Pastillas y ojos rojos

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Las ganas de ir al baño lo despertaron y, al mirar alrededor, se dio cuenta que estaba en un lugar que no conocía, la falta de aire empezó al igual que las taquicardias y a tientas busco algo para prender la luz cuando la puerta se abrió y la persona que entraba la prendió.

- ¿Estás bien? – su respiración se había regularizado en el momento en que había entrado, igual que cuando lo había tocado en la escuela.

- Si... - se paró al lado de la cama y vio que la habitación tenía su propio baño. – voy un segundo al baño.

Cuando salió, Jb estaba sentado en el piso con la espalda contra la cama con la mirada perdida, pero, por algún motivo, era consciente de que sabía que estaba caminando hacia él.

Que se terminara por desvelar cuando se levantaba no le era nada desconocido, sabía que, aunque volviera acostarse no dormiría nada.

- ¿No puedes dormir? – le pregunto a JaeBum mientras se sentaba en la cama.

- No, además estaba esperando que Mark vuelva. – Miro la hora en su celular que decía que casi eran las siete de la tarde.

- Mi reloj está mal... ¿me dices la hora? –

- Casi es hora de ir a clases.

- ¿Dormí todo el día?

- Si, oh! llegó Mark. – JaeBum se levantó saliendo de la habitación, entonces él hizo lo mismo y lo siguió.

Mark dejaba en la mesa café y donas que sacaba de unas bolsas y lo llamó para que se sentara con ellos a comer algo antes de salir. Pero hasta que no terminó de comer, no se preguntó el porqué era como un desayuno en vez de cena.

En la escuela, llevó la misma rutina de siempre, y como le habían dicho, no fue a la terraza cuando necesitaba estar un poco más solo, sino que iba al jardín de invierno, que era como había decidido llamar al vivero de flores.

Entró al lugar y se acostó entre las flores que daban un buen perfume cuando escucho el ruido de tacos en el piso.

- Soy yo, Nanami... - escuchó decir. Se sentó en el piso haciéndose visible para la chica y ésta se fue a sentar a su lado. – sabía que te encontraría acá.

- Si, vine a descansar. – Nanami se puso un cigarrillo en la boca y le habló.

- Mierda... ¿tienes fuego? – sacó el encendedor zippo de su bolsillo y le prendió el cigarrillo. – ¿De dónde lo sacaste?

- Me lo dio mi padre... - Se lo dió para que pudiera ver mejor el diseño de la media luna con la piedra roja engarzada en el encendedor.

- ¿Era de él?

- Ni idea, no le pude preguntar. – Nanami dejó de hacer preguntas y le entregó el encendedor. – Voy a ir a comprar algo antes de entrar a clases.

- Ok, fumo y voy.

Junior salió del lugar y aprovechó para sentarse con Nanami y prenderse un cigarrillo. Los ojos celestes de esta, lo perforaban en preguntas que él tampoco le podía contestar, estaba tan perdido y sin respuestas que ya ni siquiera podía razonar con claridad.

- ¡Basta! – le grito.

- ¿Qué hacemos? – Le pregunto mientras Mark entraba con su querido enamorado del brazo.

- Por ahora nada. Solo denme un mes. – apagó el cigarrillo en el piso y salieron, dejando a la pareja en el lugar.

Hizo varias llamadas sin conseguir algún tipo de información, y el rector de la escuela no quería decirle nada, y JinYoung no cooperaba en lo absoluto, y como había pasado el mes, sus amigos, que estaban parados frente a él, esperaban una respuesta.

Vivir Olvidandote -FINALIZADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora