Narra Yumie
No podía creer lo que mis ojos miraban, no podía creerlo.
Iori Yagami, el que no cae ante nadie tan fácil, arrodillado frente a mi...
Pidiéndome matrimonio....
Podía sentir como lágrimas se acumulaban lentamente en mis ojos.
Estaba en un shock total y sentí como todos me miraba pero yo no podía despegar la mirada de esos ojos azules.
Al parecer todos ya se habían preocupado porque estaba paralizada.
—"pero qué lindo Yumie... A ver a qué horas respondes estúpida, si no yo me lo quedo"—
Oi la voz de Yuki en mi cabeza
Y eso sí que no lo iba a permitir.
—lo lamento Yuki pero este hombre es mío y no dejaré que una desquiciada como tú me lo arrebate así que cállate y duerme"—
Sentí su risa algo malvada resonando en mi cabeza.
—solo lo haré una vez con el... Lo prometo, veremos quién lo hace gozar más en la luna de miel—
Y otra vez se vino otra risa pero ahora mucho más fuerte.
Y pronto oi la hermosa voz de mi querido Iori.
—¿Yumie...? ¿Te encuentras bien?—
Podía sentir algo de temor en su voz, quizá de ser rechazado por mi.
Era un tonto, por nada de el mundo sería capaz de rechazarlo.
Le sonreí con dulzura y acto seguido con algo de timidez le toque su mejilla.
—claro que si, nada me haría más feliz—
Note como se levantó y me abrazó con fuerza, solo pude quedarme asombrada, el comúnmente no hacía ese tipo de cosas.
Sentí mis mejillas sonrojarse, pero segundos después sonreí y pase mi mano suavemente por su cuello para abrazarlo.
Pronto pude sentir su aliento en mi oído.
—te debo el anillo de compromiso—
Dijo susurrando suavemente, sentí su mano acariciar mi espalda.
—ven... Te tengo una sorpresa—
Dijo con una sonrisa
El me tomo de la mano, la gente lentamente se fue de poco a poco y nosotros entramos a casa.Me guío a paso lento hasta el tercer piso y mire ahí unas corredizas de madera pero esta se miraba bastante dura, y pareciese que de nuevo... Mi futuro esposo leyera mis pensamientos.
—tiene una capa de acero, la madera solo lo recubre—
Asentí sin mirarlo, curiosa por la sorpresa apreté su mano algo emocionada.
El coloco su mano en la puerta y esta se abrió lentamente, dejando ver un pequeño santuario el cual estaba rodeado de ventanas y flores.
—Iori... T-tu me dijiste que tenía prohibido entrar aqui—
El me tomo las manos a lo que yo me di la vuelta para verlo a los ojos.
—ahora que serás mi esposa... Ya no...—
Dijo y soltó mis manos para llevarme cerca del santuario ya ahí nos arrodillamos en el futón que había cerca y mire como abrió el pequeño santuario.
Ahí adentro rodeado de terciopelo rojo, una piedra verde yacía ahí, está parecía un colmillo agujereado
—esto es el magatama... Es la reliquia de mi familia, con esto muchas veces encerramos a tu padre. Ahora... Que no casaremos... Como mi esposa tú tendrás que portarlo y demostrar... Que puedes protegerlo de cualquier cosa—
Mire como lo tomo y me lo colgó en el cuello suavemente.
—es un alivio pensar que mis flamas ya no dependen de ese objeto...—
Dijo Iori algo ido.
Creo que estaba contento porque al fin se había librado de la maldición que mi padre le impuso.
—I-Iori... ¿C-como fue que volviste a la vida?—
Pregunte sumamente curiosa.
—mire a tu padre en algo que creo que llaman limbo... Dijo que aún me necesitaba aquí y volví a la vida... Recuerdo haberte visto en el funeral y me ví en el ataúd. Tuve mucho miedo—
Yo me acerque a él y lo abrace tomando su cabeza.
—cualquiera tendría miedo... Nadie te culpa por ello, pero ahora... No estarás solo, me tienes a mi, a Jenny, a castiel, incluso a Ash—
El me abrazó con fuerza,
—¿Sabes? Me hiciste cambiar de la noche a la mañana... Yo estaría muerto de no ser por ti, me hiciste cambiar para bien y te lo agradezco... Gracias Yumie—
Dijo el sin dejar de abrazarme.
Segundos después nos separamos y nos miramos a los ojos... Y pude sentirlo... Pude sentir en su mirada todo lo que quería decirme.
No pude aguantar más y me acerque para besarlo.
Él supo de inmediato mis intenciones y me tomo de la cintura para acercarme más a él y besarme suavemente y con cariño. Era muy lindo y lleno de dulzura.
Narra Iori
No podía dejar de besarla, simplemente no podía... Así que sin dejar de besarla la tome de la cadera y la puse encima de mi.
Ella rodeo mi cuello con sus brazos mientras seguíamos besándonos.
No podía evitarlo... Quería entregarle todo lo que tenia, mi cuerpo... Mi alma... Mi amor...
Simplemente quería ser de ella
Me separé un poco y nos miramos a los ojos profundamente unos segundos.
Después de admirarla me levanté y ella me siguió y se levantó algo confundida, me acerque a ella y comencé a besar su mentón a lo que ella empezó a suspirar en mi oido, y yo sonreí complacido por ello.
Pase mis manos a lo largo de su espalda y ella comenzó a rodearme de nuevo con sus brazos.
Ahora pase a su cuello, pasando mi lengua lentamente por el y pronto comencé a desabrochar el listón de su kimono color negro, lo que hizo que este se aflojase un Poco, dejando visibles sus blancos hombros que yo me incline para besarlos suavemente.
Ella comenzó a suspirar mientras tomaba mi cabeza para que no parará de besarla, y después baje más su kimono dejando ver sus grandes pechos redondos.
Los admire y acaricie su espalda para comenzar a besar su clavícula.
—i-iori...-
Susurro Yumie así que yo me enderece para ver que necesitaba.
—¿Que pasa Yumie?—
Ella me miro algo preocupada
—¿Estás seguro de esto?—
Yo le sonreí levemente y le dije...
—estoy más que seguro... Aunque... Creo que yo debí de haber preguntado eso—
Dije algo burlesco para acariciar su cabeza
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La Salvacion De Iori Yagami
FanfictionYumie sakazawa una chica de 20 años, llega a la ciudad de south town de intercambio para estudiar la carrera de sus sueños, pero en un periodico ve que solicitan a una empleada en una mansion como sirviente de la casa, la paga era muy buena asi que...