Capitulo 39: ~Chico Malo~
______ y Hannah se encontraban tomando. Ambas le habían pedido al mozo piña colada.
Su mesa quedaba en una esquina en donde se podía ver perfectamente la pista de baile en donde ya se podía apreciar a las personas bailar al ritmo de una música electrónica. Ella nunca había ido a ese bar pero definitivamente iba a tener un espacio en su lista de lugares para salir con amigos.
Se alegraba de haber aceptado la invitación de Hannah y Ed, la estaba pasando genial. Aparte, le venía bien para despejar su mente de todo lo relacionado con Zayn.
- Vamos a bailar –dijo la rubia después de haberse bajado su trago, a ella todavía le quedaba la mitad—
- Oye ¿y Ed? –Preguntó la morena mientras se dirigía a la pista con su amiga—
- Recibió una llamada y se fue al baño –gritó para hacerse oír arriba de la fuerte música—
- Ahora si puedo escucharte. ¿Qué es lo que pasa? –se metió en un cubículo desocupado y trancó la puerta. Apoyo su espalda contra la pared y escuchó atentamente lo tan importante que le tenía que decir.
- Necesito que me hagas un favor –decía él del otro lado de la línea telefónica—
- ¿Qué clase de favor? –Se llevó la mano a la boca, comiéndose la uña del dedo pulgar mientras esperaba por una respuesta—
La música seguía sonando y Hannah parecia más desatada que de costumbre. Se movía al ritmo de la música, aunque un poco más rápido. Mientras que _____ luchaba por no larga una carcajada. ¿Qué le habían puesto en la bebida de su amiga? , se preguntaba la morena. Solo esperaba que ella no se volviera igual, o peor, loca de lo que estaba su amiga.
- Woo, alguien te está mirando—gritó en su oído— voltéate sin ser tan obvia.
_____ frunció el ceño. ¿Desde cuándo producía esa clase de reacción en el sexo opuesto? , no era que era fea porque verdaderamente era preciosa, pero se le hacía extraño que alguien se detenga a mirarla.
Siguió el consejo de su mejor amiga y se volteó sin parecer tan obvia. Hannah tenía razón, la estaban mirando. A decir verdad, el chico no estaba nada mal, sonrisa perfecta, pelo negro hacia un lado. Sus ojos eran de un celeste cielo, ella los pudo notar a pesar de las luces. El chico sin nombre le sonrió, sus mejillas ardían. No había planeado que eso pasara pero al parecer se lo quedó viendo más de lo debido.
Ed se interpuso entre el chico y ____, cortando la conexión entre ellos.
- ______ --gritó el— puedes acompañarme a un lugar.
- ¿Qué?
- Puedes –señaló hacia atrás dándole a entender que se alejara del ruido de la música tecno, para poder hablar tranquilos. Ella asintió con la cabeza captando lo que trataba de decir y dejo atrás a Hannah, quien todavía bailaba como desquiciada.
- ¿Qué ocurre?
- Tengo que ir a recoger a mi primo y la verdad no conozco mucho por estos lugares, me preguntaba si tu podrías acompañarme –se rascó la nuca tratando de ocultar su nerviosismo—
- ¿Y qué hay de Hannah?
- Hannah lo único que conoce es como llegar al shopping y gracias.
- Buen punto –señaló ella— Pero no podemos dejarla aquí sola.
- Es solo unos minutos. Aparte no podemos irnos sin pagar alguien tiene que quedarse.
- De acuerdo. Deja que vaya a comunicarle lo…
- No. Deja que voy yo –sonrió y la pasó de largo. Le dijo unas cuantas palabras a Hannah, ella parecía enfadada al principio pero luego tuvo un cambio repentino como si acompañar a Ed fuera una enfermedad contagiosa.
- ¿Qué dijo? –Quiso saber la morena—
- No protestó. Esta muy entusiasmada bailando—rió al verla bailar de esa manera— esperemos que los dueños del bar no llamen al loquero—dijo haciéndola reír—
- Y aquí gira a la izquierda. ¿Por qué tienes que hacer esto? –quería saber más detalles del por qué la necesidad de ir a buscar a su primo cuando la estaban pasando tan bien.
- Mi tía está trabajando horas extras por lo cual no puede venir a buscarlo. Solo lo alcanzo hasta su casa y listo. Ahí es—señaló una casa muy hermosa a su parecer, a pesar de ser de un solo piso tenía un frente precioso de un color crema que le daba un toque elegante. Una reja de punta a punta que separaba la vereda del patio. El jardinero debía ser bueno, ya que tanto las flores como el pasto estaban bien cuidados. Una casa que todo matrimonio desearía, pero algo le llamaba la atención. No había globos, ni serpentinas como para que aquello fuera un cumple años.
- ¿Estás seguro que es esa la casa? –Preguntó ella frunciendo el ceño—
- Si –parecía preocupado por otra cosa—
- ¿Ocurre algo?
- Creo que anda algo mal con el auto—se bajó con un rostro preocupado y frunciendo el ceño, ella imitó su acción.
Ed abrió el capot y lo examinó de cerca.
- ¿Quieres que haga algo? –verdaderamente se sentía una estúpida allí parada sin saber muy bien qué hacer.
- ¿Puedes ir a buscar a mi primo? , mientras yo reviso el auto –dijo sin dejar de examinar el auto. La cara de ____ se desfiguró y abrió los ojos como platos. ¿Entrar en la casa, sola? ¿Enserio?
- Yo…
- Preguntas por Alex Turner y listo.
- De acuerdo.
Ella se alejó del auto y caminó hacia la casa a paso lento, lo más lento que una persona puede caminar. Estaba algo asustada, a pesar que la casa no tenía nada de tenebroso. No le alegraba la idea de tener que hacerlo sola.
Abrió la diminuta reja que le daba la entrada al bello patio de aquella casa. Los pájaros empezaron a canturrear y no era algo que la tranquilizaba.
Oyó el rugido de un auto. ¡Genial!, Ed ya había arreglado lo que fuera que le había pasado al auto, por lo que no tendría que entrar sola a la casa. Se dio la vuelta con la idea de volver al auto, solo que este estaba ahora mirando hacia el otro lado, con Ed arriba y al parecer no iba a llevarla de vuelta al bar. Se le encogió el corazón, ¿pensaba dejarla sola ahí? , en un lugar en donde ella no conocía. ¿Enserio? ¿Qué clase de novio tenía Hannah? , ¿Abría un psicópata esperándola dentro de la casa? , ¿Ed quería deshacerse de ella por alguna razón?
- No hay ningún primo ¿verdad? –Gritó ella acercándose velozmente a la salida—
- Entra en la casa, ____. Hazme caso –y sin más arrancó el auto dejándola a ella a mitad de camino—
- Ed, no me dejes aquí—gritó mientras corría hacia el medio de la calle— Vuelve—murmuró lo último. Pero él y su auto se habían perdido a lo lejos.
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