Secretos.

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A pesar de mis sentimientos contradictorios, no podía pensar en lo que le estaba pasando a mi madre. Unos segundos después, todo fue muy confuso, mi madre se levantó como nada y siguió con su marcha, como si nada hubiese pasado. Fue normal cuando vi que se sorprendió al ver una desconocida en el rincón de su casa.

-Mamá, esta es mi amiga, Hoshi.- Dije con un tono tembloroso y alterado.

-Hmm. Podrías avisar la próxima vez de que traes amigos, ¿no? -Dijo con su tono de enfado habitual.

Hoshi y yo nos fuimos a mi habitación, obviamente iba a empezar un curioso interrogatorio pero teníamos que evitar que mi madre nos escuchara y las paredes eran de papel.

-¿¡Que cojones ha sido eso?!- Pregunté alterado y con un tono casi susurrante.

-Creo que tengo que explicarte muchas cosas... Vamos a mi casa y te lo contaré todo. Además, aquí corremos peligro.- Confesó tragando fuertemente.

Salimos de la habitación muy rapidos y me despedí de mi madre desde la puerta para evitar a toda costa que me impidiera salir.
Llegamos a su casa. No había nadie. El aire se sentía frio y la soledad reinaba en aquella pequeña casa.

-¿Y tus padres?- Pregunté extrañado.

-Murieron hace cientos de años- Contestó con naturalidad.

Me sorprendí mucho. Hoshi empezó a bajar las persianas y a cerrar las puertas con llave. Y aquí empezó todo.

-Bueno, verás...- Empezó sin saber que decir- Yo no soy humana.

Me quedé muy sorprendido y se me nubló ls vista.

-Que no eres, ¿qué?

-Por favor, no me interrumpas hasta que termine de contartelo todo y las cosas serán más fáciles.- Respondió con seriedad y a la vez temor- Yo no soy humana, sólo utilizo vuestra apariencia para camuflarme entre vosotros, soy una fugitiva. Soy una Piels, puedo transformarme en la criatura que desee a cambio de un pequeño sacrificio, como un animal o un insecto si no son grandes cambios, en mi caso no lo son.
Existen tres realidades o dimensiones diferentes, la Primera Dimensión, en la que estamos ahora y residen los humanos. Los demás habitantes de las demás dimensiones tienen prohibido venir aquí a no ser que sea mandado por los K.Ders o por los altos cargos. Los K.Ders son los que me buscan. Son cazarrecompensas y no dudan en matar a un humano con tal de sacarle información sobre su objetivo.
En cuanto a la Segunda Dimensión, es la dimensión en la que yo resido. Millones de especies conviven entre ellas y no pueden mantener contacto con la especie humana, cosa que más adelante sabrás por qué. En la Tercera Dimensión se encuentran los altos mandos de las dimensiones y los K.Ders, la nobleza y sus mercenarios.
Ahora mismo estamos en tres sitios y dimensiones a la vez, aunque no podamos ver ni sentir a las otras, estamos todos en el mismo universo pero en distinto espacio y tiempo. Es como un caos ordenado.
A esta dimensión sólo pueden pasar los que tienen un permiso especial, Palx, una especie de barrita pequeña de base circular de aproximadamente un centímetro la cual se cuelga con una cadena de diamante de forma horizontal, o se pone en un anillo de diamante también, ya que el Palx es un material muy especial que sólo funciona junto a este otro. Este tipo de cosas los tienen los K.Ders, mis perseguidores.- Terminó exhausta de tanto hablar- No tienes mucho tiempo para las preguntas, adelante- Confesó con rapidez.

-¿Por qué yo?

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⏰ Última actualización: Jun 02, 2019 ⏰

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