Carta dos: Los amigos

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A veces nos cuesta hacer amigos. No todos somos sociables y no todos conseguimos amigos a montones sólo por conocer a una persona.

A veces tenemos la suerte de encontrar a gente increíble en el camino; esas personas que son como ángeles caídos del cielo que aparecen en el momento indicado.

No digo que no perdamos a gente en el camino, porque siempre perdemos a alguien por ahí, pero cada uno que se va deja algo en nosotros. Sí, sé que quien se va se lleva una parte de nosotros, pero siempre va a llegar alguien a reparar y darnos esa parte que perdimos.

Los amigos son la mejor cosa que nos puede pasar en la vida, pero sólo los verdaderos.

Hay amigos verdaderos y amigos falsos. A veces cuesta identificarlos. Los falsos son los que lastiman a la gente; aquellos que no nos quisieron nunca. No pierdas la esperanza porque  existen todavía personas descentes que te van a amar tal cual sos. Si ves que alguien te hiere una y otra vez, alejate de ella porque ese es alguien completamente falso; no sólo en las amistades también en el amor. Son embusteros que viven para engañar y usar al resto.

También están los amigos que son verdaderos. Son aquellos que se quedan a tu lado pase lo que pase. Te aceptan tal cual sos y te perdonan cuando te mandas una cagada. A esos, por favor, no los dejes ir nunca.

Ahora tengo que contarte que también hay amigos que están a mitad del camino. A lo que me refiero con esto es que ellos no son malos con nosotros. A veces tampoco son buenos pero sabemos que podemos contar con ellos. No les confiamos tanto como a los completamente verdaderos pero todavía sirven.

Quizás por eso se dividen las amistades en amigos y mejores amigos. Los primeros son los que están a la mitad y los últimos son los que son completamente honestos.

Y por supuesto, están las escorias que no pueden ni llegarle a los talones a los amigos. Son gente que no sabe lo que es respetar al otro. Esos son los mentirosos o amigos falsos previamente mencionados.

Bueno, en conclusión, cuidense de los malos y quédense con los que los aprecian por quienes son y no por quienes fingen ser.

Me voy,
              Atte.
                        J. I. 😘

Cartas de una chica ordinariaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora