1.3

14 2 0
                                    


Básicamente el día había pasado volando, encuanto menos lo pensé me estaban dando los últimos retoques para salir alescenario a hacer mi presentación para los Premios que tendría la televisora.

El vestuario que usaría ya estaba listo y meveía perfecto con él, portaba unos jeans negros ajustados, una camisa sinmangas de color negro y gris, para que el evento fuera en la noche no se sentíafrío. Y sabía que en cuanto saltara al escenario el frío se iría en segundos.La parte más difícil a la pre-presentaciónsin duda era el proceso para colocar los micrófonos, era muy incómodo tenercables atados a tus jeans o bajo tu ropa, y por otra parte el no saber quiénlos utilizó antes que tú y no tener idea si esa persona era higiénica.

Salí a recorrer el lugar para hacer tiempo enlo que llegaba mi turno, iba tarareando una de mis canciones y cuando me dicuenta estaba muy alejado del camerino, así que comencé a retroceder, demomento choque con alguien haciendo que esta tropezara.

— ¡Oye! —exclamé furioso.

Al dirigir mi mirada al suelo, vi a una lindachica sobre el tratando de levantar su cuerpo.

— Oh, disculpa —me acerqué a ayudarla— Soy untorpe.

— Muchas gracias —sonrió y dejó salir ungemido.

— ¿Estas bien? —negó.

— Creo que me lastime el tobillo.

En ese instante no supe que hacer, teníaprisa por salir pero no podía dejarla ahí, miré a los costados del pasillo yvisualice un sofá. Así que la cargue para llevarla hasta dicho lugar.

— ¿Qué haces?

Conecté nuestra mirada apreciando con másdetenimiento su rostro, tenía unos grandes ojos verdes, que eran cubiertos porsus largas pestañas. Su rostro era tan fino que podría asegurar parecía unamuñeca de porcelana.

— ¿Por qué sonríes como estúpido? —río—¿Acaso he provocado algo en el famoso Jos Canela?

Decidí ignorar esa pregunta, era ridículoresponder algo que nunca pasaría.

Al fin llegamos al sofá y la dejé con cuidadoun tanto apenado. Me quedé con ella, ambos en silencio.

— Soy Linda.

— Demasiado diría yo —sonreí.

Ella comenzó a reír haciéndome sentirestúpido otra vez.

— Me refiero a que me llamo Linda.

Mierda, que vergüenza acabo de pasar.

Comenzamos a platicar, en muchas ocasionesella me coqueteaba y era obvio, nadie podía resistirse a mí.

— Eres más guapo en persona —sonriócoquetamente.

— Soy guapo de cualquier forma —dije sininterés.

— Vanidoso, eh —negó riendo— Me gusta.

Esta chica se me hacía muy guapa, traía unvestido que resaltaba sus cuuurvas y sus muy largas piernas.

Ok Jos debes alejar aquellas ideas de tumente antes de que te crezca un problemón. Al sacar esas ideas de la mente me di cuentaque la chica se encontraba cada vez más cerca de mí, clave mi mirada en suslabios y comencé a imitar su acción, me acerqué lentamente a ella. Me encantabaconseguir chicas fáciles, sólo unas lindas palabras, sonrisas y las tenía enmis brazos. De repente sentí unas manos sobre mi cabeza,seguido de unos suaves labios estampándose en mi frente.

Jos Canela había sido bateado.

La chica se levantó como si nada y comenzó aalejarse, yo simplemente me dedique a observarla hasta que mi mente logróreaccionar, moví mi cabeza.

Estrella || Jos Canela ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora