Sólo son unos cuantos pensamientos que he escrito mientras miro el paisaje a mi alrededor, mientras siento la suave brisa rozando mi rostro, más que nada me gusta escribir cuando llueve... Sólo soy honesto cuando llueve.
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Otro día más, sentado aquí en esta vieja silla, escribiendo en este viejo y olvidado cuaderno.
Desde que te fuiste, los días coloridos se volvieron grises, los días llenos de diversión se convirtieron en días llenos de sufrimiento y tristeza.
Los minutos pasan, las horas transcurren y yo sigo mirando ese cuadro que pintamos juntos sentados en la arena, mirando el atardecer, sintiendo como el aire rozaba nuestros cuerpos y soñando despiertos hasta no poder más.
El sol ya no entra por mi ventana como solía hacerlo cada mañana, ya no soy el mismo, he cambiado desde tu ausencia, me duele tanto ésta soledad, tanto que he querido dormir y nunca despertar, ese cuadro que ahora es gris, sigue ahí... Colgado en la pared.
