la primera vez que te vi, estaba contenta. Muy contenta. De esos días que te levantas con ganas de comerte el mundo. Con ese sentimiento de que nada es imposible, de que si lo pájaros vuelan, yo también podía. Ese día me sentía a gusto, ¿con qué? con todo: mi cuerpo, mi vida, mis amigos, mis enemigos.... con todo.
Y con ese poderoso sentimiento, mis amigas y yo fuímos, a un Mc donals. Y hoy maldigo a ver ido a puñetero Mc donals, ¿que tenia de malo en Burger King, estúpida yo de hace un año?
bueno, mis amigas se habían sentado tan tranquilas, y me habían cedido (encasquetado) el honor de ir a hacer los pedidos. Pero daba igual, estaba contenta. Hice los pedidos. Me atendiste tú, te hice el pedido, y mientras esperaba nos pusimos a hablar. Descubrí (o creí haberlo hecho) que eras un chico fantástico. Parecías perfecto, guapo, listo, amable... El pedido llegó y me fui a sentar con mis amigas. Pero en una de las servilletas vi que había un numero de teléfono, me giré y allí estabas tu sonriendo. "Espero que me llames" me dijiste.
