después de la tormenta viene la calma

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Narra Yumie

Desperté de momento algo confundida por el lugar en el cual me encontraba, mire a mi alredor para darme cuenta de que estaba en el altar de los Yagami. Mire a mi lado y ahí se encontraba Iori dormido con su respiración acompasada mientras sus piernas y abdomen estaban cubiertos por el mi kimono ceremonial y yo tenía puesto la parte superior de su yukata.

Tenía que despertarlo ya, si alguien nos encontraba así... Dios que vergüenza.

—iori...—

Musite de forma suave colocando mi mano en su hombro esperando que eso bastará para levantarlo de su letargo pero solo reaccionó con un quejido y se volteo levemente así que no tuve de otra que tocarle con un poco más de fuerza mientras decía de nuevo su nombre, pero un gemido de asombro me azotó cuando el de forma rápida tomo mi muñeca y se colocó encima de mi con una sonrisa burlona.

—patetico, tu defensa es muy debil—

Yo rei de forma alegre —eso no cuenta, me tomaste totalmente desprevenida— le dije acariciando su mejilla de forma suave a lo que el sonrió débilmente

—siempre tienes que tener la guardia en alto ¿Y así te haces llamar luchadora de King of fighters?—

De nuevo rei y le sonreí llena de amor, no podía pedir más ese hombre era especial, quizá muchos se dejaban engañar por la falsa aura de intimidación que el daba, ahora sabía por qué había actuado de esa manera, no quería lastimar a nadie y sentía que si alguien se acercaba a el terminaría lastimado, y lo entendí a la perfección, pues había sucedido algo similar conmigo y Yuki.

—iori... Te amo—

Musite y el deshizo un poco su sonrisa frunciendo el ceño tuve algo de miedo de que hubiera dicho algo incorrecto pero de inmediato me tranquilizarlo sus palabras.

—calma mujer... No me voy a morir de nuevo—

Yo lo bese y el respondió de inmediato para rodearme con sus brazos en un lindo abrazo que me decía todo, ese "también te amo" indirecto, sabía que a Iori le costaba algo expresar sus emociones, no lo culpaba.

Segundos después se separó y puso su mentón en mi hombro, parecía disfrutar del momento y eso me alegraba a sobremanera

—tambien te amo Yumie—

Yo sonreí como estúpida por sus palabras en mi oído y no dude en abrazarle con más fuerza pero caí en cuenta de algo y aunque no quería tuve que terminar el hermoso momento que estábamos teniendo.

—iori... Tenemos que ducharnos y bajar por el desayuno—

Escuché un gruñido algo bajo de fastidio provenir de el y yo sonreí por su comportamiento —que coman solos, no me importa—

De nuevo rei suavemente por sus palabras, si que parecía un niño caprichoso, solo negué suavemente y me levanté para cubrirme bien.

—ah cierto... Tengo tu ropa—

Musite al ver que tenía su yukata puesto, que cubría solo hasta mis muslos, el sonrió algo divertido con la vista que le estaba dando

—tranquila... Todos están abajo, nos nos verán, y si nos ven no me importa, pronto serás mi esposa—

No pude evitar sonrojarme con su comentario, era cierto... Iori pronto sería mi esposo, no me lo podía creer, toda mi vida había cambiado de forma radical, quien diría que por culpa de Yuki llegaría hasta este punto. Parecía completamente irreal, un sueño.

—tienes razón—

Musite agachando la cabeza y el me miro con algo de preocupación levantándose con la parte inferior de su yukata que se coloco

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⏰ Última actualización: Aug 04, 2021 ⏰

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