Mentes ruidosas

CAPÍTULO 6- la primera grieta.

Han pasado algunos días desde el acto conmemorativo del parque y los Loud empiezan a llevar su agitada vida de rutina, las colas en el baño, la pelea por el lugar ideal en vanzilla o en la sala para ver televisión, aunque estas últimas actividades ya son un poco menos enredadas ya que Lori y Leni tienen ahora televisión en su cuarto y también ambas son las felices nuevas propietarias de un automóvil, productos ambos de las primeras ganancias del trabajo de Leni como diseñadora de modas, ella también se ha preocupado de renovar o darle a sus hermanos cosas que ya estaban viejas o a las cuales no tenían acceso por falta de recursos, Luna tiene guitarra nueva y un amplificador de última tecnología, Luan ha visto renovado su guardarropa para la empresa "negocios graciosos" además de una nueva cámara, aunque está algo extrañada de que Leni se la diera condicionada a quitar su cámara del cuarto que ocupan las mayores, Lucy aceptó con reservas la colección de maestros del terror edición de lujo que le fue obsequiada pero que agradeció internamente ya que había suspirado mucho por ella, Lynn tuvo por fin el equipamiento completo y nuevo de todos los deportes que practicaba, las gemelas obtuvieron muchos juguetes, Lola nuevos vestidos y Lana un terrario nuevo para Brincos e izzy, así como libros sobre animales, Lisa tuvo nuevo instrumental científico y equipo de seguridad para poder hacer los experimentos sin riesgos y Lily obtuvo nuevos juguetes y una cuna con un protector de plexiglás reforzado a prueba de químicos y gases tóxicos diseñada por la propia Leni y construido por ella y Lisa, quien no pudo negarse a un proyecto tan interesante, el día que la segunda hermana mayor diera el último regalo a sus hermanas Lincoln estaba emocionado, pensaba que Leni lo había dejado al final por ser hombre y posiblemente tener más dificultad para escoger que regalarle, ya se había desilusionado un poco cuando de Lynn pasó a Lucy brincándolo y siguiendo con las menores, casi se diría que lo dejó de lado, él no quería parecer interesado o impaciente, así que esperó tanto como pudo y se hizo a la idea de que era complicado para su hermana saber que darle, pasaron dos días y Lincoln no solo no recibía nada sino que ni siquiera veía que Leni se preocupaba de decirle algo o darle una pista, nada, solo la veía ir y venir ocupada de mil asuntos que eran suyos y de su familia, Lisa vio a su cada vez más triste hermano esperar su regalo día tras día y también se preguntaba si Leni lo hacía a propósito, las otras también lo habían notado y estaban a la expectativa del olvido o desprecio de su hermana mayor hacia Lincoln, la única que no parecía preocupada era Lori, iba y venía con Leni de la escuela en su auto nuevo y hablaba con Bobby todo el tiempo por el nuevo cel de última generación que su compañera de cuarto le regalara, se entendía que ella, al ser la mayor y ser compañera de cuarto, tuviera más beneficios pero el olvido hacia su hermano parecía ser a propósito, hasta los padres habían recibidos varios regalos y solo Lincoln estaba sin ningún regalo que le demostrara el afecto de su Leni mas que los efusivos abrazos o los saludos constantes y cariñosos de su hermana, el chico también notó que sus demas hermanas dejaron de preocuparse por este olvido, solo veia a Lucy y Lisa algo reservadas pero nada más; al llegar el fin de semana Lincoln ya no tenía esperanza alguna de recibir algo y después de avisarle a su madre, salió a casa de Clyde para reunirse con sus demás amigos, tendrían un maratón de películas de terror y pensaba que eso lo animaría un poco, los demás Louds fueron saliendo también hasta dejar en la casa solo a las mayores, en cuanto se supieron solas empezaron a hacer llamadas telefónicas, y en menos de una hora llegaron dos camiones que descargaron cajas y cajas que entraron a la casa bajo la supervisión de Lori mientras Leni daba instrucciones en el interior, momentos después todos los muebles de Lincoln eran puestos en la calle y Lori puso un anuncio de venta de garaje en el jardín, habían pasado algunas horas y los muebles empezaban a venderse cuando Lincoln volvió, había olvidado llevar una chamarra y sabiendo que volvería algo tarde regresaba por una, al irse acercando noto a la gente en su jardín, le extrañó que nadie le hubiera dicho nada acerca de una venta de garaje, lo único que se le ocurrió pensar, y al acercarse más reconoció algunas de sus cosas en manos de la gente que pasaba a su lado, corrió asustado recordando los no tan lejanos hechos después del asunto de la mala suerte, no podía creer que algo así se repitiera, la familia estuvo a punto de desintegrarse después de que su vecino, el señor Quejón, llamara a la policía y a los servicios de protección al infante, caro les había salido a sus padres el hacer caso a las locas ideas de sus hermanas, ¿qué estaba pasando ahora?, llegó a su casa corriendo y entró buscando a quien encarar, estaba enojado, si esto se repetía entonces el mismo llamaría a la policía y pediría que se lo llevaran de ahí, habían ido ya muy lejos, en el piso de abajo solo había algunos hombres que no reconoció charlando en la cocina mientras Lori les daba unos refrescos, justo iba a entrar cuando escuchó ruidos de taladros y martillos arriba, subió con un temor cada vez más grande y al llegar al pasillo y ver hacia su habitación cayó de rodillas, no había puerta, solo montones de cajas con algunas de sus cosas y tablas viejas y apolilladas recargadas en la pared, dentro, Leni daba instrucciones a algunos hombres que trabajaban, se escuchaba la voz de su hermana apagada por el ruido pero firme diciendo