Part. 3

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Malita la suerte que me tocó, ¡¿de todas las personas que hay tuvo que tocar él?!

De solo saber que cuando regrese a esa habitación estará ahí la ira comienza a crecer. Maldita boda, malditos códigos de amistad, maldito él que apareció en mi vida otra vez, ¿es que no podía quedarse en el pasado? Donde solo reaparecía en mis recuerdos y mi vida seguía su curso natural.

Necesito alejarme de él, no soportaré estos días tan cerca suyo. Además de ser sumamente incómodo, la historia no paraba de venir a mi cabeza, tanto los buenos como los malos. Nuestro tiempo juntos fue genial, casi perfecto, tal vez ese fue el problema, algo tan bueno no puede terminar de la mejor forma y eso lo sé muy bien.

Nunca quise tardar tanto en llegar a un lugar como ahora, debía buscar el traje para la boda para no tener problemas luego con Kate, es muy detallista y estoy seguro que querrá matarme si no tengo mi traje en el tiempo acordado. No quiso darme muchos detalles del traje solo que "sería clásico pero te quedará de maravilla".

Esta era la última semana de preparativos y me pidió (prácticamente me obligó) a que estuviera en estos días tan especiales en su vida. Prometiéndome que ella estaría cuando decida armar mi vida junto a otra persona, cosa que veo poco probable en mi situación.
Ocupo mucho de mi tiempo en el trabajo (cosa que en realidad no me molesta pero es agotador) y el resto lo ocupo en recuperar energías y distenderme.

Y peor ahora que tengo que compartir habitación con mi ex. En sí es una ventaja no tener pareja en este momento, no sería nada cómodo y mucho menos fácil explicarle la situación.

Cuando llego a la tienda el cielo estaba cubierto de nubes que amenazaban con desatar una espantosa tormenta, si, definitivamente mi suerte no mejoraba este día. Después de un simple trámite ya estoy con el traje en mis manos, las primeras gotas comenzaban a caer y la temperatura había bajado sumándose a la humedad del ambiente aun que no quería debía volver al hotel y enfrentar la situación en la que me encuentro.

Definitivamente prefería lidiar con un perro agresivo, (como con los que tengo que lidiar de vez en cuando en la clínica, ser veterinario no es un trabajo simple) a tener que soportar esto. Pero ya que, no tengo opción y no pienso darle el gusto de salirse con la suya, si quiere eso se topó con la persona equivocada. No me rindo, mucho menos frente a un idiota como lo es Gerard, este es solo el comienzo desgraciado, haré que te arrepientas de haber salido de tu casa.

Cuando llego al hotel la lluvia era más intensa y temía que el traje se arruinara. Sin perder tiempo voy a la habitación que para mi sorpresa estaba vacía pero aún estaba la maleta de Gerard, eso me da tiempo para guardar el traje en el armario no sin antes comprobar que estuviera bien. El protector que lo contenía había ayudado a que el agua no llegara al traje por lo que el mismo se encontraba en perfectas condiciones.

Ahora solo quedaba descansar un poco, disfrutar de esos minutos de tranquilidad como estaba planeado antes de que todo esto sucediera. Mis planes eran ayudar a la novia y después disfrutar de la comida de la boda, después regresar a casa para seguir con mi rutina. Fácil, pero los planes no siempre salen como uno espera. Esta vez fue más bien como una patada en la entrepierna.

Me recuesto en la cama después de quitarme la chaqueta y bufanda. Reviso mis redes sociales, siempre encuentro algo entretenido que ver. Creo que estuve en eso una hora y después me quedo dormido. Hasta que algo, mejor dicho alguien, interrumpió mi descanso me incorporo algo desorientado y veo a Gerard concentrado en su teléfono con auriculares puestos. Notó mi presencia pero simplemente me ignoró, cosa que agradezco, estoy seguro que si abría la boca la única respuesta que recibiría de mi parte iba a ser un duro golpe en el rostro.

Ganas de golpearlo no me faltan pero no quiero generar un alboroto en este lugar. La tensión generaba un ambiente pesado pero no había nada que hacer, solo soportar.
Cada cual concentrado en sus cosas, él en su teléfono y yo en contener mi ira. Era algo tarde y comenzaba a sentir hambre. El hotel disponía de un buen restaurante por lo que sin dudas salgo y voy a cenar algo.

No es huir solo no soporto el ambiente, no tolero su cercanía, no quiero que la historia se repita porque el único que sale lastimado soy yo, mucho me costó remendar esas heridas para que él en un momento tire a la basura todo ese tiempo.

La ira que siento antes era amor, amor que él se encargó de destrozar hace 5 años, sin arrepentimiento, con total frialdad y muchas veces me pregunté por qué, ¿Qué había hecho mal?, ¿apoyarlo y darle mi amor?, ¿haberlo ayudado con sus problemas?.

Tantas cosas vividas juntos para que ese día hace 5 años lo haya desechado. A veces las más grandes desilusiones vienen de las personas menos esperadas. Él sabía que mi vida no era fácil, que estaba pasando por un mal momento y lo único que hizo fue aumentar el peso de mis problemas queriendo acabar con todo.

No creo que se merezca una segunda oportunidad pero yo me merezco una explicación, su parte de la historia, por más dura o hipócrita que sea. Ya de esa persona espero cualquier cosa. Es como el comienzo, un desconocido, nunca sabré si lo vivido juntos alguna vez fue real para él.

Why i miss you?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora