Todo de mi

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Narra Iori

Había tenido un gran susto cuando pensé que había muerto, pensé que no podría ver de nuevo a Yumie. Eso sirvió para darme cuenta que me aterraba la idea de no estar con ella y eso también sirvió para darme cuenta de lo infeliz que era antes de ella.

Era momento de entregarme a ella por fin, era momento de consumar nuestro amor.

Continué besando sus pálidos pechos, concentrandome en lamer sus pezones y parecía que ella estaba más que encantada, pues comenzó a suspirar con más fuerza y abrazo mi cabeza para que no me apartase.

Con tremenda aceptación de Yumie comencé a deslizar mis manos sobre su cuerpo para finalmente bajarlo dejando ver todo su torso desnudo.

Me coloque sobre ella y terminé de desatar el nudo de su kimono dejando su cuerpo solo en ropa interior.

Ella me sonrió con amor y no pude evitar besarle de nuevo amasando sus pechos con mis manos

Oi que gimio suavemente y no pudo hacer más que enloquecerme. Baje una mis manos a lo largo de su torso de forma suave y terminé por introducir mi mano en su ropa interior y su estremecimiento hizo que mi erección diera un respingo pero cuando comencé a tocar entre sus pliegues húmedos

—Iori~...—

El escuchar mi nombre salir de sus labios de esa forma, simplemente fue demasiado para mí, estaba ya muy duro incluso estaba llegando a doler, mi respiración estaba comenzando a agitarse

Narra Yumie

Las manos de Iori pasando por mi cuerpo simplemente me estaban enloqueciendo, el tacto áspero y fuerte de sus manos pasando por mi piel, la forma en la que amasaba mis pechos que cabían de forma perfecta en sus manos, pero cuando su mano empezó a tocar, abriéndose paso entre mi entrada, no pude evitar gemir su nombre y eso pareció encender más a Iori pues de inmediato introdujo sus dedos en mi interior y comenzó a moverlos lentamente, pero yo ya no podía más.

Sin pensarlo dos veces le empuje y quedé encima de el, sabía que le gustaba que tomara el control y lo confirme al sentir su miembro erecto rozando mi trasero, así que de forma descarada comencé a moverme encima de él y los gruñidos de Iori solo hacían que me mojara más.

Comencé a desvestirlo dando suaves caricias y besando su cuello, pasando por sus clavículas, llegando a pecho bien marcado hasta que llegue a su entrepierna que estaba cubierto por un boxer negro.

Sin dudarlo ni un momento saque al miembro de su prisión, y podía sentir la mirada de Iori en mi pero me detuvo un momento para sentarse recargando su espalda en uno de los grandes pilares del lugar.

Me acerque y tome el miembro entre mis manos comenzando a masturbarlo de forma suave mientras no apartaba la vista de Iori que suspiraba mientras tenía sus ojos entreabiertos clavándome su mirada.

Mire su miembro con algo de atención, estaba muy duro y podía ver cómo comenzaba a secretar líquido preseminal dándole un brillo singular a su glande, no podía resistirme.

Aún moviéndo mis manos abrí mi boca muy cerca de su miembro y note como Iori se tenso más al sentir mi respiración cerca, estaba disfrutando mucho de sus reacciones, a pesar de que ya habíamos hecho algo similar seguía disfrutando de sus reacciones.

Con suavidad di un leve lenguetazo al glande y mire con morbo la reacción de Iori que soltó un pequeño gruñido y cerro los ojos con su boca entreabierta.

Con una sonrisa algo traviesa seguí dando lenguetazos leves y note como Iori luchaba por reprimir sus leves gruñidos, por un momento temí a qué Yuki saliera a la luz por la nueva actitud que había tomado al ver a Iori en esta situación, situación que yo estaba dominando.

La Salvacion De Iori YagamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora