CAPÍTULO 8

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Algunos rayos de luz se volaban por las orillas de la cortina, indicando la salida del sol y que el día de hoy apenas comenzaba.
Comencé atando mi cabello en una coleta alta y continúe poniéndome el uniforme. Coloque mis zapatos y baje a desayunar, en la mesa se encontraba mi hermana Saffie sentada al lado del tío Maxie.
Me senté el comedor y tome mi desayuno con lentitud.

-Que linda estas hoy, Princesa.

Me removí incomoda en la silla tratando de alejarme lo mas que pudiera de él.

-¿Yo también soy princesa, tío Maxie?

Saffie pregunto de manera tierna, no pude evitar sonreír, era tan inocente que no podía permitir que algo malo le pasara por mi culpa.

-Por supuesto que si.

La risa de Saffie lleno en silencio que había en la cocina, alegrando la casa un poco.
Por debajo de la mesa pude sentir las manos de Maxie tocar mis piernas he inmediatamente me puse rígida y comencé a respirar con dificultad.
Los ojos se me llenaron de lágrimas, pero teniendo cuido de no dejar caer ninguna. El timbre sonó, asiendo que me levantara del asiento rápidamente sabiendo que eran mis padres quienes vendrían a llevarnos hoy a la escuela.
Al abrir la puerta me lleve una sorpresa, no eran mis padres, si no otro Maxie. Sentía el corazón en la garganta y los músculos de mi cuerpo rígidos. Me gire como pude a buscar a Saffie, pero ya no la vi, solo podía escuchar su risa a lo lejos suplicando que dejara de hacerle cosquillas.
Antes de que el otro Maxie pudiera alcanzarme subí corriendo a la habitación de mi hermana mientras la escuchaba gritar.

-Becca, ven por favor.

Las risas de Saffie fueron disminuyendo hasta ya no poder escuchar sus gritos y llantos. Subí las escaleras lo mas rápido que pude y abrí la puerta de mi habitación encontrando a mi hermana en un rincón con sus rodillas en el pecho mientras sollozaba.

-Becca, ven por favor.

Me acerque a ella tomando la mano que me ofreció y me quede abrazándola hasta que nos quedamos dormidas.

-¡Becca!

Abrí los ojos al escuchar la voz de Saffie. Por la ventana podía ver que hace varias horas había salido el sol.
Mis manos continuaban temblando y no respiración seguía irregular, sentía el cabello pegado al cuerpo por en sudor que había causado aquella pesadilla.

-Estoy despierta.

Nadie me contestó, me quede sentada en mi cama por unos minutos mas, recordando el infierno que había vivido con el Tio Maxie, a pesar de que de eso había pasado hace mas de 10 años, el verlo de nuevo había desenterrado todo lo que luche por esconder. Las pesadillas había vuelto, mas reales que nunca.

A las tres de la tarde acompañe a mama al supermercado, ocupaba despejar mi mente y encerrada en mi habitación no iba a lograrlo.
Durante el trayecto no pude evitar voltear a todas partes, con la sensación de que alguien nos seguía por detrás. Mama se daba cuenta de mi actitud tan extraña y sobretodo la ansiedad que me embargaba.

-Becca

El timbre de voz hizo que me quedara petrificada. Mi cuerpo se tenso, mis manos temblaron y respiraba con dificultad.

-Mira, cariño- Dijo mama antes de salir del súper- ¿Ya viste quien esta ahí?

Maxie estaba de pie con los brazos extendidos, con una sonrisa torcida en los labios, que daba la impresión de ser una mueca. Mama lo saludo con un gran abrazo, obligándole a hacerlo yo también.
A pesar de la pijama que llevaba, su mirada recorrió todo mi cuerpo, haciéndome sentir asquerosa. Sus manos se posicionaron al rededor de mi cintura, acercándome a él.

Mi cuerpo completo se paralizó.

Me sentía cómo una princesa, amaba sentirme como una princesa. En vestido rosa que llevaba puesto hacia verme como tal. Mama y papa decían que era hermoso y que parecía una princesa sacada de un cuenta de hadas, también mi tío Maxie decía que era una verdadera princesa, pero no me gustaba que lo hiciera, él es malo y por eso no me gusta.

Esta vez no dejare que el miedo acabe conmigo, no de nuevo.
Me solté de sus agarre lo mas rápido que pude, sin que mama notara el movimiento tan brusco.
Al llegar a casa, Saffie se lanzo a los brazos de Maxie, ella lo adoraba y el a ella también, aunque no de una manera filial.

Mis padres y mi hermana estaba felices de tenerlo en casa después de varios meses sin verse, yo por en contrario estaba encerrada en mi habitación esperando que se fuera de la mi casa. Podía escuchar las risas por parte de Saffie, como cuando eramos pequeñas. Ella feliz, yo indiferente.
Antes de las 7, llegó Antoine, el ahora novio de Saffie y mi jefe.
Johana, mi madre abrió la puerta de mi habitación sin antes tocar, lo cual hizo que me irritara un poco.

-La cena esta lista

-No tengo hambre

Dije para que se fuera y me dejara sola. Tardo unos cuantos segundo en entender que no quería estar con la familia.
Rebusque debajo de mi cama la caja rosa que tenia desde que era niña, donde guardaba las fotos con mi hermana y con mis padres.
Cuando la encontré la abrí para encontrarme con las fotos de cuando cumplí 8 años, una fiesta donde todos se habían divertido, menos yo.
Estuve viendo las fotos hasta que una me llamo la atención.
Estaba Maxie dándome un beso en los labios, seguramente habré tenido diez años. Tenia las manos en la espalda y encima las manos de Maxie, tenia la mirada abajo y tenia lágrimas en los ojos.
No podía recordar el momento exacto de esa foto, ni de muchas otras ya que era muy pequeña. Pero había otras que recordaba con amor, como la primera foto con Saffie, cuando recién había nacido.
La tristeza se apodero de mi como un remolino y la poca fuerza que aun guardaba en mi,la había destruido por completo.

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Una disculpa de verdad por haberme tardado mas de una semana en actualizar, no les pondré pretextos, de verdad. Espero que les guste mucho! Haganme saber con un voto que le gusta la historia por favor! Y comentem!!! Me harían muy feliz.
Pronto subiré otro capítulo como recompensa de mi tardanza!

Los amo!!!?

Andrea❤💕

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