La Peor Porrista Para El Mejor Jugador ➳Kyman [E D I T A N D O]

O6➳ ¿Una oportunidad?

N/A: aproveché que editaba el capítulo para dejar esto¿ ah q xd.

bueh, lo siento si esta corto el capítulo, pero a veces se me va la inspiración, mkey.

espero que les guste a los nuevos lectores... y si es así, pueden pasarse por mis otras fics (?) les regalaré mi sangreeee ahr no.

en fin, los amo. ♡

Capítulo 6: ¿Una oportunidad?

La mente de Stan era un completo lío.

Desde que sus labios y los de McCormick se unieron por milésimas de segundos, lo había dejado tan confundido. Ése beso le hizo preguntarse dos cosas; uno, si no significaba nada para el rubio como aseguraba, pues tal vez, y sólo tal vez, él lo había utilizado como excusa de ligarse al pelinegro. Dos, si ese beso no significaba nada para el pelinegro.

Así es, un beso del chico más conquistador y galan lo tenía jodidamente idiota.

Una llamada llegó a su teléfono.

--¿Sí?-- Respondió al aceptar la llamada.

--Me siento un patético-- Escuchó aquella voz que distinguía en segundos.

--Ya somos dos. ¿Qué tal tu cita con Erika?

Suspiro por parte de Kyle.

--Digamos que desde ahora seré reconocido en el cine por el patán que le grita a una "doncella" que no le abrace.

Kyle en serio se sentía culpable. Él no solía ser tan cruel con las personas, nunca se permitía gritarle a alguien con el afán de herirle o hacer llorar. Y ese día hizo ambas.

--La verdad, si yo fuera tu hubiese hecho lo mismo.

--¡Pero Stan, me comporté como un patán de mierda!-- Gritó molesto consigo mismo --Es decir, sé que es un marica, pero no sé, siento que lo humillé...

--¿Acaso ibas a darle la oportunidad a alguien como... él?

Un lado de él le decía que hizo lo correcto, ¿porqué permitir que un homosexual queriendo ser mujer le abrazará? Eran obvias sus intenciones, y Kyle no es homosexual. Erika tenía la culpa por provocarle.

Y dejaba de pensar en eso cuando sentía culpa, cuando recordaba a Erika con su expresión de asombro y ceño fruncido... Cuando se intentaba imaginar en lo que pasaba ahora mismo en su mente. Tenía que disculparse, pero no quería hacerlo, no era lo suyo, mucho menos se dsiculparía con una "chica" como ella.

Por una parte estaba su gran corazón y enseñanzas que su madre intentaba imponerle día a día y también estaba su maldito orgullo y mente cerrada de mierda.

No entendía el porqué, pero de sus ojos brotaron lágrimas.

--Te llamo luego.

--Kyle, ni se te ocurra colgarm...

Pulsó la tecla de "COLGAR" sin interés a las amenazas de Marsh.

Por otra parte, se encontraba Erika en su habitación llorando.

Ya no vestía de prendas femeninas, ni maquillaje. Pues sabía que éstas eran la principal causa de que el pelirrojo le rechazara frente a tantas personas.

Lo peor es que, por más que quisiera, no paraba de llorar. Ella se prometía dejar esa estúpida ambición por Kyle, que él era un pendejo ojete y ya no volvería a andar tras él. Pero mientras más y más pensaba sus lágrimas salían.

Entonces en su mente pasó algo que le hizo dejar de llorar.

Es decir, ¿quién era ella? Nada más y nada menos que Erika Cartman, la chica que, por más débil que podía verse, se salía con la suya a como de lugar. La chica que consigue cosas con sólo pedirlo (claro, si se comprometía). Y ese judío lo quería en serio.

Así que lo conseguiría.