JON Y DAENERYS
Los fríos vientos soplaban, Jon y Daenerys cabalgaban juntos hacia Invernalia que ya se podía divisar a lo lejos. Ambos encabezaban las huestes, y junto a ellos sus más fieles consejeros Tyrion, Davos y Missandei, quienes los acompañaban en el largo viaje.
—Hace más frío que la última vez que estuvimos aquí — Davos miró el cielo oscuro y nublado.
Daenerys se limitaba a observar atónita Invernalia a lo lejos. Jon la miraba y sentía que podría quedarse el resto de su vida observándola como si de ello tratase su vida. Tyrion lo sacó de sus pensamientos.
—Los Stark teníais razón, se acercaba el invierno — Jon le dedicó una pequeña sonrisa.Siguieron hacia aquel castillo gigante al que llamaban Invernalia y al llegar un soldado norteño toco el cuerno para informar de la llegada. Se abrieron las puertas dando paso a Jon y al resto de invitados. Soldados norteños y caballeros del valle se disponían alrededor del patio de Invernalia. Justo en frente de las puertas estaban Sansa, Arya y Bran. La mirada de Jon se detuvo en Arya y sin apartar la mirada de ella bajo de un salto de su caballo negro. Se miraron por un momento y después ambos empezaron a correr hasta fundirse en un abrazo de hermanos. Todos observaban aquella reunión familiar. Jon se despegó de Arya y se dirigió a Bran para darle un abrazo también. Ahora todos los lobos estaban en Invernalia. Mientras Jon se reunía con sus hermanos Daenerys y el resto bajaban de sus monturas. Sansa se acercó a la reina.
—Bienvenida a Invernalia majestad, es un placer conoceros — Sansa hizo una pequeña reverencia. Dany supo que era la mayor de las hermanas Stark por su vestimenta y formalidad.
—El placer es mío Lady Sansa, gracias por recibirnos — Daenerys sonrió y miró a Jon, que ya había terminado de hablar con Arya y Bran.
Jon se acercó a Sansa y le dio un beso en la mejilla. Había algo extraño entre Jon y la reina, Sansa se estaba empezando a dar cuenta. No sabía si era exceso de confianza, atracción o si tenían una especie de plan del que nadie estaba enterado. Rompió el silencio y se dirigió a Jon.
—Deberíamos hablar de todo lo que ha ocurrido en tu ausencia — de pronto Sansa se detuvo mirando a Tyrion que se acercaba a ellos.
—Lady Stark... — Tyrion tomó la mano de Sansa y le besó los nudillos cariñosamente — hace mucho tiempo desde la última vez que nos vimos ¿no es así? — Sansa le dedicó una pequeña sonrisa — ¿me habéis hechado de menos?
—Me alegro de volver a veros Lord Tyrion — Sansa sabía lo amable y gentil que fue Tyrion durante su estancia en Desembarco del Rey.
Arya se acercó arrastrando la silla de Bran y sin poder quitar la mirada de todos aquellos Dothrakis. Jon los presentó.
—Majestad, estos son mis hermanos Arya y Brandon Stark.
—Me alegra conoceros, Jon me ha hablado mucho de vosotros — Dany sonreía cordial y educadamente a todos los presentes.
—Sansa, ¿podrías ocuparte de dar cobijo a todos los hombres mientras yo enseño a la reina sus aposentos?
—Yo la ayudaré — Tyrion añadió.
—Nos reuniremos luego para hablar de todo — Sansa asintió y Jon miró a Daenerys para que lo siguiera. Cuando se estaban marchando Bran hizo que se giraran.
—¡Jon! — se giraron ambos — tengo que hablar contigo.
—Luego te busco — Bran asintió y Jon y Daenerys siguieron su camino hacia los interiores.Caminaban en silencio por los pasillos de Invernalia. Jon iba un poco delante y Daenerys lo seguía. Subieron unas escaleras que guiaban a las cámaras más privilegiadas. Jon abrió una puerta de madera y Daenerys entró.
—Esta es la cámara más cálida del castillo. Sansa sabía que venías y la ha acondicionado para que estés lo más cómoda posible — Jon cerró la puerta.
—Es perfecta Jon — Dany miró por la ventana y vio el bosque de dioses a lo lejos. Jon caminó hasta ella.
—El bosque de dioses... — ambos lo miraban — un lugar para orar, reflexionar y... — Daenerys lo interrumpió.
—Y casarse — Jon la miró y ella a él, la incomodidad en los ojos de ambos resaltaba y fue ella quien primero la apartó. Estaba claro que se amaban pero en ningún momento habían hablado de matrimonio. Aunque era una posibilidad muy considerable por el simple hecho de establecer una alianza duradera con el reino más grande y salvaje de Poniente.
—Te dejo para que descanses, ha sido un largo viaje.
—Quédate — Jon se sorprendió al escucharla. Ella se acercó a él y lo besó en los labios. Jon le devolvió el beso y comenzaron a besarse una y otra vez hasta que tuvieron que separarse para respirar. Se miraron a los ojos unos segundos hasta que Jon se lanzó a volver a besarla, pero esta vez ferozmente. Los labios de Dany siempre estaban cálidos y sabían a dulzura. Daenerys hizo caer la capa de Jon y comenzó a desabrocharle la coraza de cuero mientras se besaban con pasión. Jon le quitó el vestido hasta dejarla completamente desnuda. La levantó y ella le rodeó la cintura con las piernas. Sin dejar de besarse Jon caminó hasta el lecho donde la dejó delicadamente para después posicionarse entre sus piernas. Dany enredaba sus dedos en el pelo rizado de Jon mientras él le besaba el cuello. Daenerys sentía como crecía el fuego en su interior a la vez que notaba crecer a Jon bajo su pantalón. Bajó las manos para intentar desatarle los pantalones y cuando Jon se dio cuenta de lo que intentaba se los quitó de golpe. Estar de esa forma el uno con el otro era todo lo que habían deseado desde aquella conversación tras la caza más allá del Muro. Navegar juntos hacia el Norte fue la mejor decisión que había tomado Daenerys desde su estancia en Poniente. Desde aquella noche en su camarote, cuando se dejaron llevar, ambos sabían que estuviera bien o mal se habían enamorado y no había vuelta atrás. Se besaban y se tocaban, como si sus cuerpos estuvieran diseñados para darse placer el uno al otro. Entre beso y beso Jon consiguió entrar dentro de ella y comenzó a moverse a la vez que le besaba el cuello. Dany respiraba acelerada por el placer que le proporcionaba tener a Jon dentro. La embestía suave pero firme y ella acariciaba su espalda. Cuando Jon incrementó el ritmo Daenerys comenzó a gemir contra sus labios. Jon embistió más fuerte de lo normal y fue entonces cuando Dany llegó al orgasmo y se retorció bajo el cuerpo de Jon, que le siguió derramándose dentro de ella. Se dejó caer sobre su cuerpo aún sin salir de su interior y consiguió posar un casto beso en sus labios. Tras unos segundos la arropó entre sus brazos y ella lo abrazó.
—Esta tarde, cuando hable con mis hermanos les contaré lo que hay entre nosotros. Deben saberlo — Dany no contestó y Jon la miró a la cara. Su rostro estaba triste — ¿qué ocurre? ¿no te parece lo correcto?
—No Jon, es solo que... — él la miraba atento a lo que dijera — no sé hacia donde va esto, nuestra relación.
—No entiendo, ¿qué quieres decir?
—Vamos a la guerra, es posible que uno muera, incluso los dos. Y si no morimos... ¿luego qué?
—No lo sé — Jon se separó un poco para poder incorporarse — lo único que sé es que te quiero — Dany sonrió y una lágrima se deslizó por su mejilla, las palabras de Jon la conmovían — no sé que va a pasar, nadie lo sabe. Pensar en lo que viene después no es nuestro mayor problema. No podemos pensar en el futuro porque es incierto, limitémonos a vivir el presente. Y el presente somos tú y yo aquí y ahora.
—Jon... — Dany puso la mano en su mejilla y podía sentir su barba acariciando la palma de su mano. A su sorpresa Jon le dedicó una pequeña sonrisa. Hacer sonreir a Jon era algo muy difícil pero ella lo conseguía muy a menudo. A veces hasta bromeaban sobre el tema. Se abrazaron otra vez y se quedaron así hasta que ella se durmió entre sus brazos.JON
Por la tarde Jon caminó hasta el salón de Invernalia donde sabía que encontraría a Sansa. Entró y la vio hablando con el maestre Wolkan.
—Majestad... — el maestre se inclinó y se marchó. Jon miró como se marchaba y después tornó la mirada a su hermana.
—El maestre Wolkan me ha dicho que podría no haber suficiente comida para todos los ejércitos. No esperábamos tantos hombres.
—Dentro de poco iremos a la guerra y nos sobrará comida — Jon hizo una pausa — ¿qué ocurrió con Meñique?
—En tu ausencia Meñique conspiró contra la casa Stark y se propuso enfrentarnos a mí y a Arya.
—Me alegra que supieras llevar la situación, has guardado el Norte bien durante mi viaje. Padre estaría orgulloso.
—¿Por qué? — Jon estaba confuso.
—¿Qué? — no entendía nada y buscaba una explicación.
—¿Por qué has entregado el Norte a Daenerys Targaryen? — Jon sabía que le sacaría el tema, era algo inevitable.
—Daenerys ha jurado luchar con nosotros contra el ejército de los muertos.
—Antes de irte dijiste que lucharías siempre por el Norte — Sansa cambió el tono de voz.
—¿Qué te crees que estoy haciendo? No voy a negarle a Daenerys el Norte después de lo que ha hecho por nosotros — Sansa lo escuchó — uno de sus dragones murió más allá del Muro cuando fuimos a cazar un espectro para pedir la trgua a Cersei Lannister, ha dejado de lado la conquista para venir al Norte a luchar, esta guerra la dejará en desventaja para tomar el Trono de Hierro, declararla nuestra reina es lo menos que puedo hacer.
—Cersei no mandará ni un solo soldado Lannister al Norte — Jon bajó la mirada porque sabía que lo que decía era muy probable — la conozco, sé como es. Os traicionará. Las reinas son más listas que los reyes, no les importa el honor tanto como a los hombres, quieren poder y no... — Jon la interrumpió.
—Daenerys no.
—¿Cómo? — Sansa estaba empezando a entender algunas cosas.
—Daenerys no es como las demás, no quiere el poder para vivir mejor y mandar. Quiere el poder para proteger a los débiles y ayudar a la gente.
—¿Cuánto tiempo llevas con esto?
—¿Qué? — se volvió a extrañar.
—¿Que cuanto tiempo llevas enamorado de Daenerys Targaryen, la Madre de Dragones? — Jon guardó silencio — soy tu hermana, he vivido en Desembarco del Rey, sé cuando alguien está ocultando algo.
—Sansa... — no lo dejó continuar.
—No sé si le has entregado el Norte por eso o por otro motivo pero eso ahora no importa. Lo hecho, hecho está. Cásate con ella. Forjad una alianza duradera entre las casas Targaryen y Stark, juntos no habrá noble ni plebeyo que ose desafiaros.
—Es más complicado de lo que crees, hay cosas que no sabes — Jon pensaba en matrimonio a menudo, pero ¿de qué sirve un matrimonio del que no pueden salir hijos? Si era verdad todo lo que le había contado Daenerys sobre su infertilidad Jon no tendría descendientes jamás. No es algo que le quitara el sueño, él quería estar con ella sin importarle lo que pudiera o no pudiera darle. No quiere decir que no hubiera soñado ya en casarse con ella por amor pero era algo precipitado y no había tiempo para detenerse en cosas románticas.
—Deberías pensarlo — se quedaron en silencio — si os casarais nadie osaría ponernos un dedo encima nunca más.
—Debería irme, Bran quería verme.
—Jon — se esperó antes de dar media vuelta y marcharse — es muy hermosa.
—Lo es — le emocionaba pensar en ella.
—Me alegro por ti, de verdad — Sansa no podía quitarse de la cabeza el matrimonio. Jon se marchó a buscar a Bran. Le había dicho que era algo importante lo que tenía que contarle.
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Tiempo de Dragones
FanfictionDaenerys y Jon llegan al Norte para librar la guerra contra los Caminantes Blancos.