Observé el cielo. Unas nubes grises amenazaban con desencadenar una tormenta. La gente parecía alterada por el mal tiempo, corrían buscando un refugio mientras refunfuñaban porque la lluvia estropearía su ropa cara. Creo que la gente es demasiado superficial, solamente se preocupan por hacer crecer su exterior, en vez de su interior. La gente está perdiendo unos valores muy importantes. La familia, por ejemplo, siempre ha de ser importante para cualquier niño. Sin embargo, ahora los padres miran más lo su bien que por el de sus hijos. Si el niño llora, le darán el móvil, para que no les moleste. Las cosas están cambiando, a peor. Lo más triste es que a la gente que no le ha pasado mada en su vida es más caprichosa, más mimada, más egoísta y egocéntrica. Creen merecer todo, porque siempre le han dado lo que se les antojara. Y al salir a la vida real, es cuando se llevan una gran sorpresa, comprobando que en la calle eres una persona más.
El viento empezó a soplar con fuerza y unas pequeñas gotas comenzaron a caer. Un relámpago, un trueno. La gente corría hacia terrazas, porches y portales. Gotas caían por mi cara. Tendrían que apreciar más a la lluvia, son los días más bonitos para mí, pueden ser apagados, pero son más íntimos, más acogedores. Recuerdo reuniones en el salón junto a la chimenea, todos sentados contando historias y anécdotas. Risas y cariño. Algo que añoro con fuerza. Fue una buena época, ahora nadie tiene tiempo para eso.
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Sempiterno
RomanceAlessia ha tenido una vida muy difícil. Su pasado es oscuro y prefiere no hablar de ello. Esconde secretos que la dañaron y afectaron en su personalidad. Su vida se volvió fría, y se fue distanciando de sus amigos y familia. Hasta que un día conoce...