Jesús
Observo detenidamente como la morena cepilla su larga cabellera con delicadeza. Está sentada en frente de mí bastante concentrada en deshacerse de los enredos.
Como yo supuse, no nos dejan ir al lago pero Valeria a insistido en que irá de todas maneras así que he decido acompañarla.
— ¿Han apagado ya las luces? — cuestiona Val haciéndome una señal para que abra la tienda de acampar.
Así es, llevamos más de una hora esperando a que nuestros padres se vayan a dormir y todavía no ha habido una discusión muy extensa.
Piques, como siempre.Abro con cautela y sigilosamente la entrada de la tienda y saco la cabeza.
— Siguen ahí — musito molesto viendo el panorama de nuestros padres recogiendo la vajilla.
Cierro la cremallera volviendo a quedar en frente de ella y esta bosteza.
— Ahora vendrán a darnos las buenas noches así que hagámonos los dormidos — dice dejando el cepillo en una esquina de la tienda.
Me mira haciendo una mueca para que me mueva y me estiro en un lado de la tienda de acampar. Ella hace lo mismo y me posiciono con mi cabeza en la dirección de ella. Esta última, en cambio, se pone mirando hacia el otro lado quedando así de espaldas a mí.
Cierra la linterna de su móvil y nos quedamos a oscuras. Ninguno de los dos habla así que decido ponerme a mirar el móvil.
— De la frase hagámonos los dormidos — musita molesta ella girándose quedando cara a cara conmigo — ¿Qué es lo que no pillas?
Se queda mirándome seria y con la luz de mi movil puedo ver su expresión.
De un momento a otro oimos la cremallera de fuera abrirse y Valeria cierra los ojos quedándose quieta. Yo hago lo mismo que ella y esperamos a que nos den las buenas noche aunque nosotros hagamos ver que estamos dormidos.
— ¿Qué hace aquí Valeria? — cuestiona mi madre y yo hago cara de dormido diciéndole con la mirada que se calle porque Val está, supuestamente, durmiendo.
Mi madre rueda los ojos y nos cierra la tienda y Val se levanta rápida para coger su chaqueta tejana. Va con el bañador rojo y ya que hace un poco de frío se va a llevar la cazadora tejana.
ESTÁS LEYENDO
Memories [Gemeliers]
ספרות חובבים- No puedes dejar de querer de un día para otro - confesó el moreno pasándose una mano por su perfecto tupé color café. Ella le miró estupefacta ante su comentario y suspiro cerrando los ojos durante unos segundos. - No creo que tú seas el más indic...