mesa de Gryffindor, en el centro las mesas de Hufflepuff y Ravenclaw, finalmente al otro extremo de la habitación la mesa de Slytherin. En esta última se encontraba un rubio de ojos plata devorando un pastel de chocolate. Cuando de la nada...
-¿No creen que Harry es lindo?- dijo Pansy mordiendo su labio inferior.
-¿Que si el cara rajada es lindo?, Dios Pansy, casi vomito con tan solo pensarlo- aclaro Malfoy
-No se últimamente me resulta atractivo- la chica puso su dedo índice en sus labios- Dios tan solo mira esos labios, ¿Cómo será su sabor?-
-Pansy, por favor, estoy comiendo, o lo hacia, ya no tengo apetito- se levantó de la mesa y se dirigió hacia su sala común, cuando un pensamiento fugaz paso por si mente, -¿Que sabor tendrán los labios de Potter?- el rubio se sonrojo al instante, ¿Que diablos estaba pensando?, Pero tenía que saberlo. Corrió hacia su habitación, tomo pluma y papel, y comenzó a escribir.
Potter:
Veámonos en la sala de menesteres a las 11:00 p.m, es algo urgente. Enserio no puede esperar.
Draco Malfoy.
La lechuza emprendió el viaje hasta la habitación del moreno, picoteo dos veces la ventana, cuando finalmente Harry la abrió, tomó la carta y la leyó.
-¿Para que diablos Malfoy quiere verme?-
Vio el reloj, las 10:50 p.m. cogió la capa de invisibilidad, se la coloco y salió de su sala común. Al llegar pensó, "Quiero ir donde Malfoy" y al instante apareció frente a él. -¿Para que demonios quieres verme?- dijo Harry con algo de cansancio en la voz, -Para esto- Draco se armó de valor y se acercó al moreno tan rápido que esté no pudo ni reaccionar, para que finalmente sus labios se juntaran. En un tierno pero apasionado beso, al principio el ojiverde se opuso pero al final le correspondió aquel beso.
El rubio cubrió su boca al recordar aquel hermoso momento y todas sus preguntas se aclararon, él en verdad amaba a Harry. Y haría lo imposible para que "El elegido"... Lo eligiera
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Quedate Potter
Teen Fiction-¡POTTER!, ¡POR FAVOR, QUEDATE!- grito Draco desde el otro extremo de la habitación. -¿PARA QUE?- contesto Harry con lágrimas en los ojos. -¿PARA QUE ME VUELVAS A ROMPER EL CORAZÓN?- salió del cuarto sin mirar atrás. al irse, un leve sollozo se hizo...