Capítulo siete.

355 59 29
                                    

Jesús

— Te quedas sin salir cuando vayamos a Marbella — sentencia mi madre y yo ruedo los ojos.

Así es, como habréis podido ver, me han pillado en el lago. Estaba durmiendo tranquilamente y de repente he oído como mi madre me gritaba cual energúmena enfadada por haberme quedado toda la noche en el lago a pesar de haber estado presente cuando ella nos informó que no podía ir.
Curiosamente Valeria no estaba con ellos cuando me han pillado en el lago dormido pero tampoco estaba conmigo así que supongo que en cuanto se despertó se fue, sin avisar.

— ¿Desde cuando vamos a Marbella? — pregunto cogiendo una tostada con un tono molesto.

En cuanto hemos llegado a nuestras tiendas de acampar he visto a Valeria sentada en una silla leyendo. No sé a que hora se fue pero lo que si sé es que no está castigada.

— Está mañana, cuando todos menos tú — remarca el tú con un tono de retintín — Estábamos desayunando y hemos estado hablando de temas aleatorios hasta que hemos llegado a hablar de Marbella y la playa.

— ¿Y?

— Mañana por la mañana nos vamos a Marbella y pasaremos ahí tres días — anuncia mi madre sonriente — Cuando estamos ahí siempre salís de fiesta aunque esta vez tú te quedarás con nosotros.

Sin dejar que ponga ninguna pega se levanta y camina hacia los padres Gómez y mi padre.

— ¿Solo yo? — cuestiono clavando la mirada en la morena que ahora desvía la mirada conectando sus oscuros ojos con los míos.

Mi madre se gira y desvío mi mirada hacia ella.

— Solos estabas tú en el lago ¿No? — cuestiona ella obvia y yo asiento automáticamente.

Mi madre se aleja y noto la mirada de Valeria clavada en mí.

¿Por qué has dicho que si?
No lo sé, me ha salido solo.

Cuando nuestros padres se van a hacer una excursión Valeria se levanta y empieza ha acercarse a mí y yo hago los mismo. Me sonríe divertida y creo que no ha pillado que estoy enfadado con ella. En cambio de pararme en frente de ella, sigo caminando dándole un golpe en el hombro al pasar.
Oigo como se gira por el ruido de sus zapatos pero sigo caminando.

Entro en la tienda de campaña y mi hermano me mira alzando una ceja

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Entro en la tienda de campaña y mi hermano me mira alzando una ceja.

— ¿Qué coño hacías en el lago? — cuestiona haciéndose a un lado para que pueda entrar.

— Ayer por la noche me bañé con Valeria y nos quedamos a dormir — contesto quitándole importancia.

— ¿Tú y... — hace una pausa cual mongolo — Y Valeria?

— Si.

— ¿Juntos? — pregunta con una expresión muy obvia de incredulidad.

— Si Daniel, juntos — respondo con una mueca de obviedad.

Memories [Gemeliers] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora