Capítulo 5

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No tendría que sorprenderse realmente tanto por sus emociones en ese mismo momento, esta desesperación aparecía varias veces en la vida de las personas tanto sobrenaturales como comunes sobretodo si vivían en lugares como Beacon Hills.

Sabia bien que el lugar era un peligro desde hace mucho tiempo pero aún seguía viviendo allí, sólo porque él vivía allí.

Eso sólo lo hizo pensar que debió sacarlo de aquel lugar hace algún tiempo atrás cuando tuvo la oportunidad, así no se sentiría tan mal como lo hacia ahora.

Su mente era un completo caos y su corazón no dejaba de doler.

Se sentía culpable de no poder haberle salvado a tiempo, y sin importar lo que dijera la manada que intentaba convencerlo de que nada de eso habia sido culpa suya, el seguia culpandose. Mientras mas pensaran que él había hecho todo lo posible más pensaba el que no había hecho suficiente.

Apenas pasaron algunas horas después de lo ocurrido, unas angustiosas horas en las que no quiso estar muy lejos de él temiendo que desapareciera de su vida para siempre si le perdía el rastro aunque sea por un par de segundos.

Cuando se dio cuenta de lo que había pasado en aquel momento simplemente no pudo pensar correctamente, estaba asustado, enojado, dolido. Si había perdido a su alma gemela para siempre entonces se llevaría a los culpables al infierno.

Con un rugido ensordecedor se aventó al enemigo seguido del resto de la manada, el pequeño grupo de la bruja no pudo hacer mucho contra una manada furiosa. Uno de sus integrantes había sido dañado y no iban a dejarlos ir fácilmente sin que pagaran por lo que había hecho.

No podían perdonarlos.

Motivados por algo mucho más fuerte que el deber les pareció mucho más fácil el vencer al enemigo, sobretodo cuando uno de  ellos decidió huir viendo la causa inicial pérdida.

Cuando terminaron con ellos y los dejaron inconscientes Derek se había negado a escuchar a alguien decir nada porque no podría aceptar la verdad si realmente lo había perdido. Quería negarselo así mismo tanto como pudiera.

Pero cuando escucho decir a alguien que aún estaba con ellos, lo único que pudo hacer fue concentrarse en su audición para escuchar los latidos de su corazón llamándolo desde su pecho. Aún estaba allí, vivo.

Respiró con alivio. A pesar de que el grito de Lydia había sido uno normal casi hizo que su corazón se detuviera por segunda vez esa misma noche. No podía reprocharle nada a la chica, el también temió lo peor en aquel momento.

Respiró hondo volviendo en sí y se acercó comenzando a dar órdenes. Algunos de ellos debían quedarse y lidiar con la bruja y su compañero inconscientes, aquellos con alguna herida que necesitaría asistencia iría con ellos, además alguien debía avisar a John de lo que había pasado.

Media rechisto y se movieron de inmediato.

Llevaron rápidamente a Stiles con Deaton. A simple vista sólo se veían un par de rasguños y algún moreton, respiraba con normalidad y sólo parecía que estuviera durmiendo. Pero porque había sido alcanzado por un hechizo pensaron que lo mejor era que el druida lo manejara, Melisa fue llamada al lugar ni bien subieron a un auto con rumbo a la veterinaria.

Cuando por fin llegaron, Deaton los esperaba y no bien pusieron al chico sobre la camilla comenzó a chequearlo y a hacer preguntas, lo mismo hizo Melisa momentos después cuando llegó. Se calmaron cuando escucharon que no tenía daños físicos graves, y aunque no pudieron determinar exactamente que hechizo fue usado en Stiles, este no parecía haberle hecho realmente daño.

Ahora sólo faltaba que el chico despertara.

Derek sabía que lo lograría, era Stiles del que estaba hablando, siempre conseguía salir adelante y esta ocasión no sería la excepción.

Volteó a ver como el sheriff se frotaba la cara con las manos con cansancio. Ver a su propio hijo así no debía ser un momento agradable para el hombre, sin saber que era lo que tenía realmente y sin saber si volvería a abrir los ojos.

Una vez que Melisa y Deaton terminaron con la revisión y dijeron que no había mucho más que pudieran hacer ahora mismo John decidió que lo llevaría a casa, tendría un lugar cómodo en el que descansar hasta que despertara.

Fue en ese momento cuando Derek decidió levantarse con la intención de cargar al chico, nadie se interpuso y John le agradeció por la ayuda.

El resto se quedó atrás cuidado de sus propias heridas.

El camino hacia la casa fue en silencio y siguió así hasta que llegaron. Derek volvió a cargarlo entre sus brazos mientras entraba a la casa y subía las escaleras con la intención de llevarlo a su cuarto. Una vez lo acostó en una posición cómoda y lo arropo con cuidado, se quedó a un lado viéndolo respirar despacio pero de manera constante.

Su única preocupación de ahora en adelante sería que despertara. No se separaria de su lado hasta que eso sucediera y ni el sheriff cargando con una escopeta lograría moverlo.

Para su suerte, el sheriff no dijo nada acerca de porque aún no se había marchado y sólo le avisó que tomaría una ducha. El asintió con la cabeza apenas desviandola para verlo y no faltarle el respeto, cuando se fue su vista volvió al castaño.

El chico debía despertar, verlo a la cara con esos brillantes ojos y preguntarle cosas como ¿Qué hacía otra vez en su habitación? O si algún día aprendería a usar la puerta como alguien civilizado porque lo más seguro era que pensara que había entrado a través de la ventana como de costumbre.

Una sonrisa se formó en sus labios imaginandose aquella escena. No podía esperar a verla en vivo.
Se acercó a su cama y se sentó en la orilla junto a él, acarició suavemente una de sus mejillas deseando que abriera los ojos en ese preciso momento.
-tienes que despertar-susurró para luego dejar un casto beso sobre su frente.

Consiganse otro humano, Stiles es mio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora