— ¡L-lo odio! — Aquello lo había gritado tan fuerte que llamo la atención de todos en la taberna. No era muy común ver una jovencita tan hermosa embriagarse en un lugar como ese, aunque su acompañante era la exención.
— Sabes que no es cierto, Lucy — Cana le observo con una sonrisa divertida desde su lugar. La rubia tenia un gran sonrojo en sus pálidas mejillas producto del alcohol que estaba consumiendo desde hace un buen rato.
— Es taan~ frustrante — Suspiro arrastrando las palabras. Dio otro trago a su bebida y bajo la mirada con un aire un tanto melancólico que llamo la atención de la castaña al instante. — Me gusta tanto que duele — Hizo un puchero.
— ¿Entonces por qué no luchas por el?
— Porque el solo me ve como su maldita mejor amiga — Se quejo arrugando su entrecejo. Observo de reojo su teléfono antes de chasquear su lengua con fastidio y tomarlo sin dudarlo.
— ¿Que haces? — Cana le observo curiosa.
— Llamare a Natsu — Bufo. Cana pensó que quizás debería detenerla, son embargo también pensaba que seria bastante entretenido ver lo que pasaría con su ebria amiga.
Tras unos cuantos segundo la llamada finalmente fue atendida.
— Natsuuu~ — Canturreo alegre alargando la 'u'. Cana le observo entretenida, tratando de imaginar que cara pondría Natsu tras recibieron aquella inesperada llamada por parte de la rubia.
— ¿Lucy? — La voz den muchacho salio mortalmente confundida, seguramente preguntándose que le ocurría a su amiga para llamar tan de repente.
— Te quiero mucho, Natsu — Sonrió como boba a pesar de que este no podía verla. Cana contuvo una carcajada sabiendo de sobra que aquello seguro aturdió al chico. — Natsu, idiota — Se quejo de la nada mientras hacia un puchero. — Me olvidaste ¡A mi! — Esto ultimo lo dijo como si estuviese realmente indignada.
— ¿Has tomado, Lucy? — Suspiro al otro lado de la linea.
— Solo un poco — Sonrió de forma inocente. De pronto su sonrisa se borro y sus ojos se volvieron opacos mientras mordía su labio inferior, dudando si debía continuar. Finalmente tomo aire para darse valor. — ¿...Ya no me quieres, Natsu? — Susurro.
— ... — Al otro lado de la linea se formo un extenso silencio que mantenía el ritmo cardíaco de la rubia completamente desbocado, expectante a la posible respuesta. — Te quiero, Luce —
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