Se subió y empezó a frotar nuestras erecciones
Suspiré pesado
No podía dejar de probar sus labios, eran una jodida droga
Nos separamos por falta de aire y en un movimiento bajó hacia mi cuello para dejar suaves besos que me ponían mas duro de los que estaba
Me sacó la camiseta y siguío mordiendo, besando, chupando mi cuello y pecho
Hacía conmigo lo que él quería
Seguía frotandose hasta que en un momento se bajó y se arrodillo entre mis piernas para dejar besos en la zona baja de mi abdomen
Jadeé cuando sentí que pasó su mano por mi dura erección
-Quiero ser tuyo- susurró en mi oido
