Capitulo 40: ~Chico Malo~
El canto de los pájaros se hizo presente nuevamente. _____ miró hacia todas partes buscando a alguna persona que pueda ayudarla, pero no había nadie allí.
"Entra en la casa", había dicho Ed, otra no quedaba. Tenía que entrar en la casa y ver que había allí dentro, ¿Qué se traía entre manos Ed?
Golpeó dos veces la puerta de entrada y a la tercera se abrió, sola. Ok, ya se estaba comenzando a asustar. Pero algo le decía que no tenia porque temer. Entró adentro sacando coraje de lo más profundo de su ser.
- Hola… ¿Hay… hay alguien aquí? –la voz le había salido quebrada y baja. Era algo *beep* preguntar eso, ya que si un asesino quería matarla no iba a salir de su escondite y decir "Aquí estoy".
Se adentro en lo que parecía ser un comedor. La mesa estaba adornada y puesta para dos personas, había dos velas encendidas en cada esquina y una bandeja en el centro con carne. El suelo estaba cubierto por pétalos de rosas rojas y un dulce aroma se coló por sus fosas nasales.
¿Había interrumpido una velada de amor? No quería imaginarse en dónde se encontraba la pareja.
Un ruido a sus espaldas le hizo poner la piel de gallina, tragó en seco esperando lo peor. Las yemas de los dedos de alguien recorrieron su brazo haciéndola sobresaltar. Rápidamente se dio la vuelta y ahogó un grito.
- ¿Quieres matarme de un ataque al corazón? –Dijo histérica— ¿Qué haces aquí? Creo que te deje claro que no quiero verte.
Él solo hizo un ademan hacia la silla invitándola a sentarse. Ella, lo menos que quería era eso, por lo tanto rechazo la invitación. Zayn la agarró por los hombros arrastrándola hasta la silla, si que ponía todo difícil.
- ¿Desde cuándo conoces a Ed? –preguntó ella luego de descubrir todo el plan que esos dos habían tramado.
- Eso no importa ahora.
- No pienso comer con alguien que robo el auto de una persona inocente.
Zayn tragó toda gana de gritarle, ¿Por qué siempre tenía que meterlo?
- Mira, ____. No secuestre el auto de… Liam –dijo su nombre con un tono de rabia— Lo mande a arreglar y en este momento debe estar en su garaje, sano y salvo. Eso era lo que intentaba decirte por teléfono, pero tú eres tan… tú –cambio lo que iba a decir. No quería que se enojara, nuevamente. No cuando intentaba arreglar las cosas— que no me dejaste si quiera explicarte.
_____ lo miró fijamente tratando de deducir si estaba mintiendo o no. Pero, no estaba haciéndolo, estaba diciendo la verdad. Se sentía una idiota. Si hubiera dejado a Zayn hablar, las cosas hubiesen sido distintas.
- Yo… ehm… Yo… Lo siento—bajo la mirada apenada. Él había mandado el auto arreglar. Se había tomado la molestia de hacerlo, solo por ella. Se sentía una basura.
- Ya no importa. No quiero volver a pelear, _____. Te he echado de menos –Con solo esas últimas palabras basto para hacerla sonreír como una estúpida, pero una estúpida enamorada.
Se levantó de su asiento y recorriendo el filo de la mesa con el dedo dijo:
- Yo también te he echado de menos –se paró enfrente de él. Zayn tuvo que elevar la cabeza para verla, estaba tan hermosa...
Todo pensamiento se esfumó de la cabeza del moreno cuando los labios de ____ hicieron contacto con los suyos. Ella se sentó en su regazo sin dejar de besarlo. Vaya que había extrañado sus labios. Ladearon sus cabezas para profundizar el beso. ____ acariciaba el pelo del moreno mientras este, reposaba su mano en la pierna de ella.
El beso se tornó más apasionado cuando Zayn comenzó a subir su mano con el fin de terminar más arriba. Pero ____ lo detuvo antes de llegar a destino.
- La comida se esta enfriando –y con esa excusa se levantó del regazo del moreno. Él solo sonrió—
Al terminar de comer, él se quedo mirando detenidamente el cuello de _____. Había algo que faltaba allí… el collar que él le había dado. Sonrió para sus adentros ya que no se lo había devuelto a él, eso quería decir que no estaba interesada en terminar lo que sea que tenían.
- Veo que te has quitado el collar que te obsequie –ella instintivamente se llevó la mano al cuello. Algo le hizo sobre peso en el bolsillo de sus jeans, como si el objeto nombrado tuviera vida propia. Lo había guardado cuando se estaba cambiando para irse al bar. Hannah había entrado sin tocar la puerta cuando ella lo estaba contemplando, guardándoselo rápidamente en el bolsillo trasero.
- Eso me dice que no estabas dispuesta a separarte de mí –sonrió arrogante. Se acercó peligrosamente a ella, pero ____ le tendió el collar de prepo.
- ¿Me lo pones?
Zayn agarró el collar. Ella se dio la vuelta y se levantó el pelo con una mano para que se le hiciera menos costoso el trabajo. Paso sus brazos por arriba de su cabeza y enganchó el collar. El moreno no pudo contenerse, el solo hecho de tenerla tan cerca lo volvía loco. Recorrió su brazo derecho con su mano y al llegar hasta el final, los entrelazó.
Besó su cuello suavemente mandando descargas eléctricas por todo el cuerpo de ______. Ella cerró los ojos disfrutando de sus dulces caricias.
Se dio la vuelta quedando frente a él. Tenía unas tremendas ganas de besarlo hasta dejarlo sin aire, y como si él leyera su mente, la beso. Rodeó su cintura para atraerla más a él y para poder saborear más su boca.
Ambos cayeron en un sillón, dejando a Zayn arriba de ella. No pararon de besarse, hasta que su organismo les pidió oxigeno.
- Eres tan hermosa –La miró directamente a los ojos, haciéndola sonrojar—
- Tú eres hermoso –le dijo jugando con los botones de su camisa para no mirarlo a los ojos. Él le levanto el mentón, para que lo mirara, con una mano. Mientras que con la otra hacia fuerza contra los almohadones para no aplastarla.
Y luego… la beso nuevamente. Al principio fue un beso dulce y lento pero fue tomando ritmo a medida que pasaban los segundos.
La mano de Zayn se coló por debajo de su remera, pero no llego muy lejos ya que, otra vez la mano de ____, lo detuvo.
- Yo… No estoy lista, Zayn –dijo con la mirada gacha para no ver el enojo que suponía que tenía en sus ojos.
- Está bien –beso su frente y salió de arriba de ella—
- Te he decepcionado, ¿verdad?
- No –se adelantó a aclarar— No, claro que no –ahueco sus manos en el rostro angelical de ella—
- Lo siento…
- No pidas disculpas, _____. Cuando tenga que pasar, pasará. No tengo prisa hoy –le sonrió para hacerla sentir mejor.
Se escucharon pasos y una conversación afuera de la casa que cada vez se hacían más nítidas. Eran los dueños.
- Harold, voy a matarte—dijo el moreno a punto de enloquecer.
- ¿Qué ocurre? –preguntó ella confundida—
- Tenemos que irnos.
La puerta de entrada se abrió cuando ____ y Zayn estaban saltando la pared que dividía el patio trasero del delantero.
- Tom –llamó a su novio una chica pelirroja que acababa de entrar—
- ¿Qué pasa amor?
- ¿Qué se supone que es esto? –hizo un ademán con la mano mostrando las velas consumidas, los vasos a medio llenar y platos todavía con comida—
- Harold –dijo apretando los dientes, sabiendo que su primo solía invadir su casa con cualquier mujerzuela cuando él no estaba.
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