Canción: Yours. Ella Henderson
Dedicado a ti mi preciosa Oli ♥
Tres meses pasaron y las cosas no podían marchar mejor. En el instituto de pintura el grupito de arpías siquiera se atrevían a mirarnos y mucho menos hablar tonterías respecto a nosotros, tal parecía que yo las intimidaba, ja. Christopher, le sorprendió un poco la actitud de aquellas chicas respecto a él, nunca dio de que hablar y jamás había tenido un centenar de novias como ellas afirmaron dejando en mal su reputación, lo peor de aquello fue que un par de aquellas chicas estudiaron desde pequeñas con él, entonces mi novio le intrigaba porque se inventaron semejante película de ficción, sin embargo dejó de gastar energías cavilando en el pensar y comportamiento de esas chicas.
Abril, su ex, regresó a Italia, a su modelaje y pasarela, a su dieta extrema, ella estaba de vacaciones por lo que decidió regresar a París y con su visita buscaba reconquistar a Christopher, pero era tarde, su relación fue corta, salvaje e intensa, ella solo buscaba diversión y Christopher compromiso, así que las cosas no resultaron y fue ella quien rompió la relación, un año después, pretendía volver a engatusarlo con su jueguito, aquel día cuando se presentó con ella en el instituto fue una fastidiosa sorpresa para mi novio encontrarla esperándolo a la salida de su departamento, situación tediosa que le amargó la mañana, él sabía lo insistente que ella era y que no lo dejaría en paz, y que él por otro lado, debido a la manera como fue educado, le resultaba algo incómodo gritarle en sus narices que lo dejara en paz. No fue necesario que le vociferara aquello, ella sola se dio cuenta de lo que ocurría entre nosotros después que pasara cerca de ellos corriendo desesperada y Christopher fuera tras de mí. No hubo nada que decir, lo que está a la vista no requiere palabras.
—Quiero pintarte —le sugerí.
Nos encontrábamos en su departamento, nuestro refugió, allí pasábamos el resto del tiempo cuando queríamos estar a solas, en nuestro mundo y por ello había trasladado allí varias de mis cosas de pintura: pinceles, tubos de colores, un soporte, paleta, diluyentes y un caballete —regalo de mi novio— él se encontraba preparando la merienda y yo terminaba de pintar la Torre Eiffel vista desde su ventana, me llevó una semana pintarla mientras esperaba que secara la pintura, por lo general solía utilizar óleos tradicionales en capas muy delgadas y en unos seis meses estaría totalmente "curado" para ser un regalo o tal vez venderlo a alguna galería. Solía colocar mi firma en una esquina del cuadro, mi nombre tal cual salvo que la letra S, esta tenía una pequeña espiral al final.
Christopher, detuvo lo que hacía y me miró arrugando la nariz.
—¿Pintarme? —se rascó un ceja de manera graciosa y sopesaba mi pedido, algo que notaba en él era que si, le gustaba la pintura pero no le apasionaba tanto como a mí, algunas veces me acompañaba a pintar y terminaba pintando cosas graciosas como una casita, un sol, más bien eran dibujos de niño pequeño los cuales me causaban mucha gracia. Me acerqué a él, me encontraba descalza, lo hacía mientras pintaba, me despojaba de mis zapatos, no sé el porqué pero el calzado me molestaba a la hora de plasmar. Con un moño a medio hacer en mi cabeza con varios mechones sueltos, no podía acomodarlo por mis manos embadurnadas de pintura y con shorts de jeans, una franela de algodón sin mangas y mi delantal con una explosión de colores en este, caminaba despacito hacia él. Lo encaré con coquetería.
—¿Piensas negarte? Sabes que desde hace semanas deseo hacerlo —le robé un pico de labios. Me atrajo hasta él, con una mano me sostenía por la cintura, con la otra trataba de devolver mis mechones rebeldes a su sitio.
—No me gusta estar quieto, Siena, lo sabes —correcto, lo sabía de sobra, igual a una hormiguita, en constante movimiento, era extraño verlo tranquilo, a menos que durmiera, dormíamos juntos de vez en cuando, ya lo hacíamos, solía ocurrir mientras veíamos una película que fuese aburrida o sencillamente por el simple hecho de encontrarnos cansados, al principio resultó tan excitante estar juntos en su cama, sentir su piel tibia, su aliento cerca de mi rostro, su olor. Me metía a su cuello y soñaba con él. Continuaba observándolo, no apartaba mis ojos de los suyos, juro que no podría respirar con solo tenerlo a él observándome.
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Siena Borrador
Romance"Las dificultades preparan a personas comunes para destinos extraordinarios" C. S Lewis. Soy Siena y quiero comprobar por mi propia cuenta si esa frase es cierta. Puede que sí o puede que no, solo estoy rogando al cielo que sea verdad. Todos los de...