Simples iluciones

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Chris despierta, lo primero que ve, es el blanco techo de su habitación. Con un poco de sueño, se levanta.
Listo, con ropa cotidiana (camisa celeste, jeans y zapatillas negras), sale de su cuarto y baja las escaleras para desayunar. El paso era lento, Chris, simplemente quería disfrutar de la temperatura de la mañana, la cual era perfecta.
Al llegar a abajo, un montón de gente grita en un tiempo:
-¡¡Feliz Cumpleaños!!
Chris se sorprende, los observa a todos.
-¿Qué...qué es esto?-Dice agradecido y con una gran sonrisa.
Ahí estaban todos, Bill con su novia, Karen, Todd y Justin, uno junto al otro, Troy sacando fotos, Natalie y Rebeca abrazadas del brazo, los dos hermanos, Andy y Linzy, Ayleen con una sonrisa, Cristen soltera. Todos estaban para celebrar el cumpleaños de Chris.
-Alto. Alto. Abran paso.-Dice una voz.
Desde el centro de la sala, donde estaba la gente, aparece Robert.
-Aquí viene lo importante.-Robert indica algo.
De la multitud, aparece la madre de Chris con una torta de cumpleaños. Hay un leve silencio.
-Hola cariño. Felices 17.-Dice la madre con una gran sonrisa.
Todos observan con los ojos abiertos como platos.
-Vamos amigo. Pide un deseo.-Dice Bill aun abrasando a Karen, ambos, como siempre, enamorados.
-Si Chris. Vamos.-Aclama Todd acercándose un poco. Él es uno de los mejores amigos de Chris.
-Hey. Chris, desea algo bueno.-Dice Rebeca tomando un poco la mano de Chris, pero, posteriormente, la suelta.
Chris observa a todos nuevamente, felices, alegres, más que nunca. Nadie tenia nada de malo. Nadie golpeo a nadie, nadie mato a nadie, todos, en absoluta salvación.
Chris suelta una pequeña lagrima, se acerca al pastel, mira a su madre, abrazada de su novio (y padrastro) Robert.
-Chicos. Los quiero.-Dice Chris finalmente.
-Nosotros también te queremos Chris.-Dice Karen.
-Obvio. Eres un gran compañero Crome.-Dice Natalie.
-...casi un hermano más.-Complementa Linzy.
-¡Hazlo amigo!.-Dice Justin.
-¡Desea!-Grita Troy sacando una foto.
Chris se acerca aun más, las velas iluminaban su rostro.

El pueblo estaba calmado, Will y Alicia estaban en su casa jugando con su bebe recién nacido, él cual, parece que iba a ser un gran hombre.

Chris se dice "Deseo que siempre estén conmigo. Y que nunca se alejen de mi lado.". Después de unos instantes, mira de nuevo a sus amigos y sopla las velas apagando su fina y débil llama. Todos gritan con alegría.
La madre de Chris, toma un vaso y una cuchara pequeña. Los golpea finitamente entre si, produciendo un agudo sonido para llamar la atención. Nadie pone atención, simplemente, miran a Chris.
-¡Oigan! Silencio por favor.-Reclama Robert Smoke.
Todos callan.
-Quisiera agradecerle a mi hijo por todo lo que ha hecho por mi. Especialmente, por ayudar a curarme de la adicción de la droga. Gracias.-Dice la madre.
Chris suelta otra lagrima.
-Te quiero madre.-Dice Chris.
La madre sonríe.
-Ahora. ¡A cantar la canción de cumpleaños!.-Grita Todd.
-1...2...3-Cuenta Karen.
-Feliz cumpleaños Chris...-Aclaman a coro.
Una canción cotidiana suena en toda la casa. Chris los observa con agradecimiento.
-Chris...-Dicen felices.
-Chris...-Dicen felices.
-Chris...-Se apenan.
-Chris...-Se entristecen.
-Chris...-Casi no se oyen.
-¡Chris!...-Gritan con ira.
Chris finalmente lo recuerda. Ese ha sido un maravilloso sueño, él cual nunca ocurrirá.
Bill esta muerto, Natalie también, Robert igual, Todd y Justin están sepultados igualmente y...y...
-Chris...-El nombre aun resuena.
-Chris...-Continua.
-Chris...

La oficial Alicia aparece de la nada frente a Chris. Su rostro era pálido, mientras, el asesino estaba sentado en la mesa de centro.
-Chris...¿Estas bien?-Pregunta la oficial.-¿Que ocurrió?.
-...-Chris no responde.
-Estas en Chock. Tú...tú madre falleció.-Dice.
-...-Chris no responde.
En la cabeza de Chris aún esta ese bonito mundo en el que él no ha matado a nadie.
-Feliz cumpleaños Chris.-Le dice la madre.
-¿Madre?-Dice Chris.
-Debes reaccionar.
-No quiero. Aquí todo esta salvado. Aquí nunca me necesitaron.-Dice con lágrimas en los ojos.
-Esto no es real. Y lo sabes.-Dice la madre.
-No quiero...no quiero volver.
-Pues...
La madre toma un cuchillo.
-...Vas a volver.-Prosigue.
La madre le entierra el cuchillo a Chris y este reacciona en el triste mundo real.
-¿Chris? ¿Que sucedió?-Pregunta la oficial nuevamente.
-Yo...
Chris tiene su mente aún en trance.
-Yo mate a mi madre.-Dice finalmente.
-¿A qué te refieres?-Pregunta cuestionada.
-Ella...me ataco con sus manos. Decía que quería que ambos estuviéramos en el otro mundo. Sin pensarlo, tome un cuchillo y se lo clave en...-Miente Chris con pena.
-De acuerdo. No importa continuar.-Dice la oficial finalizando su argumento.
-Quiero verla. Quiero ver a mi madre.-Dice Chris en tono neutro.
La oficial se levanta, Chris igual, ambos se dirigen a la sala. Allí habían muchos policías examinando el cuerpo muerto de la pobre mujer.
-Él no debería ver esto.-Dice el oficial Will acercándose.
-Esta bien.-Aclama Chris aún en estado neutro.
Chris, con pena, sube las escaleras, camina a su habitación y se queda ahí, recostado en su cama. Simplemente, oye.

Los oficiales terminan de registrar todo, ponen el cuerpo de la madre en una bolsa negra, lo levantan en una camilla y lo sacan de la casa. El oficial Will y Alicia, se quedan platicando un poco más.
-¿Qué hacemos con él?-Pregunta Will mirando el piso de arriba.
-Hay que darle unos días. Necesita descansar lo que ocurrió hoy.-Responde la oficial.
-De acuerdo. Yo lo vigilare algunos días. En cubierto.-Precipita el oficial.
-Ya. Pero por ahora. Vámonos de aquí.
Los oficiales salen del hogar, cierran la puerta y dejan la casa sola con Chris.
Mientras, Chris se pregunta múltiples veces: "¿Qué paso?". Pero una voz siempre responde.
-¿Que crees? Acabas de matar a tu madre.
Chris continua mirando el techo.
-¿Me voy a volver loco?-Dice.
-No. Simplemente estas en Chock.
-¿Que debo hacer?.
-Matar a los malos.-Le responde la voz al instante.
La noche resguarda la casa. El fin de semana se acerca. Lo único en lo que piensa Chris, es en matar a los malos.

En medio de la oscuridad, la luna es la única que observa. Una sombra llega hasta un callejón. Al instante llega otra.
-¿Trajiste lo que te pedí?-Dice uno.
-Claro.
Al momento de decir la última palabra, el hombre saca algo de su bolso.
-¿Es eso mi pedido?.
-Por supuesto.
El hombre, del bolso, saca una pistola y le da cuatro tiros que perforan el cuerpo del otro.
Finalmente, solo uno queda de pie, el cual, se va del lugar.

Chris sabe exactamente lo que tiene que hacer. Eliminar los cuerpos enterrados cerca de su casa.

Un mundo perdido Where stories live. Discover now