Tiempo de Dragones

La Verdad

JON
Saliendo de la fortaleza Jon se detuvo ante una persona que no esperaba ver por allí.
—¿Sam? — Jon vio a Sam de espaldas hablando con Gilly que tenía un niño en brazos. Sam se giró y vio a Jon.
—¡Jon! — caminó hasta él y le dio un abrazo — sabía que venías con la Reina Dragón pero tuve unos asuntillos que atender con el Maestre Wolkan.
—Me alegro de verte Sam — el silencio reinó unos segundos.
—Bran tiene algo importante que contarte — Jon se extrañó de que Sam supiera esto pero asintió de todas formas — ven, está en el bosque de dioses.

Caminaron hasta allí y al llegar vieron a Bran en frente de un arciano.
—Tu hermano ha cambiado mucho, ahora es el Cuervo de Tres Ojos — Jon miró a Sam con cara de extraño.
—Mas allá del Muro conocí a un cambiapieles.
—Esto es diferente, Bran tiene visiones.
—¿Bran? — Jon se acercó por detrás y cuando estaba casi tocándolo Bran se giró.
—Debes saber la verdad — Bran miró a Jon a la cara.
—¿La verdad sobre qué? — lo miró y después a Sam.
—Sobre quien eres — las palabras de Sam hicieron que a Jon le entrara curiosidad.
—Daenerys no es la legítima heredera al Trono de Hierro — hablaba sin cambiar la cara y eso incomodaba a Jon.
—Bran... — Jon estaba dispuesto a volver a explicar la razón por la que se prosternó, pero no lo dejó continuar.
—Eres el hijo de Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark. Naciste en una torre en Dorne durante la Rebelión de Robert y mi padre te trajo con él — Jon miraba a Bran incrédulo.
—No tengo pruebas de ello, ¿cómo sé que es verdad lo que dices?
—Bran tiene visiones — Sam ayudó a Bran — ve cosas que han ocurrido y ocurren.
—Lo que hiciste por el pueblo libre pocos lo hubieran hecho — Jon cambió su expresión de incredulidad a asombro — te vi luchando en Casa Austera, vi como tus propios hermanos te apuñalaron hasta la muerte, te vi luchando en Invernalia, la batalla estaba perdida — Bran hizo una pausa y luego continuó — tu nombre no es Jon Nieve, eres Aegon Targaryen, eres el legítimo heredero al Trono de Hierro y debes saberlo, todos lo deben saber — Jon aún paralizado consiguió articular palabra.
—Si es cierto lo que dices... ¿por qué sería un hijo legítimo y no un bastardo nacido en el sur?
—Rhaegar y Lyanna se casaron en una ceremonia secreta en Dorne — Sam continuó — un septón supremo los casó y lo escribió en su diario. Jon no se lo podía creer, esto significaba que toda su vida había sido una mentira.
—¿Estáis seguros? ¿Quién más sabe esto? — Jon intentaba unir lazos. Una cosa era verdad, si su padre que ahora parecía ser su tío se había esforzado tanto en ocultarle la identidad de su madre es porque no era una mujer irrelevante.
—Howland Reed estaba con mi padre en la Torre de la Alegría. Ser Arthur Dayne murió protegiendo la torre.
—Jon, sé que es una noticia chocante, pero es la verdad — Sam intentaba transmitirle su comprensión — debías saberlo.
—¿Y qué se supone que debo hacer con esta información? ¿Ir a Daenerys y decirle que el derecho al Trono me pertenece? — eso era lo de menos para Jon, lo que no se quitaba de la cabeza era que se había enamorado de su tía, de la única persona en el mundo que compartía su sangre. Jon no quería poder, nunca lo había querido, si aceptó ser Rey en el Norte fue porque sabía que era la única manera de conseguir un Norte unido para la lucha contra los muertos.
—Si no la amaras todo sería mucho más fácil — Jon se sorprendió ante la afirmación de Bran y lo miró, la cara de Jon era la incomprensión personificada— no elegimos a quien amamos Jon, no te culpes por ello, dentro de poco te darás cuenta de lo importante que es vuestra unión, era inevitable — ¿qué significaba aquello? ¿Bran sabía todo lo que había pasado entre ellos? Todo eran preguntas y más preguntas.
—Nos veremos mañana en el consejo, los señores de todas las casas del Norte nos reuniremos en Invernalia para organizar la defensa de Poniente — Jon se marchó caminando rápido. Solo había un lugar al que ir, un lugar en el que reflexionar... las criptas.

DAENERYS
Buscaba a Jon y no lo encontraba por ningún sitio, había buscado por todo el castillo y no había rastro de él. Vio a Sansa hablando con Lord Royce y supo que ella tendría la respuesta.
—Perdonadme Lady Sansa... — Sansa se percató de que era Daenerys e inmediatamente dejó de hablar con Lord Royce para atenderla.
—Majestad... — hizo una leve reverencia y sonrió.
—¿Sabéis dónde está vuestro hermano Lord Nieve? — a Sansa le hizo gracia el esfuerzo de Daenerys en presentar sus formalidades pero no lo expresó.
—¿Dónde habéis buscado?
—Por todas partes... — Daenerys parecía desesperada.
—¿En las criptas? — claro que no había bajado a las criptas, ese lugar era oscuro y tenebroso, jamás se le hubiera ocurrido encontrarlo allí.
—Gracias Lady Sansa.

Daenerys aligeró el paso hacia las criptas. Quería preguntarle por la asamblea con los señores del Norte y pasar un rato con él. No sabía que tenía aquel hombre que le proporcionaba tanta atracción. Era como si su cuerpo necesitara estar cerca de él.

Lo vio al fondo del pasillo, miraba la estátua de una mujer. Se acercó sigilosamente a él y se dio cuenta de que había llorado. Se preocupó enseguida, si Jon lloraba no era una tontería.
—Jon, ¿está todo bien? — lo miró a la cara pero él no apartaba la vista de aquella estátua.
—Jon... ni siquiera me llamo así, esa es la mentira que me ha acompañado toda mi vida — Daenerys estaba muy extrañada.
—¿Jon? — no entendía nada. Él parecía que no la escuchaba y ella volvió a intentar acercarse — ¿quién es? — miró la estátua que miraba Jon.
—Mi tía Lyanna, mi madre... — Dany comenzó a pensar. Creía que Jon no conocía a su madre. ¿Significaba esto que había recibido información sobre su origen? Espera... ¿Lyanna Stark no era la prometida de Robert Baratheon hasta que Rhaegar la secuestró?
—Si ella es tu madre... ¿Ned Stark no es tu padre? — a Jon le cayó una lágrima y Daenerys lo cogió de la mano — siento mucho lo que mi hermano le hizo, siento mucho todo lo que mi familia le hizo a la tuya, ya lo sabes.
—Parece que tu hermano no la secuestró, se fugaron juntos, el amor de mis padres hizo que estallara una guerra — la miró a los ojos.
—¿Tus padres? ¿Rhaegar? ¿Mi hermano Rhaegar? — Daenerys cambió su expresión, sabía lo que eso podía significar para ellos. Para ella sobretodo. Si ella era su tía... estaba claro que Jon no la querría de la forma en la que la amaba ahora.
—Eso es algo malo... — se quedó parado unos segundos — pero es peor saber que estaban casados — Jon la miró inquieto esperando a que lo entendiera y reaccionara.
—¿Quieres decir que eres Jon Targaryen? — si era hijo legítimo de su hermano mayor estaba claro que los derechos de Daenerys al trono se esfumaban de un momento a otro.
—No Jon, Aegon. Aegon Targaryen hijo legítimo de Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark — Jon lo decía y no podía creérselo aún.
—Todo por lo que he luchado, todo lo que he pasado para llegar aquí... todo se desmorona...
—¿Y ahora qué? — le preguntó pero Dany no daba crédito de todo lo que estaba escuchando.
—Esto no debería cambiar lo que hay entre nosotros. Mis sentimientos hacia ti no han cambiado.
—Eres mi tía — Jon estaba a punto de llorar pero luchó por no hacerlo.
—Los Targaryen nos hemos... — no terminó la frase.
—Soy un Stark. Mi verdadero padre está ahí — señaló la estátua de Ned.
—¿Qué quieres decir? — Dany temía que Jon continuara hablando porque sabía que lo que venía no era nada bueno. Lo amaba, nunca había amado a nadie así.
—Esto no está bien — Jon comenzó a caminar y el rostro de Daenerys se innundó de lágrimas mientras lo veía marcharse.