Otro dia más, cuando mi mano permanecia extendida buscando ser levantado, mientras trataba de ser fuerte y me seguía arrastrando a pesar del peso de las cadenas que me arrastraban a volver una vez más a los brazos de mi eterna compañera, La Muerte.
Como siempre allí estaba ella, esperándome con tanto deseo, para poseer mi alma entre sus esqueléticos brazos, mientras me decía: "No importa cuánto lo intentes, No lo lograras. No importa cuanto quieras aferrarte a la vida, a mi siempre volverás. No tienes nada a lo cual aferrarte, tus amigos te han abandonado, acaso no ves que eres de poca importancia para ellos, siempre seras la ultima persona con la que quieran estar. No importa cuánto te esfuerces por ser reconocido, siempre seras invisibles ante los de miradas vanas. Únete a mi, ven conmigo, yo seré tu fiel amiga, quien en la soledad te confortará, quien en la soledad te ayudará a destruir, quien en la soledad te construirá, quien en la soledad te hará triunfar, y juntos nos vestiremos de gloria."
Deje de luchar contra la muerte, extendió su mano y me levanto, desee haber muerto realmente, pero lo que murió fue mi interior, no mas sentimientos, no mas apegos, no mas busqueda en aquellos que me apartaban de su vista.
Acepte mi camino de dolor, de soledad, de rechazo, y de la mano de la muerte caminaré hasta mi final, no más yo, no más tú, no más deseos, no más anhelos, no más sentimientos, no más todo, no más NADA.
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Melodías de un Corazón Roto
PoesiaVersos que canta un corazón disfuncional que ya no late sino que llora.