Decir que la clase le fue tediosa era quedarse corto. Las palabras que había escuchado en la fiesta, el contrato, absolutamente todo le estaba carcomiendo el cerebro poco a poco, sintiéndose como en una mala película.
-Señor Black- lo llamaron, pero él estaba en sus propios pensamientos, ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor- ¡Señor Black!- el gritó del profesor lo sacó de su mundo y se percató de que todos lo miraban conteniendo la risa por ser reprendido por uno de los profesores- ¿Me puede decir qué aconteció en 1750?
¿1750? A Andrew le era imposible unir una idea con otra y menos en la hora de aquella materia la cual detestaba. Historia.
-Yo…Yo…
-¿No lo sabe?- le preguntó con cara de pocos amigos.
-No- contestó agachando la mirada y viendo claramente el bendito título del libro.
-Entonces le aconsejo señor Black, que deje de divagar por su mente y preste atención a su clase, la cual, aunque no le resulte, ni entretenida, ni fascinante, debe aprobarla para pasar de año- le contestó y el profesor comenzó a mirar a todos sus alumnos para poder continuar con su monologo.
Cuando escuchó el timbre de salida, agradeció que el profesor no se hubiera percatado de que se había ido por las nubes en sus pensamientos.
Tomó todas sus cosas, intentando salir lo más rápido que podía, pero, un brazo delante de la puerta se lo impidió.
-¿Dónde crees que vas?- le preguntó una voz que le resultó demasiado familiar para sus oídos.
-Hoy no tengo tiempo para juegos de niños Gregory- le dijo de mala gana y sacó el brazo, pero, como siempre, lo amigos de este se encontraban en el pasillo, esperándolo.
-Creo que te estas confundiendo capullo- le dijo y colocó un brazo detrás de su cuello y sonrió, viendo cómo los otros tres chicos se acercaban a ellos- Y dime princesita- Gregory acercó sus labios a sus oídos- ¿Cómo la pasaste anoche?
Gregory, era el único que sabía en toda la bendita universidad, sobre el trabajo que Andrew hacía. De todas las personas que había en aquel lugar, justo tuvo que ser con el peor se llevaba.
-¿Quieres divertirte un rato?
Andrew volteó un poco su rostro para encontrarse con el de Gregory a tan solo centímetros.
-¿Qué te parece si te digo que paso?
Una media sonrisa apareció en los labios de Gregory, antes de golpear a Andrew en el estómago, quien se encogió por el dolor, pero no llegó a caer al suelo, porque Greg lo tomó de la remera y lo sostuvo.
-¿Eso contesta tu pregunta?
Andrew levantó la vista, aun con el rostro reflejando el dolor que sentía y no se opuso cuando Gregory y otro lo tomaban de los brazos y los arrastraban hacia uno de los baños para hacer lo de costumbre. Golpearlo. Humillarlo. Tratarlo como si no fuera una persona, pero para su suerte de aquel día. Algo los detuvo a los cuatro.
Andrew levantó la vista, encontrándose frente a ellos, a una mujer rubia con el ceño fruncido, con unos pantalones ajustados y una remera de mangas largas, por la baja temperatura que hacía de color negro. Elaine.
Fulminó con la mirada a los cuatro chicos y luego calvó su mirada en Andrew.
-¿Qué creen que están haciendo?- les preguntó, sin quitar sus verdosos ojos de él.
-¿Qué… qué haces aquí?- le preguntó Gregory con un temblor en la voz.
-¿No les dejé muy, pero muy claro lo de ayer?- le preguntó y esa vez, si había dirigido su mirada a Gregory.
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Entre el bien y el mal [TERMINADA]
AkcjaPorque el bien y el mal, van de la mano. Porque es como la luz y la oscuridad. Donde hay luz, hay oscuridad. Y donde hay oscuridad, siempre hay luz. Como el tigre y el dragón. Como el Ying y el Yang. Porque uno siempre se enc...