La Peor Porrista Para El Mejor Jugador ➳Kyman [E D I T A N D O]

1O➳ Candelabro.

Capítulo 10: Candelabro.

Ambos andaban caminando por toda la parte histórica de mierda, en búsqueda de algún restaurante que les llamase la atención. Erika aún seguía molesta, por lo que no decía la más mínima palabra.

El cielo se había oscurecido, con ello se fue el cálido clima que les brindaba el sol a una noche fría. A Erika le afectaba el clima, pues no traía algún abrigo; cruzó sus brazos para intentar calentarse, pero era en vano. El judío vio la escena, por lo que se retiró su abrigo naranja para entregárselo a la castaña.

--Toma, yo no tengo frío-- Le dijo el pelirrojo. Erika al retirarse la mochila sintió como Kyle la tomó para ponerla en sus hombros.

Temía que le quedará ajustado por su físico, pero fue todo lo contrario. El abrigo le quedaba grande, gracias a que Kyle era mucho más alto que ella. Cubría sus manos y le llegaba arriba de las rodillas. A Kyle le pareció tierno eso, pero decidió no decir nada.

--Uh, ¿qué te parece aquí?-- Menciono después de un rato Broflovski señalando un restaurante grande y con decoración en tonos oscuros. Parecía un lugar no tan barato.

--¿Estas seguro? Es decir, no quiero que pagues mucho por una cena...

--No hay problema-- Sonrió. Kyle era hijo de un abogado y una contadora, el dinero no era algo de que preocuparse. Aunque claro, tampoco le gustaba presumirlo.

Entraron al local, Kyle le pidió a la castaña que esperará mientras él pedía una mesa para ambos, obedeció sin algún comentario, observando la decoración del local. Tenía candelabros muy lindos, y cada esquina contenía alguna maceta con flores, incluso los asientos de espera eran acogedores y lindos para ella.

Kyle regresó ocasionando que Erika se pusiera de pie, ambos fueron guiados por un empleado del lugar, entregando las listas del menú a ambos. Ordenaron y el mesero fue por su pedido.

Erika seguía viendo los candelabros, pues uno posaba justo arriba de ella y Kyle, con una luz un que daba un aspecto tan lindo para ella. Le encantaba como la luz amarilla que emitían combinaba con el local rojo.

--Parece que te gustó el candelabro-- Mencionó el judío viendo también lo que atraía tanto su atención.

--Me recuerdan a cuando vivía con papá...-- Y era cierto. Pues desde hacia años los veía muy a menudo, pues su padre adornaba su casa con algunos de éstos.

--¿Y dónde esta él?-- Preguntó con intriga.

--Muerto-- Con el tiempo ella supo hablar del tema ya sin sentirse mal de que, su padre se hubiese suicidado por culpa suya.

Kyle carraspeo, sabía que eso era un tema incómodo, por lo que buscó alguna manera de cambiar el tema. Para su salvación, el mesero llegó con los platillos y bebidas de ambos.

Erika probó primero la pasta, saboreando al instante, Kyle imitó la acción.

[**]

Las conversaciones absurdas no cesaban, eran el centro de atención de muchas personas, pues ambos no paraban de reír cada dos segundos. Por una vez en su vida Kyle no trataba a Erika como si fuera alguien distinta a él, la trataba como... un humano.

Pronto iban a ser las 11 de la noche, y sabia que si no volvía a casa, su madre le haría limpiar la casa por todo un mes. Se levantó de su asiento, y tomó la mano e Erika para ayudarle a levantarse, dejó propina en la mesa y ambos se retiraron.

El pelirrojo siguió a Erika, pues el no sabía con exactitud donde vivía, lo que no fue muy lejos de la parte histórica de mierda.

--Muchas gracias por la cena-- Dijo Cartman estando ya cerca de su casa --La he disfrutado mucho.

--Claro, y-yo lo siento por la mierda de videojuegos que tuviste que pasar-- Seguía apenado.

Erika se detuvo frente a lo que entendió Kyle, era su casa. Soltó la mano de la castaña, y hubo un silencio cálido. No querían despedirse, no aún.

--Bueno... espero que mi mamá no me regañe por llegar tan tarde-- Soltó ella con una risa.

--Espero lo mismo en mi casa-- Respondió con una sonrisa.

Kyle no estaba seguro de lo que iba a hacer, pero que mas daba, sabía que el ambiente era perfecto para ello.

Se acercó a los labios de Erika cerrando los ojos, a lo que ella hizo lo mismo. Y hubo un beso. Un beso tranquilo, sin mucho movimiento y lleno de cariño por parte de ambos.

Para Kyle, significaba un perdón por arruinar todas las veces que ambos habían salido juntos.

Para Erika lo significaba todo.

Se separaron después de lo que había parecido una eternidad, para sonreírse.

--Adiós-- Fue lo único que dijo Erika para dirigirse a su casa, Kyle le sonrió y se despidió agitando varias veces la mano.

No entendía que demonios pasaba con él, pero se sentía bien.

No había sido como veces anteriores en las que se sentía asqueado por Erika. Es más, no se arrepentía de aquel beso... Por una vez en su vida, sentía que ella era alguien especial.

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aquí había una nota de un pequeño spoiler pero ya no xd.