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A la mañana siguiente no se me hizo difícil convencer a mamá, bueno sí, pero después de rogarle y repartir besos en su hermoso rostro accedió con la condición de que si volvía lastimado era todo.

Estaba contento caminando junto a ella yendo hacia la escuela, me dejó en la entrada dándome un beso en mi frente y diciendo que esta tarde no podría venir por mí.

Así que aprovecharía para ir por ahí.

Llegue emocionado al salón queriéndole contar a Niall acerca del karate. Sin embargo no había nadie en el salón se encontraba vacío, resoplé dejándome caer en mi asiento. Poco a poco los demás niños comenzaron a llegar y entre ellos Niall, corrí hasta él mientras me miraba confundido.

"Nos pueden ver, Lou" susurró mirando a los niños que lo observaban.

"Vamos, Niall eso es una tontería ya déjalo" dije mientras daba brincos, de verdad quería contarle y presumirle.

"Niall..." Ryan lo llamó "¿Aprecias tu lugar en el basquetbol?" Arqueó una ceja, mi amigo asintió "Entonces aléjate de Louis"

Lo miré enojado las ganas de golpearlo crecieron en mí, cuando yo fuera un buen Karateca sería al primero en darle una buena paliza.
Niall me miró, me dedicó una sonrisa de lado y comenzó a caminar lejos de mí saludando a los demás chicos, mientras Ryan sonreía victorioso. Le borraría esa sonrisa con un buen golpe si tan solo pudiera.

En ese momento Harry acababa de llegar traía una playera rosa salmón y su cabello trenzado completamente, en su mano derecha llevaba una flor rosa, sus ojos dieron con los míos sonriéndome levemente. Quise sonreírle o saludarlo sin embargo todas las miradas estaban en mí, simplemente con el rabillo del ojo seguí su andar me aseguré que llegara a su asiento para apartar mi mirada y continuar en lo mío.

Estaba en las canchas de atrás sentado bajo el árbol de manzanas, cerré un momento mis ojos sintiendo la brisa acariciar mi cara.

"Oh" escuche una dulce voz, la ignore "Pequeño Lou ¿qué haces aquí?" Abrí un ojo encontrándome con Harry despeinado, los ojos llorosos y su playera manchada de tierra seca.

"¿Qué te ha pasado?" Me incorporé.

Hipó su labio tembló, lo mordió ligeramente, me observó y finalmente se dejo caer en el césped frente a mí, lo observaba sin saber que hacer.

Se mantuvo en silencio por un momento su mirada en el suelo mientras su cuerpo daba espasmos.

"Fue Liam" susurró tallando sus ojos, Liam es el bravucón de la escuela dos años mayor pero ha reprobado siempre.

"¿Él te hizo esto?" Mire sus rizos alborotados, mirada en el suelo lágrimas en sus mejillas se limitó a asintir.

"Me ha dicho mariquita y me ha despeinado amenazó con cortarmelo y rompió mis flores. Lo ha hecho porque alguien le dijo que lo estaba mirando hacia mucho tiempo" sollozó, seguía sin saber que hacer no podía moverme.

"...Tus rizos sueltos también se ven lindos" traté de calmarlo mientras sollozaba fuerte.

"Creí que te gustaban mis trenzas" hizo un mohín.

"Yo... Bueno, te ves bien a como sea Harry" por alguna razón Harry sacaba esta parte que no conocía de mí. Sacaba una necesidad de hacerlo sentir mejor.

"¿En serio?" Sus ojos verdes en mí.
Asentí sonriendo, se acercó más a mí.

"¿Sabes trenzar?" Me preguntó mientras yo arrancaba el césped.

"No, es cosa de niñas" dije sin pensar, me arrepentí al momento.

"Es cosa de Harry" bromeó él cosa que me hizo sonreír.

De pronto recordé las ganas que tenía de decirle a alguien que practicaría Karate.

"Iré a Karate" sonreí.

"¿A karate? Te vendría bien para defenderte de Liam" su vista en la cancha.

"Entonces también deberías venir, digo, para aprender" carraspeé mis mejillas coloradas.

"Es muy violento para mí" se encogió de hombros.

"Podrías darle su venganza a Liam" sonreí imaginando como golpearía a Liam.

"Mejor véngame tú" sonrió recargándose en el tronco mientras cerraba sus ojos.

"Iré a ver el cupo hoy"

"¿Solo?" Sus rizos bailaban con el viento.

"Sí, mamá trabaja hasta tarde"

"Podría llevarte" dijo.

"No gracias, prefiero ir en mi patín y mirar a las personas"

"¿Puedo ir contigo?" Su mirada verde en mí.

"¿Por qué no? A lo mejor te animas" le sonreí.

"Entonces nos vemos en la salida" agregué.

"Nos vemos, pequeño Lou" se levantó limpiando las hojas pegadas en su pantalón.

Esperaba a Harry sentado en el mismo lugar que ayer, de verdad que tardaba mucho. Resoplé, tape mi cara con mis manos aburrido.

"¿A quién esperas?" La voz de Ryan me sobresaltó, rodé los ojos.

"No te incumbe" gruñí.

"Los chicos te han visto con Harry en las canchas de atrás, ¿es allá donde se esconden para besarse?" Se burló.

"Cállate" fue lo único que pude decir.

"Sabes que es la verdad, hablando del rey de Roma o debería decir princesa" rió Harry agachó la mirada aferrándose a su mochila rosa con brillos.

"Déjanos en paz, Ryan" lo empuje.

"Uy a Louis le molesta que ofendan a su pequeña princesa" se acercó a Harry y revolvió sus rizos y en ocasiones los jalaba "Mira que feos"

Harry lloraba pidiéndole que parara, me acerque a él y lo empuje con todas mis fuerzas haciendo que resbalara y cayera. No había tiempo que perder tome la mano de Harry y salimos corriendo, sentíamos el aire pesado y nuestras piernas ardían.

Llegamos a mi casa perdiendo de vista a Ryan, nuestras respiraciones eran irregulares. Solté su mano buscando la llave que mamá me había dado.

"¿Está tu madre?" Secó sus lágrimas.

"No, ya te he dicho" lo invite a pasar y como siempre corrí por un jugo.

"Es cierto, esperaba que me hiciera trenzas" se sentó en el sillón.

"¿Quieres jugo?" Grité.

"Agua está bien" lo mire sentarse erguido mientras observaba las fotografías.

Llegue a la sala con mi vaso con jugo y uno con agua.

"Mamá se pone unos moños, te traeré uno y así te puedes peinar" bebí.

"¿En serio? Que sea rosa" chilló emocionado.

Estábamos recargados en la mesa viendo vídeos en internet de como poner moños, Harry trataba de ponérselo para jamás le salía, siempre se dejaba un mechón suelto o la liga se enredaba con sus rizos y se quejaba haciendo un pequeño berrinche.

"Ponle pausa justo ahí, creo que ya sé como" le dije tomando el moño, me acerque a su cabello era tan suave y desprendía un aroma dulzón quizá a fresa, tome la mitad de su cabello y puse una liga primero después abroché el moño.

"Quedo hermoso, Lou" se miró en el espejo.

"Gracias" le sonreí.

"Tienes manos mágicas" se levanto y depositó un beso en mi mejilla, dejándome paralizado mientras él sonreía.

¿Qué es este extraño golpeteo en mi corazón? ¿Qué es esta extraña sensación que recorre mi cuerpo?

H A R R Y de Amor ; LSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora