Vincent salió de darse una ducha, se había quedado más tiempo del acostumbrado debajo del agua, pensando en qué le diría al chico que vendría a verlo. No se creía que Jeremy quisiera hablarle, no después de lo ocurrido. Pero cuando Scott le informó de la situación no pudo evitar tener un sinfín de sentimientos: alegría ya que una pequeña parte de él tenia fe en poder arreglar las cosas y que no todo estaba perdido con el castaño, tristeza por el hecho de que quizás sólo le pediría ser amigos o, peor, que nunca más se vieran, nervios al hecho de que no pensaba bien al estar cerca suyo, y un poco de frustración por el asunto de su enfermedad, nunca quiso que aquél problema pasase, y claro que no fue lo más inteligente de su parte apartar sus medicamentos de su vida, o esperaba que el menor lo comprendiera, y aunque no estaba claro si tendría una oportunidad, sabía que si jugaba bien sus cartas, podría estar siempre cuidando de su pequeño rollito de canela que lo volvía loco ( y después de aquella experiencia, era más que obvio que lo volvía loco).
Se vistió con un pans de lana color azul marino, una playera blanca de manga corta con el emblema de una feria a la que fue, y unas pantuflas verdes pasto muy suaves al contacto. Aunque estaba cansado, hablaría toda la noche si era necesario para arreglar las cosas con su amado, y lograr un consenso de lo sucedido.
Estaba preparando un poco de té verde, tenia su televisor encendido y, para tratar de calmar todo su ser, puso una película de sus favoritas, "Intouchables", extrañamente se sentía identificado con aquel filme, imaginando a Scott como Driss y a él mismo como Phillipe, pero con las personalidades invertidas. Agradecía enormemente la amistad que tenían, aunque a veces era una pesadilla el hecho de que Scott pareciera una madre sobre protectora por su "estado" sabía bien que lo hacía por que estaba preocupado por él.
Suspiró pesadamente, caminaba a su sillón con su taza llena de aquel liquido relajante, se sentó y miró el televisor. Parecía que su paciencia daba frutos, todo ese tiempo se había guardado las ganas de hablar con Jeremy solo para disculparse, pero Scott le pedía que no lo hiciera, que esperara a que Jeremy se acercase a él, y ahora era el momento. Estaba más relajado, casi al punto que su cuerpo le recordaba su cansancio, sólo esperaba que esos dos no tardasen tanto o quedaría dormido en su lugar.
El auto de Scott llegó al estacionamiento de la casa de Vincent, era blanca con café, de un sólo piso, con una entrada de auto, un jardín delantero algo pequeño, con un duraznero creciendo y una piedra con el numero "458-b" escrita en negro. Los dos amigos adentro del vehículo estaban riendo y sonriendo, contaban anécdotas de sus horas de trabajo con sus respectivos compañeros. Ambos bajaron aún entre risas, los nervios de Jeremy ya se habían desaparecido, se sentía cómodo y seguro.
-El pobre de Vincent tuvo que soportar a ese pequeño demonio jalándole su cabello y usándolo de caballito solo por su cumpleaños.
-Pobre Vincent.
Su risa fue casi un susurro para que el dueño de la casa no los oyese, pero aun así se les salía una que otra carcajada.
-Sí, hoy fue un día pesado para él.
-¿Eso pasó hoy? - Jeremy llevaba su maleta colgando se su hombro y el postre en una mano.
-Sí, no ha sido el mejor mes para él, pero sigue aquí y es lo que importa, o al menos para mi.
Al oír eso, el castaño se sintió mal, todo ese tiempo no había hablado con Vincent, ni siquiera lo veía, más bien trataba de evitar verlo, pero lo ocurrido, si Mike y Scott tenían razón no fue su culpa, sabía que su actitud era más por miedo, pero eso no quitaba que Vincent pudo haberse sentido peor que él.
-Vamos, Jere', es hora.
Caminaron a la puerta, Scott sacó sus llaves y abrió la entrada, dejó entrar primero a Jeremy, éste caminó por un pasillo blanco lleno de cuadros, no los miró, sólo caminó.
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Decisiones. - JereMike (FanFic en Español)
Fanfic//FNAF// Yaoi// M+M // (+18) // FanFic -Sabes que no importa lo que decidas, te seguire amando ¿verdad?- preguntaba mirándolo a los ojos cristalinos del contrario, quien ya temblaba y el dolor le estaba llegando a hacer un hueco en el pecho. -Lo sé...