Capítulo 73 parte 3

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Chris: Bien…

- Tu: Chris …

- Chris: No – dijo serio – espero que te hayas dado cuenta que…

-Tu: Que? que mi reacción fue ridícula y sin fundamento?

- Chris: Claro que si… o puedes…

- Tu: No!! – dijo furiosa – no tienes que decirme nada, ya se que fui una ridícula, histérica y celosa, pero tú tienes que entender que...

- Chris: Lo sé… hasta yo quedé helado, pero eso no significa…

- Tu: Intentas decirme que la situación no ameritaba mi reacción?

- Chris: Si, fue tonta e infantil… - dijo quitándose la remera.

- Tu: Ah si? – dijo sacándose las botas y desabrochando la blusa - que pensarías si estando en mi casa a solas, baja Kevin o Robert, con mi toalla preferida alrededor de la cintura, con todo el torso mojado, diciéndome "_____ primor"? – Chris se puso rojo

- Chris: ¿Así te llamaba Downey?

- Tu: No, Kevin.

- Chris: Voy a…

- Tu: Que pensarías…

- Chris: No pensaría, porque te juro que no le daría tiempo a dar un paso, lo mato en…

- Tu: Te das cuenta? – no tienes derecho a avergonzarme más de lo que estoy.

- Chris: Te pasaste… le dijiste vieja – ella lo abrazó.

- Tu: Me perdonas? – dijo ella rozando su nariz con la de él.

- Chris: No hay nada que perdonar.. – dijo dándole un beso en el mentón - sólo que Miranda, se ha convertido en una buena amiga. – la miró – ella me ha contado muchas cosas de mis padres y Ernesto. Gracias a Miranda, voy construyendo un poco mi pasado, linda… no debes enojarte.

- Tu: Me perdonas por ser exageradamente celosa...

- Chris: No tienes por que serlo – dijo mirándola a los ojos – sabes que he nacido para ti… te he dado sobradas muestras de cuanto te amo, de que eres la unica para mi.

- Tu: En verdad? – él asintió. El calor y las ganas de tenerla nuevamente afloraron.

- Chris: Me muero por ti – dijo dándole un suave beso en el cuello – moriría por ti…

- Tu: No te arrepientes de haberme conocido? – él la miró arqueando una ceja- Es decir… no te arrepientes de estar conmigo? A pesar de que sea una gritona, histérica y celosa, si mañana te tocara morir...

- Chris: Que cosas se te ocurren…

- Tu: No, déjame saberlo.

- Chris: Y tú… si alguna vez estuvieras a punto de morir… te arrepentirías de haberme conocido? – ella lo miro con dulzura y le dio un suave besito en la boca.

- Tu: Preferiría morir mañana… a vivir cien años sin conocerte – dijo bastante segura – te he amado, en esta vida y en la anterior… si la hubiera tenido. Tu eres mi karma y yo el tuyo. Te amaré de la misma forma en la próxima aventura, porque sé que estarás ahí para mi, o yo te estaré esperando...

- Chris: Te amo, nunca lo olvides… me arrancaría el corazón del pecho si alguna vez te engañara ¿sabes por qué? Porque estaría engañándome a mi mismo. Tu formas parte de mi. ¿Escuchaste alguna vez esa historia de que uno nace con media alma, esperando encontrar su otra mitad?

- Tu: No tienes idea de lo que estas hablando ¿verdad? – dijo riendo

- Chris: Bueno, tienes razón, pero esa historia existe. Escuché que Faby le decía algo así a Joe, pero como siempre las historias me aburren y creo que no presté demasiada atención… Es eso o los besos ruidosos que tu hermano le daba, me desviaban la atención hacia el baño. Daban ganas de vomitar – rieron - ¿la sabes tú?

- Tu: Nop – dijo riendo – pero sé que intentas decir… - lo besó – somos como el yin y el yang - sonrió – opuestos que se atraen… ¡y mucho!! – él sonrió - El equilibrio, lo que tú eres yo lo complemento y viceversa. Somos dos almas solitarias que en algún lugar del camino, se juntaron y se hicieron una, indivisible…

- Chris: Esa explicación me gustó más … - la besó intensamente. Ella apretó su cuerpo al suyo, dejando que sus manos, hicieran lo que más le gustaba, acariciar la endiablada melena negra – diablos… ¡me encanta como me besas! - dijo perdido en sus ojos castaños.

- Tu: Cómo te beso? – Preguntó sorprendida.

- Chris: Besas divino!- y sin mediar más palabras, dejó que ella tomara las riendas. A fin de cuentas, ella le había enseñado cómo se besaba de verdad, con amor. Chris  se sentía feliz cada vez que esos labios cálidos se unían a los suyos. Cuando ella estuvo segura que necesitaban algo más que un beso, se separó y aún sintiendo la calidez de su torso desnudo pegado al suyo lo miró, y Chris  pudo ver en esos ojos castaños, felicidad y amor… todo para él.

- Tu: Señor Evans, le comunico que hemos perdido demasiado tiempo y usted, prometió llevarme a casa temprano…

- Chris: En ese caso señorita Miller  – dijo levantándola en su brazos - no se hable más. Lo que prometo… – la miró con picardía – siempre lo cumplo- Pero no la llevó a su casa, si no hasta bien tarde en la noche.

Aprendiendo a ser Romántico (Chris Evans Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora