Parte 17

101 8 1
                                    

NARRA KUNYKO

Desperté por el sol que entraba por la ventana de la habitación, intento levantarme pero unos brazos me lo impiden. Voltee y era Kakashi; suspiro regresando a la cama depositando mi cabeza en su pecho logrando escuchar el fuerte latir de su corazón. Estábamos muy cercas, podía apreciar su rostro mas detalladamente y valla que era perfecto.

-¿Disfrutas de la vista?- dijo haciendo que pegue un pequeño salto mientras sonreía.

-B-bueno, si- respondí sonrojada. -Buenos días.

-Buenos días hermosa- estrecha sus brazos acercándome mas a él, para mi sorpresa toma mis labios prisioneros.

-¡Arri...!- la mizukage entro sin avisar.

Por el sonrojo de sus mejillas bajo la mirada percatandose de nuestros cuerpos desnudos que tan solo un ligera sabana cubre nuestra intimidad. La risa de Kakashi llama mi atención así que retorno mi vista y para mi sorpresa sobre su rostro se encuentra una toalla dejando expuestos sus ojos oscuros. El sonido de la puerta es nulo, la única señal que tenemos de la puerta al acercase es el clic del pestillo.

-Creo que... regresare más tarde- golpeo a mi compañero con una almohada apresurándome a vestirme. -Deben apurarse, no tarda en llegar la Hokage.

-Buenos días- al entrar en el enorme comedor, somos recibidos por el amable saludo de la mizukage adjunto a las miradas sorprendidas ante el brazo de Kakashi pegándome a su cuerpo.

-Es necesario que ambos preparen sus cosas- Tsunade parece echar fuego por los ojos. -Hoy mismo partimos.

Aquella declaración dejo sorprendido a todos los presentes, el peliblanco sujeta mi mano atrayendo mas la atención de los presentes.

El transcurso de regreso a la aldea he sido demasiado tranquilo y Tsunade no parece nada contenta por las indirectas que la mizukage lanzaba por encontrarnos en la cama desnudos.

-¡Demonios Kakashi, Kunyko!- Tsunade nos ha encerrado en su despacho y esta es la tercera vez que comienza con el sermón. -¡¿Como se les ocurre acostarse cuando están en una misión?!

-Lad...- él peliblanco nuevamente intenta interferir.

-¡Silencio!- por tercera vez es callado.

-¡BASTA!- mi grito hace eco en la habitación. -¡Estoy harta de este estúpido sermón.

-Kunyko- Tsunade susurra mi nombre.

-No tiene porque preocuparse por nuestra relación- su voz es grave y solemne.

-Dicho esto nos vamos- igual que otras veces tomo su mano y lo jalo fuera de la habitación.

Escucho gritos que van disminuyendo conforme nos alejamos, sin duda no me arrepiento de haberme entregado en cuerpo y alma a este ser que provoca el desbordamiento de mis sentimiento y...

-¡Kunyko-sensei!- una melena rubia interrumpe mis pensamientos.

-Hola Naruto- poso mi mano sobre su cabello así puedo notar que ha crecido.

-Hump- no me percate del azabache que mira desinteresadamente otra dirección.

-¡Sasuke!- Sakura corre intentando abrazarlo antes de lograr su cometido, he tomado al azabache para depositarlo detrás de mi y protegerlo de aquella acosadora peli rosa.

-¡Sakura-chan!- Naruto pronuncia dolido aquel nombre. -La abuela Tsunade les manda esto.

El rubio ofrece una hoja en dos, Kakashi la toma y un respingo provoca tención en mi cuerpo, al buscar su rostro soy sorprendida por una ancha sonrisa y aquella mirada cálida me tranquiliza.

La hija de Kakashi HatakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora