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actualidad.

isak terminaba de arreglarse para ir a su penúltimo año de escuela, miró por su ventana. frente a él seguía el mismo jardín de siempre, con la misma casa del árbol y un poco más lejos, la misma casa de su mejor amigo.

trató de calmar sus pensamientos. desde hace tiempo sentía un tipo de atracción hacia even. se negaba a aceptarla, a él no le gustaban los chicos, simplemente no. estaba enloqueciendo, no quería aceptar era "diferente" a los demás- algo que había escuchado de muchas personas a lo largo de su vida.

even, en cambio, parecía muy seguro de sí mismo. había empezado a fumar, se había declarado bisexual. su vida parecía seguir el ritmo que él quería- algo que envidiaba un poco.

vio a even salir de su casa, el mayor vio con una sonrisa la casa de su mejor amigo y se dirigió hacia la puerta principal. siempre lo hacía.

al tocar la puerta, la madre de isak abrió, encontrándose con even, al cual le regaló una de sus mejores sonrisas.

"hola, señora valtersen."

"oh, cariño, sabes que puedes llamarme rose."

ladeó su sonrisa al ver a su mejor amigo observando todo.

"sí, lo sé... sólo venía por isak."

"déjame llamarlo, debe de estar..."

"no creo que sea necesario, rose."

"no lo es. adiós, mamá."-el menor dejó un beso en la mejilla de su madre y salió junto a even.

"¡adiós, rose!"-even sonrió abiertamente haciendo un ademán para despedirse.

"¡adiós, niños. cuídense!"

siguieron calle abajo, caminando hacia su escuela. reían de cualquier cosa, even ya había sacado un cigarrillo, ganándose una mirada de isak.

"¿qué?"

"te matarás por algo en tus pulmones si sigues fumando."

"oh, vamos. admite que me veo más guapo de lo que ya soy con un jodido cigarro en mi mano."

isak torció los ojos, haciendo una mueca graciosa. even solo reía, hasta que apagó su cigarrillo y jugó con los rizos de isak.

"si te molesta que lo haga, sólo dímelo. sabes que no me gusta hacerte enojar."

"no me enoja, evy. sólo me preocupa tu salud, el fumar no te hará bien."

"está bien, trataré de dejarlo."

isak miró directamente esos ojos azules que tanto lo enloquecían, negó un poco con una sonrisa en sus delegados labios y siguió caminando.

"cuéntame algo de las estrellas."

"¿qué?"

"sabes de lo que te hablo, isak. antes nadie podía callarnos mientras hablábamos sobre las estrellas. siempre me ha gustado que me cuentes ese tipo de cosas."

"yo... no sé qué contarte, evy. hace-hace mucho no hacemos lo de siempre."

"hoy. en la noche. en tu casa del árbol. ¿te parece?"

"oh- está bien. de acuerdo."

"nos vemos más tarde, ricitos de oro."-even se despidió con una bonita sonrisa, dirigiéndose hacia sus otros amigos.

sonrió poniendo los ojos en blanco al escuchar el apodo, sentía esas «mariposas en el estómago» cuando estaba con even.

era una jodida farsa. las supuestas mariposas en el estómago en verdad se sentían como los malditos aguijones de muchas abejas revoloteando dentro de él.

temía que su voz no saliera por culpa del nudo que sentía en su garganta o que sus mejillas estuvieran sonrojadas por un simple cumplido. estar con su mejor amigo se había convertido en una mezcla de sentimientos que no quería sentir.

tenía muchas sensaciones, las cuales nunca esperaba sentirlas con él. las negaba, no quería—ni podía—aceptarlas.

couple of kids ✦ evakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora