Capitulo XII: A Mil Por Hora

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Entonces, ¿se supone que yo me quede ahí como buen pendejo viendo como otro la mira con lujuria y ella no hace nada al respeto? Sentí como mi sangre hervía y oprimía mis dientes del coraje que sentía.

¿Celos Emmet?

Para nada, ella no era nada mío, no debía sentir que me la estaban arrebatando. Si, eso sentía, lo admito y ella no parecía notar que yo estaba ahí.
Llevábamos hablando varios días, he admitido que quiero conocerla pero parece no importarle. Y entonces ¿PORQUE ME DEBE IMPORTAR A MI? Soy el gran Emmet, en este instante se que muchas de las chicas que están aquí desean bailar conmigo o simplemente añoran que les hable de casualidad. Sin embargo, yo la quiero a ella, que ella me mire, que me hable, es más, deseo con todo el corazón que arme una trifulca y me grite. Como cuando la conocí. Bien, me he vuelto un patético por ella. Abrí mi tercera cerveza y con coraje me la tomaba sin quitar los ojos a la escena. Gil se entretuvo hablando con el cantinero y no veía por lo que estaba pasando, que por lo que ya saben, esto que estoy pasando es a causa de la malicia de él. No sé si era calor o el malhumor que tenía en esos instantes, pero me sentía sofocado. A causa de eso, decidí irme de allí. Si Jeyline quería hablarme, bien, que me busque, si es que no se cansa de escuchar a idiota con el que habla. Me levante del asiento y sin decir nada, camine hacia la salida. Me encontraba de nuevo en ese silencioso pasillo como ante sala al evento y respire profundo.

¿Porque siento esta prepotencia? ¿Porque tengo que pasar por ese mal rato de verla con otro? ¿Porque no vino a donde mí? ¿En realidad no le importo? ¿Estoy perdiendo mi tiempo?

Primera persona en la que me fijo, primera persona con la que deje mi egoísmo atrás. ¿Todo eso para qué? ¿Para desilusionarme de esta maldita forma? Ahora entiendo porque siempre mi carrera debe ser primero, esto de dejar entrar a tu vida a una persona, es el peor error que comete el ser humano. Se me fue la autoestima al suelo, le había tomado cariño a esa chica, me gusta COÑO lo admito. Mire a la derecha y al fondo se veía un paisaje hermoso. Decidí dirigirme hacia allá, era un balcón que daba a ver las montañas iluminadas por una luna llena brillante. Una que otra casa se veía, y la brisa que había era fría pero agradable. Eso me ayudo a relajarme un poco. Saben, yo no soy así, se los puedo asegurar. Desde que me convertí en un influencer, no tengo tiempo para malos ratos como este. Las niñas no pueden entrar a tu mente cuando eres famoso, pueden joderte de sobremanera. Si, Jeyline es una niña, niña que no debí conocer, me fascinó desde el primer momento y aunque me dije que no, seguí con mi interés por ella. Lo cual me esta costando ser como originalmente y de fabrica soy. Debí mirarla como las demás, sin importancia. Ni siquiera soy de las personas que hablan consigo mismo. Eso lo consideraba estúpido, eso te maltrata el cerebro. ¿Porqué mis dudas? ¿Porque mi inseguridad? Si puedo estar con quien quiera y no me rechazaran
Pero el issue es que quiero a Jeyline, y me esta matando que ni me haya hablado. ¿Ven? Es absurdo que este así por una niña.

Me incline poniendo mis hombros al borde de la baranda para apreciar la vista en silencio, sentía como mi corazón tomaba de nuevo su ritmo cardíaco normal. Una risita me saco de mis pensamientos pero ni me dedique a voltear. Tiene que ser una niña tímida viniendo a donde mi a tomarse una foto o algo. Sentía su presencia detrás de mi, obviamente, como si solo me observaba. No sé si esperaba a que yo me volteara, no iba a suceder, estaba muy molesto como para atenderlas ahora.

-Te ves raro sin tus camisas casuales- no puede ser, pensé.
Me voltee rápido sin pensarlo dos veces, mi corazón quería irse tras esa voz. Mis ojos automáticamente buscaron los de ella. Ahí estaba, con una reluciente sonrisa, con sus manos entrelazadas como esperando que yo diría. No puedo creer lo hermosa que era. Nuestras miradas se conectaron y yo ahí petrificado, supongo que mi cara era todo un poema en ese momento.

-y tú sin causar dilemas, te desconozco- respondí siguiendo su modo de burla.
Hubo un silencio después de eso, ella minimizó su sonrisa y camino hasta el borde del balcón. Parándose a mi lado y apreciando el paisaje. Yo hice lo mismo, y ese silencio era reconfortante, tal vez porque ella estaba junto a mi.

-Hermosa Luna- dijo apreciando ése satélite natural que hoy... brillaba más que nunca.

-No se compara contigo ésta noche- contesté mientras la miraba, se sonrojó completamente y bajo la vista aguantando la risilla que iba a salir de ella, poniendo sus labios en una fina línea. Me recordó aquel día.

-No tienes vergüenza alguna, ¿verdad?- me dijo jocosa sin atreverse a mirarme.

-¿Vergüenza? ¿Porqué debería avergonzarme?- dudé desconcertado.
-Por decir tales mentiras- respondió.

-No miento, vergüenza debes sentir tú al no creerme. Te he sido sumamente franco desde que te conocí- le dije sin titubeo.

-Claro-solamente dijo. Suspire, ¿siempre debía ser tan arrogante?

-Te vez hermosa- le recalque.

-Ya me lo dijiste Emmet- me dijo entre risas, volviéndose a sonrojar. Me encantaba cuando eso pasaba y mas porque era yo quien lo causaba.

-Y no me cansaré de recordarte ése gran detalle-respondí.

-Gracias- dijo y conecto esos ojos tan embriagantes con los mios.

-Haz causado revuelo con tanta belleza por lo que veo- le dije indiferente, o tratando de ser.

-¿Ah sí? Por que lo dices- me contesto y no paraba de sonreír.

-Tú sabrás a lo que me refiero, no solo yo te he visto tan reluciente.- contesté y mire la luna para verme mucho mas indiferente

-No entiendo de que hablas Emmet- decía entre risas.

-Ay no te hagas Jeyline- respondí desesperado

-No sé, dime tú- decía aún sin entender, no creí que fuera tan desesperante hablar con ella.

-Ese chico con él que hablabas, obvio notó que estas bellísima y obvio se te acerco a hablarte. Vi, vi como te miraba, te podía quitar la ropa con sus ojos- Le dije todo eso tan rápido, por el enojo de recordar esa escena.

-Ohhh ¿hablas de Francisco?- contesto con tal tono de normalidad que me subió la presión .

-Con que tiene nombre y es Francisco.-dije afirmando-Con que tiene nombre y TU YA LO SABES- añadí recalcando las ultimas palabras y con ambas manos la señale cuando las pronuncié. Luego las guarde en el bolsillo, desesperado miro para otro lado para tratar de controlar mi...enojo. Ella estalla en carcajadas y seca las lágrimas que se le escaparon por tanta risa y se abanica con la mano como si estuviera asfixiada

-¿Acaso yo...-empezó a decir recuperando el aire -¿Acaso yo estoy presenciando a un Emmet, celoso?-

-¿Celoso yo?- pregunto ofendido -JAMÁS- le grité de forma no tan salvaje.

-Entonces, si te dejo aqui con tus pensamientos y me voy a bailar con Francis no te molestará ¿cierto?-preguntó con esa normalidad de nuevo.

-¿QUE TU QUE?- le respondí muy alterado tanto que me doy cuenta y recupero la postura lo cual la hizo estallar en risas.

-Si prefieres estar con el, bailar con él pues bien te felicito es tu problema- respondí cruzando los brazos.

-Emmet estás celoso- preguntó sorprendida.

-¿COMO PRETENDES QUE ESTES CUANDO PREFERISTE ESTAR HABLANDO CON EL QUE CONMIGO PRIMERO, COMO PRETENDES QUE YO ESTE NORMAL CUANDO YA TE SABES HASTA EL NOMBRE DE ESE SUJETO AL QUE QUERÍA ANIQUILAR CUANDO TE MIRABA DE MANERA TAN MORBOSA? OSEA JEYLINE ME GUSTAS Y NO SOPORTO LA IDEA DE QUE AHORA PREFIERAS IRTE CON ESE TIPO
NO SABÍA QUE IBA A VERTE ESTA NOCHE, NO SABIA QUE ME ME IBAS A GUSTAR MUCHO MAS CUANDO TE VI CON ESTE ATUENDO TAN PERFECTO EN TI. OSEA ME GUSTAS Y SI, ME VOY A ENCOJONAR SI DECIDES IRTE CON ÉL-y así es como yo perdí mi orgullo.

Muchos por mi, pero yo por ella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora