Después de la 7 de la noche cuando me disponía a cenar el timbre sonó, al abrir la puerta me encontré a un Jack Parra sonriendo, despeinado, vestido de lo mas sencillo y con un, para nada normal, ramo de rosas.
Por educación ( y porqué es mi jefe) lo invite a pasar, preguntándome a que se debía tan "honorable" visita. Su mirada me recorrió de pies a cabeza, con una lentitud para nada placentera haciéndome recordar que traía pijama que consistía en un short sumamente corto y una blusa de tirantes color blanca.
Al ver que note como me desvestía con la mirada se acercó a darme las rosas.
-Te traje flores- Sonreí y las tome para ponerlas en un florero, -Espero que te gusten - Continuó -Las escogí pensando en ti
-Gracias- en realidad me había dejado muda, jamas creí que Jack algún día me regalaría flores mucho menos que fuera en mi casa.
-En realidad- Comenzó a hablar mientras me recorría con la mirada -Te ves muy bien- evite hacer gestos groseros y deje que continuara hablando mientras nos sentábamos en el sillón.
Me empecé reír, sabiendo cual era su objetivo y para evadirlo me levante del sillón, recorrí la cortina de la ventana mas grande para encontrarme con Aspen en su casa (obviamente) sentado en el sillón sin camisa.
En el momento que Aspen volteo a verme el brazo de Jack rodeo mi cintura y acerco su boca a mi cuello. Aspen dejó de ponerme atención y volvió a lo suyo.
Somos adultos y se perfectamente lo que Jack pretendía al besarme, quería llevarme a la casa, cosa que no iba a permitir.
Siguió rodeando mi cintura, solo que ahora estábamos de frente.
Gire un poco mi cabeza a la ventana y me asegurarme de que Aspen estaba ahí, para poder rodear con mis brazos el cuello de Jack y permitirle besarme.
Sabiendo lo que implicaría dejarme "tocar": seguí el juego, moví el cuello para que él pudiera encajar perfectamente sus labios sobre mi piel a la vez que sentía como sus manos me aferran cada vez mas cerca a su cuerpo. Tenia la sensación de que el chico que estaba besando estaba necesitado de sexo, quizás de amor o tal vez solo de compañía, podía entenderlo, tantos años dedicados al trabajo que se ha perdido la importancia de vivir.
-Tantos años conociéndonos-hablo mientras besaba mi clavícula y continuo- Supongo que sabes que es lo quiero y que es lo que vine a buscar- me reí y lo solté para caminar hacia el sillón, notando que Aspen había cerrado la cortina y no podía verle. Me senté tomando una actitud ligera y cómoda aunque en realidad estaba intrigada por su manera de dirigirse hacia mi.
-Quiero proponerte algo- guardo silencio un momento, mientras se acomodaba en el sillón a mi lado.
La manera en que actuaba hacia notorio su nerviosismo y la actitud relajada se esfumo por completo.
Se había puesto tan serio que tome su mano y le dije:
-Adelante, te escucho-
Suspiro pesadamente y comenzó
-Eres muy guapa y tenemos tiempo conociéndonos aunque, sobretodo en el ámbito laboral, eres impresionante- dijo recorriendo mi cuerpo con la mirada nuevamente. Cuando me di cuenta de lo que pretendía me arrepentí de haberle permitido besarme.
-Eres una mujer soltera y por lo que veo seguirás siendolo- Dijo riendo, claramente, estaba burlándose de mi.
No comprendía el rumbo que tomaban sus palabras así que me quede callada, sonriendo y esperando a que continuara hablando.
-Siempre me has gustado y quiero proponerte un encuentro casual-lo mire incrédula - ya sabes -dijo evitando mirarme a la cara- como no tienes novio ni pretendientes puedo ser yo quien te haga "el favor" -Se quedo callado esperando mi respuesta.
En el momento que iba decir algo Saffie entro saludando energéticamente. Excelente hermanita, llegaste en el mejor momento.
Jack se levanto y se dirigió a la puerta mientras sostenía mi mano, al salir de mi departamento me hablo por ultima vez.
-Piensalo-dijo ya para irse y le Sonreí un poco tensa.
-Ya tengo quien me haga el favor-Dije mientras movía la cabeza en dirección a Aspen, que estaba regando las plantas mientras tenia un cigarro en la boca.
Para despedir a Jack le sonreí y le cerré la puerta en la cara.
Mi estómago me recordó que todavía no cenaba y tome la comida que Saffie había traído para mi, evadiendo a toda costa el bombardeo de preguntas que mi hermanita tenia en mente.
Me puse a pensar en que había muchas que imaginaba estando sola y aburrida, a veces, el hecho de que estaba sola me atormentaba en los días mas grises y en otras ocasiones me alegraba de aceptar a cualquier tipo para mi.
De niña soñaba casarme con un príncipe y vivir en un palacio, de adolescente anhelaba sacar a Patch del libro para que fuera totalmente mio, pero ahora, después de varios años sin mi familia cerca y con pocos amigos, regreso el temor a la soledad.
Siempre deseé tener cosas por mi misma, una casa, un carro, una mascota que alegrara mi vida y un novio que cumplirá mis altas expectativas en el amor.
Hoy después de varios años, yo Becca Blair de 26 años, me invadió de nuevo el miedo a estar sola, según yo, no buscaba amor en mi vida, si no éxito, éxito que merezco después de tantos años de estudiar, en triunfar en el mundo de los empresarios, un lugar donde se tiene la idea de que las chicas no somos capaces.
Según mi jefe, yo necesitaba un hombre, ¿Para qué? Para que me sostuviera cuando estuviera vulnerable aunque jamas había estado vulnerable salvo hoy.
Y todos esos miedos volvieron por culpa de las palabras de Jack.
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WOMAN
RomansaLa vida de Becca siempre ha sido aburrida y rutinaria, del trabajo a a casa y de casa al trabajo. Muy pocas veces sale con sus compañeros de trabajo y cuando lo hace toma algo que no tenga mucho alcohol. Esta felizmente soltera y agradecida de no te...