Bienvenida al mundo real

CAPITULO 3

– Déjame, no te dije que puedes tocarme, yo que sepa no te lo autorice – me separe de sus brazos con brusquedad mientras me alejaba.

El muy estúpido sonreía

Ei bonita- exclamo y yo regrese a ver, si lo se quizás me vi muy desespera pero no pueden negarlo sus ojos son hermosos.

- Acaso no te olvidas algo – pregunto sosteniendo mi celular en sus manos con una sonrisa de burla – que esperas para darme idiota, primero me abrasas y ahora tienes mi celular-dije sin más acercándome de nuevo a él esperando a que me lo entregara.

-Solo porque me has hecho el día te lo devuelvo pero para la próxima me pagas este favor – luego de decir esto choco su hombro contra el mío y continúo con su camino pero una corriente recorrió todo mi cuerpo, en el instante en el que rozo mi piel, fue extraño.

Me dirigí al estacionamiento de seguro Frederick ya se encontraba ahí, él es nuestro mayor domo todos los días después del colegio venía a retirarme ya que aún no tengo licencia eso es triste depender de alguien, de seguro mis papas lo mandaron como siempre, sin él no podía salir según ellos.

Y ahí mismo esta, en el mismo puesto de siempre

Hola Fred- lo salude mientras entraba al auto

Como esta señorita, sus padres la esperan en casa- lo último que menciono me tomó por sorpresa ya que si se encontraban en casa después de las tres era una mala noticia

Uff- resople.

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Al llegar a casa el carro de mama y papa estaba en el garaje, no quería verlos, fingen preocuparse por mí, siempre es lo mismo desde pequeña nunca han estado conmigo piensan que con darme solo cosas materiales ya está pero no es así de vez en cuando los necesito, todos los necesitamos en algún momento así sea para un solo abrazo o palabras de aliento de las personas que te trajeron al mundo pero no...

Y ahora que, no tengo más opciones, Fred abrió mi puerta y baje.

-Hola cariño como estas- pregunto mi madre acercándose para abrazarme mientras mi padre solo me veía y movía ligeramente la cabeza como forma de saludo, siempre ha sido así de frio así que no me sorprende.

¿Porque están aquí?- pregunte directamente, el mundo ya se encarga de dar vueltas no creen, tenía que ser directa.

-Me fue muy bien mama gracias, y a ti que tal te fue- contesto mi mama molesta por mi comentario.

-Lo siento, pero me sorprende verlos en casa, Fred me dijo que tiene algo que decirme no es así? – pregunte sin más esperando a que me contestaran.

-Sí, es así en menos de media hora tenemos que estar en el aeropuerto, saldremos de viaje por negocios y no vendremos hasta el sábado por la noche, sabes que nos gustaría llevarte pero no podemos esto es más importante y lo sabes- dijo mi padre como si nada.

Perdón porque sus negocios sean más importantes que yo, no sería la primera vez

- no, no tienen que preocuparse siempre es los mismo pero saben cada vez me importa menos lo que hagan o dejen de hacer yo no les pedí nada así que pueden largarse cuando quieran es su casa no? – dije lo que tenía que decir y subí a mi habitación cerrando con fuerza la puerta.

Que no se molesten en subir hasta acá para despedirse que yo no lo pienso hacer.

Cerré mi puerta con seguro encerrándome en mi habitación, mi escondite, ese era mi mundo, al que pertenecía era el único lugar a donde podía escapar y me sentía yo misma.