Capítulo 4

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Segundo día de clases y seguía con mi récord irrompible de llegar tarde, si señores, era la reina de la tardanza. Pero después de todo, dicen que lo bueno siempre se hace tardar.


Para mi buena suerte la profesora de literatura no había entrado al salón ya que seguía en la puerta. Logré escabullirme sin que me vea y fui a mi lugar, que estaba ubicado justo en el centro del salón.


La hora iba pasando y con ello pasaban las materias del día, al llegar a la tan ansiada hora de matemáticas los bancos de las primeras filas fueron ocupados en su mayoría por el sector femenino. Al término del receso todas las chicas venían con exceso de maquillaje y la falda más arriba de lo usual.

Eideen entró y se dio comienzo a la clase.

—Me lo comería a besos. — balbuceo Bella dejando caer baba en mi precioso hombro.

A tan solo unos minutos de haber comenzado la hora, la clase fue interrumpida.

— Buenos días alumnos —anunció el director haciendo una gran entrada. De inmediato todos los alumnos se levantaron y con respeto le respondimos el cordial saludo.


— Bien, el día jueves de esta semana se estará realizando una salida desde cuarto año a sexto al Children of promise, en está salida educativa estarán incluidos todos los profesores de matemáticas y literatura. —de inmediato todos empezamos a gritar eufóricamente, pero el director seguía pidiendo silenció una vez más. — El día de mañana no habrá clases. Sin más, buena jornada escolar alumnos.


El salón estalló en gritos y aplausos, parecíamos unos niños de doce años festejando como si no hubiera mañana.

—¡Silencio! —gritó Eideen cortando toda la diversión, nadie pareció escucharlo, en cierto modo podría admitir que lo hacíamos apropósito. Eideen se fijó la hora y anunció tranquilamente. —El viernes hay prueba, estudien y buena suerte, nos vemos en la próxima clase.

Todos los gritos y aplausos cesaron al mismo tiempo que el timbre de salida se escuchaba por todo el salón, y fueron cambiados por gritos de disgusto. Las chicas, especialmente Bella se pararon inmediatamente para reclamar.

Recogí mis cosas y salí rápidamente mirando a todas las chicas a su al rededor, no podía acusarlo de nada, era normal que todas se lanzaran para que él las pueda notar, pero tenía una ventaja y era que ellas no habían tenido un baile caliente con su lindo profesor, eso era un punto a favor y me dejaba un poco más tranquila.

Al salir intente ubicar con mi mirada a mi primo, el pequeño Stevie, después de dos años había venido de vuelta a la ciudad. Al ubicarlo salí disparada hacía el y me recibió en sus brazos, estuvimos un largo tiempo en esa posición.

Una vez que terminamos con nuestra escena cariñosa giré para intentar buscar a Bella, error. Mi vista se encontró nuevamente con esos ojos que tanto me gustaban, su mirada era calculadora y de asombró, achinó los ojos y corrí la vista cortando el contacto visual.

Rápidamente logré sacar el celular entre tantos libros y le mandé un mensaje de texto, después de unos cuantos segundos respondió diciendo que se quedaba un rato más. Al entrar al auto unos brazos y unos gritos me recibieron, Raquel, mi prima.

Emprendimos camino hacia mi casa, luego de unas cuantas indicaciones nos encontrábamos en ella. El viaje estuvo bastante bien, nos pusimos al día con nuestras cosas, mientras Stevie iba manejando.

Al entrar a casa nos acostamos los tres al uniso en la cama.

—¿Desdé cuando el colegio permite que los alumnos asistan sin el uniforme? — preguntó Stevie cortando toda la paz que se había formado.

Sabía a quien se refería, había visto nuestro juego de miradas todo el largo rato. Lo que para mí había parecidos segundos en realidad fueron minutos, tantos que incluso Stevie me tuvo que llamar para irnos de una vez por todas.

— Ah, no te conté Raquel, tengo un nuevo profesor de matemáticas, como mucho 23 años debe de tener. — solté fingiendo desinterés.

— ¿Era tu profesor? — preguntaron los dos a la vez.

— Si.

— Me lo podría follar Eidie. — habló Raquel moviendo sus cejas de arriba hacia abajo.

Eso tenía respuesta y era un rotundo no.

— Tiene novia. — hablé rápidamente tratando de que sea creíble.

...

Después de unos largos minutos tratando de convencer junto con Stevie a Raquel de que nos acompañara a bailar, acepto. Nuestro plan era ir a un club un poco alejado de la zona, todos estuvimos de acuerdo y fuimos hacia el centro, aproximadamente eran dos horas de viaje. Pero definitivamente esas dos horas de viaje valían la pena, eran mejores y tenían mayor variedad en cuanto a los tragos.

Mientras que Raquel se colocó un vestido, yo opte por un short y un top de encaje.

Al llegar a Soon fuimos directamente a la barra y Stevie se encargó de todos los tragos, decidí que era suficiente por un rato y tiré de los dos para que vayamos a la pista. Durante un largo rato fuimos solo los tres meneando nuestras caderas hacía abajo, la verdad es que no teníamos problemas en absoluto, la confianza que se había formado con los años era única. De un momento a otro Raquel y Stevie se encontraban bailando como locos en la barra. Logré subirme y nos encontrábamos en la mira de todos, con Stevie pusieron nuestra canción de cumbia favorita y empezamos a bailar juntos como locos.

Una vez que bajamos lograron agarrarme de la cintura y arrastrarme hacia un lugar menos transitado.

— ¿Intenta provocarme señorita Larsson? — preguntó mirándome a los ojos.

No tenía idea de que Eideen se encontraba en esta zona, ni mucho menos en el mismo club. Pero ahora lo que menos quería es que se apartará.

Prohibido   [En pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora