prólogo

138 7 0
                                    

Masumi vestía con una falda blanca y una camisa azul, complementada con una capa con capucha del mismo color de su falda, escondiendo gran parte de su rostro. Llevaba consigo un bolso marrón donde guardaba su apreciado libro de plantas medicinales y plantas útiles que iba encontrando por el bosque. 

Se encontraba andando por el bosque sola, buscando una planta en especial. Spellamiso. Los vegetales brillaban gracias al rocío de la mañana haciendo que el bosque se viera el doble de hermoso de lo que ya era. Los pájaros cantaban e insectos volaban a los alrededores, el bosque se veía un lugar pacífico.

Masumi se fijó en una rosa de un color rosado pastel, era hermosa; justo al apartar la mirada vio la planta que tanto buscaba. Era una planta horrorosa y sucia pero eso no evitó que la joven gritara de alegría mientras se acercaba a ésta para arrancarla del suelo con cuidado, sacando las raíces con el tallo.

─ ¡Qué bien! ─ gritó feliz ─. Spellamiso, una planta perenne de la familia Aoshidare. Si se deja al vapor sus raíces y luego se secan puede usarse para bajar la fiebre o aliviar dolores.

La chica estaba admirando la planta medicinal mientras recitaba lo que había aprendido de aquella planta exótica. Unas campanas sonaron dando a entender que era la hora de que abriese la tienda. 

─ Se me olvidaba, es hora de abrir la tienda. ─ dijo para sí misma mientras guardaba el Spellamiso en su bolso. 

Se levantó y corrió en dirección al pueblo. Frenó justo a la salida del bosque, viendo los techos marrones de las blancas casas del pueblo desde las alturas.

"Este es el camino.. de mi historia."

Corrió cuesta abajo, esquivando piedras y ramas. Al dar un salto la capucha que llevaba cayó hacia atrás, revelando el rostro y el cabello de la joven. Era la chica más hermosa del pueblo. Tez blanca como las nubes, ojos verdes como el mismo bosque y cabello largo y rojo como el fuego; recogido en una desordenada coleta. 

Sonrió ampliamente cuando el viento azotó su cara. Se sentía libre.

Saltó cuatro piedras posicionadas a lo largo de un pequeño río, se había aprendido el camino de las veces que había pasado por aquí. Sabía exactamente que piedra no pisar y cual si.

"Si tuviera un deseo.. pediría que mi camino siga así..."

運命 [unmei] + kthWhere stories live. Discover now